Mónica Grau Setó | @monmislilith
Por fin llegó el momento tan esperado, ¿el fin de este mundo? Estamos en el último episodio de temporada y en el que más dinero se ha invertido, y esto se nota en toda la recreación de escenarios, diseño y efectos especiales. Vamos a descubrir todo lo sucedido y posibles teorías de los que nos espera para la tercera temporada.
Después de numerosos viajes por el mundo finalmente ya tenemos situados a los dos grupos de héroes, unos en Barcelona y el otro en Nazca, el episodio juega a alternar ambas tramas para generar tensión. La parte que más flojea en el guion sin duda es la que sucede en la ciudad condal, por la irrisoria facilidad en que los “locos de Pedraza” se han infiltrado en las instalaciones del supercomputador y también sorprende como la muerte de Laguna, alguien que tanto se ha implicado en toda la historia, que apenas nos llega a impresionar. A las puertas del centro, la policía que ha rastreado el móvil de la teniente Salcedo, los GEOS capitaneados por Pereira se encuentran ante un grupo de hombres armados que les impide acceder a registrar las instalaciones, y hay un tiroteo entre ambos lados. Las fuerzas policiales logran acceder, sin entender aun que es lo que está pasando. Pero llegan demasiado tarde, el supercomputador ha logrado descifrar el código y Barbrow ya posee los datos que necesitaba para su plan.
Mientras en Nazca, tenemos a Elena acompañada de los dos resucitados, haciéndose pasar por sectarios. El padre Vergara cada vez tiene un aspecto más podrido, entre el sudor y calor del desierto, él tiene que cumplir su misión solo, por lo que roba una moto para desplazarse hacia las líneas y poder situar el báculo para impedir que abran el portal al fin del mundo. Sin duda el personaje nos dará los mejores momentos del episodio, extrayendo de sus propias entrañas el cabezal con la sangre de cristo y montando el báculo, y siguiendo la numeración del libro maldito, lo clava en el suelo. Toda la escena de él andando con una especie de túnica improvisada, toda la estética de la escena nos recuerda a Charlton Heston como Moisés en la mítica Los diez mandamientos (1956).
Elena y Santoro llegan al campo base de la operación, deben ponerse unos trajes anti-radiación, además roban dos pulseras rojas y con ellas acceden a unos túneles excavados que los llevan a un antiguo templo bajo tierra, ven a Barbrow y otros seguidores, y detrás de ellos una antigua nave espacial. Se trata de una nave de más de 3.000 años que les permitirá escapar de la destrucción que ellos mismos van a producir. Aquí se desvela el gran plan, no es un viaje a otro planeta, sino un viaje a otra dimensión y sólo treinta elegidos podrán acceder, la función de cada moneda será la protección contra la ira de Dios. Entre ellos está Merche, acompañada de su hijo y de Paco, al que le han borrado la memoria.
Barbrow ordena asesinar al excedente de seguidores y los elegidos suben a bordo, mientras Elena y Santoro consiguen infiltrarse en la nave. Mientras el monolito es situado y las líneas de Nazca se iluminan, junto con la codificación recibida del supercomputador, el platillo volante ya puede despegar. Merche y Paco van tras los polizontes y en plena pelea de gatas, Elena consigue dar un beso a Paco y el recordar lo que siente se rebela contra su esposa, como siempre Santoro se vende al mejor postor y se asocia a Merche, volviendo juntos a la sala de mandos. Sin monedas la única forma de sobrevivir que tiene los dos amantes es utilizar una especie de trajes extraterrestres, que casualmente estaban allí (otra tirada de dados buena).
Es el momento de alzar las monedas y que el apóstol se sacrifique leyendo el libro maldito que invoca la ira de Dios, y aparece el gran ojo de Azathoth, el cielo oscurece, grandes nubes lo cubren todo y rayos matan a cualquier humano en la zona.
Ahora el único que puede salvar el mundo es Vergara soportando todo el peso del mundo a sus espaldas, con ayuda del báculo y una especie de nube de sangre que sale de dentro intenta cerrar el portal, pero no puede soportarlo más y cae.
Lo hecho, hecho está como dice el Diablo/Ángelo que se presenta ante Vergara, y no está todo perdido ya que la obra se representa en muchos teatros a la vez. Le ordena que rompa el báculo y el padre lo aplasta contra el petroglifo, se produce una especie de ascensión sagrada, con los brazos formando la cruz lo lleva hasta el portal, tras el gran ojo.
Y llegamos al acto final, el cliffhanger que todos los espectadores han esperado, el padre Vergara despierta y el cielo está despejado, ya no está en el desierto sino delante del pueblo de Pedraza, pero algo es distinto, se dirige y se sorprende al ver que están sus habitantes haciendo vida normal, pero pronto descubre que está en una realidad paralela, ya que los roles de todos se han intercambiado aquí.
