Memoria como patrias

Las bases de Podemos decidirán a instancias de su secretario general cerrar las puertas a una abstención que habría facilitado la investidura de Sánchez.
La gran ola del viernes dejó los acontecimientos pasados en meras marejadas y rompió definitivamente el tablero de la política española.
“A cada día le bastan sus temores, y no hay por qué anticipar los del mañana”, dijo Charles Péguy. Ya pasaron los del 13 de enero de 2015. Nimios miedos ante tamaña esperanza.
Habitamos el país del 13% de población en riesgo de pobreza, las 300.000 víctimas de las preferentes y los más de 750.000 hogares sin ningún tipo de ingreso.
Asumimos el horror. El mundo fue y será una porquería. Desconocemos si desde su nacimiento o cuando 195.000 primaveras atrás apareció el Homo Sapiens.
Un año más, bien entrado el otoño, llega el 12 de octubre. Insigne fecha para quienes se identifican con el rancio nacionalismo español.
Ganaron Ciudadanos y la CUP, perdieron Mas y Rajoy; el PSC superó sus pobres expectativas y Catalunya Sí Que Es Pot decepcionó.
Hace dos décadas para los adolescentes Felipe González era el presidente eterno. No habíamos conocido otro jefe del Ejecutivo.
Más de 3.400 migrantes perecieron cuando trataban de alcanzar las costas europeas el año pasado.