sábado. 27.04.2024

A menos de tres meses de la primera confrontación electoral del año, elecciones autonómicas y municipales, los socios del gobierno andan enzarzados en una agria polémica, una más ante los ojos atónitos de la ciudadanía. Todo al respecto de la Ley de Libertad Sexual o ley del “sólo Sí es Sí”. El debate es confuso para la mayoría de los ciudadanos y provoca el regocijo del PP que pretende presentarse como defensor de las mujeres invocando más punitivismo para las penas a los agresores sexuales.

No se sabe si los socios son conscientes del daño que les produce a ojos de sus electores esta polémica que muchos no llegan a comprender y que sin duda repercutirá negativamente para el conjunto de las izquierdas en las próximas contiendas electorales.

El feminismo ha sido siempre muy afín a las opciones de izquierda y como ha definido Cristina Monge El feminismo ya no va a dar más votos a quienes ya los tienen, pero puede darles la espalda y destrozar la coalición y a cada uno de sus miembros”. Parece que los socios se han embarcado en una batalla por el relato en el que tratan de trasladar la responsabilidad a la otra parte. La situación es realmente incomprensible. No hay duda que la Ley es una buena Ley pero ha producido como todos dicen efectos indeseados, que ya advirtió el anterior ministro de Justicia Juan Carlos Campo. Sin embargo el Presidente Sánchez decidió contentar a Podemos en el proyecto estrella de la ministra de Igualdad Irene Montero y esto provocó la promulgación de la ley. Poco después el Ministro de Justicia y la Vicepresidenta Carmen Calvo eran reemplazados. 

No se sabe si los socios son conscientes del daño que les produce a ojos de sus electores esta polémica que muchos no llegan a comprender

La aprobación de la Ley ha provocado algunas reducciones de penas, lo que no es raro ya que es un efecto de una racionalización y agrupación de penas que puede producirse especialmente en un Código Penal muy “punitivista” como el de nuestro país. Lo peor fue la respuesta dada desde el ministerio de Igualdad primero negando que pudiera suceder y después achacando las reducciones a “jueces machistas” sin aceptar ninguna responsabilidad. El Gobierno se lanzó a intentar dar una solución a la situación que creaba una “alarma social” fruto de una extensa concepción punitiva existente en la sociedad española que se mantiene aún más si es azuzada por la derecha política y mediática. No hay duda que el gobierno no ha sabido hacer pedagogía de las razones de esta situación. Se han lanzado a tratar de dar una solución a lo que no tiene solución: los actuales penados podrán recurrir sus sentencias, todos los efectos de una rectificación afectarían a los casos futuros.

La irracional cerrazón de las ministras de Podemos Belarra y Montero con sus repetidas declaraciones cada vez más críticas e incluso insultantes a sus socios de gobierno llegando a insinuar un futuro acuerdo del PSOE con el PP han comportado un grado de crispación que pone difícil la comprensión de la continuidad del Gobierno de coalición. Es increíble la falta de responsabilidad de las partes, por una parte de la posición de “adolescentes políticas” de Podemos así como el error inicial de Pedro Sánchez de aprobar la Ley con un golpe de su estilo “cesarista de dirección política. El problema es un problema de relato incompresible para la mayoría de los votantes progresistas sobre un supuesto debate sobre el “consentimiento”, como apuntaba Cristina Monge en un artículo: “la falta de consentimiento es la base de todo delito contra la libertad sexual, antes de la ley, con la ley y con las reformas que se puedan plantear; asunto sobre el que también se han vertido buenas dosis de demagogia.” 

No hay duda que el gobierno no ha sabido hacer pedagogía de las razones de esta situación. Se han lanzado a tratar de dar una solución a lo que no tiene solución

Frente al norme ruido entre las partes sólo se ha oído la voz racional de Yolanda Díaz que preguntada por la discrepancia entre los socios de Gobierno por la reforma de la Ley del “sólo Sí es Sí”, ha abogado por el acuerdo y la discreción en el interior del gobierno. “Sé muy bien que cuando se quiere llegar a un acuerdo conviene tener cierta discreción, calma y serenidad”. Como siempre Yolanda Díaz se manifiesta contraria al ruido de la discrepancia pública sobre temas de Gobierno y partidaria de tender la mano entre las partes para alcanzar acuerdos.

Porque lo más contradictorio es que el Gobierno esté en una difícil posición cuando sin duda es el Gobierno con una política más progresista de la historia de nuestro país que por primera vez amplía derechos y legisla en múltiples temas económicos, sociales y laborales. Desde el “escudo social” durante la pandemia, la Reforma Laboral, las subidas del salario mínimo, el IMV, la “excepción Ibérica sobre la energía”, etc. y todo ello se ve enturbiado de una forma constante por discrepancias internas que la mayoría de las veces se resuelven posteriormente. 

No hay duda que a un sector de la izquierda alternativa especialmente por parte de los de Podemos y su “líder en la distancia” Pablo Iglesias le va más el tema del “relato” que lo relativo a la gestión gubernamental, y a veces parece que se encontrarían más cómodos ejerciendo de oposición que de gobierno. Siempre tienen una necesidad de diferenciarse y podemos verlo a través de un ejemplo banal, tanto Belarra como Irene Montero acostumbran a hablar como representantes de su Ministerio, mientras que por ejemplo Yolanda Díaz habla de la posición y los logros del Gobierno Progresista. Puede que sea una diferencia sutil pero puede tener un poso más profundo.

Lo más contradictorio es que el Gobierno esté en una difícil posición cuando sin duda es el Gobierno con una política más progresista de la historia de nuestro país

La situación actual no puede diferenciarse de la próxima cita de las Elecciones Generales. La situación de Podemos es difícil por su propia situación interna reducidos a un núcleo de dirección con muy poca organización territorial lo que les impulsa a centrarse en un relato identitario como representantes del feminismo y poca cosa más. Y especialmente recelosos del proceso de Sumar que está liderando Yolanda Díaz sin duda la figura más valorada de la izquierda alternativa. Pablo Iglesias y Podemos no se resignan a ser una parte más del proyecto de Díaz, ellos creen que deben ser los primogénitos del proyecto, los más imprescindibles. Y en caso de no conseguirlo pueden optar por el boicoteo del proyecto o impedirlo mediante la posibilidad de ruptura del Gobierno de Coalición Progresista. Esperemos que no sean tan irresponsables, pero nada debe descartarse.

No hay duda que todo este ruido alrededor de la Ley del “solo Sí es Sí” está retrasando más de lo necesario el lanzamiento de la propuesta SUMAR de Yolanda Díaz. Es decir su proceso de construcción organizativo, ideológico y político.

Creo que sería una catástrofe que Yolanda Díaz decidiera no presentarse y abandonar su proyecto político, lo cual para gran parte de la gente de izquierda, incluso para sus socios de gobierno del PSOE sería ver arruinada la posibilidad de continuar una gobernanza desde un gobierno plural de izquierdas.

¿Buscan perder las elecciones los partidos del Gobierno?