En esta dimensión su fantasía se ha cumplido, su doble aquí no es cura sino que es el mismísimo alcalde y su pareja es Elena, también ve al doble de Antonio que ya no es el tonto del pueblo ni el profeta sino que regenta una tienda y a otro Laguna, que ha pasado de ser guardia civil para ser un mendigo menospreciado, todos los habitantes del pueblo y por extensión de este mundo cumplen roles diferentes a los de la dimensión de donde proviene el cura.
Y algo irrumpe a tranquilidad del pueblo, una nave espacial que se ha estrellado ante ellos, y no sabemos si los elegidos han sobrevivido, o como será el encuentro con sus dobles, en caso que alguien del interior esté vivo.
El tema del multiverso y realidades paralelas ha sido algo muy recurrente en el género scify, los más jóvenes lo han conocido a través de los superhéroes de Marvel o series como Ricky Morty, muchos lo hemos disfrutado en episodios de series como Dr. Who o en las últimas temporadas de Fringe, aunque uno de los filmes que mejor lo explora es Coherence (2013).
Aunque hay que reconocer que hasta el último momento como espectadores no hemos sabido que mundo encontraríamos y todo nos ha dejado ante el inicio de la historia, ante el pueblo de Pedraza. Hemos pasado del misterio y cainitas de la primera temporada, al mismísimo infierno y el terror inspirado en Lovecraft, para derivar a una especie de historia de ciencia ficción con muchos momentos de comedia.
Pero en este final de temporada hay otro detalle que nos da pistas de esta nueva realidad y es el curso de la historia en este mundo, ya que es totalmente diferente al nuestro. Se nos muestra una moneda con efigie romana de Fabius (es el perfil del Fabio Santoro de este mundo). Asimismo, vemos símbolos del imperio romano con las siglas S.P.Q.R. en una de las banderas de la plaza mayor y también los vemos en el emblema del uniforme del guardia civil del pueblo. Recordemos que históricamente las siglas S.P.Q.R. significa Senatus Populusque Romanus, que representaba la esencia del máximo poder en Roma; el pueblo y el senado, haciendo referencia al gobierno de la República, por lo que en esta dimensión parece ser que no cayó el Imperio Romano.
Tampoco queda claro que religión hay en este imperio romano, ya que cuando el mendigo/profeta Laguna ve al padre Vergara, este lo señala como un loco diciendo que él es Judas, por lo que no sabemos si en esta dimensión Jesús no fue traicionado y al no ser crucificado ni resucitado, la base del cristianismo no existiría. ¿Existirá aun el politeísmo o en este mundo han adoptado otra religión?
Es el momento de sacar teorías como la de un Vergara cumpliendo la función de Judas, para traicionar a Jesús o tal vez algún descendiente suyo y así conseguir que este cumpla como mártir y surja el cristianismo. Tampoco sabemos si Fabio Santoro es sólo emperador de Roma, Europa o tal vez de otros continentes.
Como análisis de esta segunda temporada, a pesar de disponer de mucho más presupuesto que la primera, da la sensación de haber sido una partida de rol muy alocada, con episodios muy acelerados y con situaciones un tanto ridículas por la facilidad en escapar de algunos peligros. Mientras que la primera temporada, muy centrada en el pueblo, nos presentaba eventos misteriosos, como toda la parte de los espejos que fue realmente fascinante. Está segunda nos ha embaucado mucho con la trama de Barbrow, y realmente los más destacable han sido las recreaciones del infierno y sus terroríficas criaturas y los grandes momentos con sentido del humor como la aparición de Nati (Carmina Barrios) en el parto de Elena, o los dos resucitados maquillándose mutuamente.
También será interesante ver al actor Eduard Fernández interpretando a los dos Vergara, con dos físicos tan diferentes, realmente le espera una tercera temporada con muchas horas de maquillaje para afrontar ambos roles.
El público puede ir haciendo quinielas para saber que posibles cameos nos espera en esta última temporada, ¿tal vez algún personaje del Día de la Bestia?
Y aunque nos hemos despedido, por la muerte de Laguna (Pepon Nieto) en nuestra dimensión, ahora lo veremos encarando su nuevo rol como nuevo profeta y con un actor de su nivel, puede ser un papel que de mucho juego.
No sabemos si los pasajeros del ovni han sobrevivido, sobre todo Barbrow que ha leído el Necronomicon y pronunciando hasta a “Cthulhu”. El final será el principio, y de nuevo Pedraza será el centro de la trama.
Hay que reconocer que este final con este nuevo universo, los cambios de rol, el tener ahora varias personalidades duplicadas, deja con la boca abierta con ganas de ver la tercera temporada con HBO. El cierre de esta historia promete a ser una auténtica locura y Álex de la Iglesia en esta dimensión paralela, de la que no conocemos las reglas, podrá jugar con nuestras mentes como el quiera. Hay que reconocer que a pesar de algunos desaciertos o situaciones un poco absurdas que se han vivido en todo este viaje, la serie ha dado mucho que hablar en foros o en redes sociales y como dice la frase “Que hablen bien o mal; lo importante es que hablen de mí” y este mérito nadie se lo puede quitar.
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