lunes. 29.04.2024

Este reino forma una parte importante de la historia de Nubia en la época de las antiguas civilizaciones de Egipto, Grecia y Roma.

  1. EL REINO DE KUSH
  2. INVESTIGACIONES SOBRE EL REINO DE KUSH
  3. LA RELIGIÓN NAPATA
  4. SU CULTURA

La historia recoge diversos nombres para los habitantes de la región, los cusitas. Los egipcios los llamaron negros. Eratóstenes recoge el nombre de nubios. Los griegos y romanos los denominaban etíopes, los del rostro quemado.

Nubia se dividía en dos grandes sectores:

  • Wawat al norte que llegaba hasta la segunda catarata del río Nilo.
  • Kush al sur entre la segunda catarata y la confluencia del Nilo Azul y del Nilo Blanco. Al norte se encontraba la provincia egipcia Ta Seti conocida como la Tierra del Arco.

Kush era una región situada a lo largo del valle del Nilo que abarca el sur del actual Egipto y llegaba hasta el norte del actual Sudán. Era rica en materias primas, sobre todo en oro, así que los egipcios desde muy pronto ambicionaron explotar estos recursos.

Textos egipcios relatan, desde tiempos del faraón Narmer, las expediciones hacia Nubia. Sin embargo, fue en la era del Imperio Medio egipcio, cuando conquistaron la Baja Nubia que iba de la primera a la segunda catarata del río Nilo.

Desde el faraón Mentuhotep II se desarrolló su conquista y fue con el faraón Sesostris I cuando se produce el dominio total. En el decimoctavo año del reinado de este último se hizo una campaña contra Nubia en la que se menciona por primera vez el nombre de Kush. La conquista fue puramente militar en esta etapa. Buscaba el control de recursos y creación de una zona tapón controlada por numerosas fortificaciones.

En el segundo periodo intermedio que va desde el año 1780 al 1589 a. C., los egipcios pierden el dominio de la zona: aprovechando la invasión de los hicsos, los nubios destruyeron los fuertes y liberaron el país. Surgió entonces en Kerma al sur de la tercera catarata una poderosa dinastía local, que la convertiría en capital del Reino de Kush.

El faraón Kamose que fue el último faraón de la dinastía XVII, guarda documentos donde se considera el espacio nubio - egipcio dividido en tres áreas independientes:

  • El reino de Kush.
  • El Alto Egipto.
  • El reino hicso en el delta de río Nilo.

Expulsados los hicsos, la dinastía XVIII reinició la ocupación. El faraón Amenofis I que gobernó entre los años 1527 al 1506 a. C., creó el cargo de virrey de Kush, quien administraba el país, con residencia oficial en Aniba, y solo respondía ante el rey.

El faraón Tutmosis I que gobernó entre los años 1506 al 1494 a. C, terminó de liquidar el Reino de Kush, ocupando hasta la quinta catarata, y Nubia se integra finalmente a la cultura egipcia. Durante el reinado de Tutmosis III que gobernó entre los años 1490 al 1436, se funda Napata.

Se profundiza la integración a la administración egipcia en la dinastía XIX. Las obras continuaron, especialmente bajo el faraón Ramsés II que gobernó entre los años 1289 al 1224 a. C.

La integración era muy fuerte en ese momento histórico. Se había adoptado la religión egipcia y sus ritos funerarios, los hijos de los principales jefes indígenas se educaban en Egipto, las clases altas nubias hicieron propia su cultura, se incorporaron nubios a los cuerpos militares y policiales, e incluso a la poderosa burocracia.

Al finalizar la dinastía XIX y durante la XX la situación cambia. En la llamada “Conspiración del harén real” contra Ramsés III, cuando una concubina real nubia y su hermano, capitán de arqueros en Nubia, incitan una sublevación de la población nubia contra el faraón.

EL REINO DE KUSH

Kush es la palabra egipcia para Nubia. Está recogida desde el Imperio Medio. Es también la denominación del Reino de Kush. La historia del antiguo Reino de Kush se puede dividir en dos fases, la apatiense y la meroítica.

El rey Alara unificó toda la Nubia Superior, desde Meroe hasta la tercera catarata del Nilo, y estableció Napata como la capital religiosa de Kush, situada inmediatamente después de la cuarta catarata del Nilo.

Jebel Barkal la montaña secreta del reino Napata
Jebel Barkal la montaña secreta del reino Napata

La etapa napatiense del reino de Kush dura unos 450 años y va desde el año 750 al 300 d. C. y tenía una fuerte impronta egipcia. Se sepultaba al rey en la necrópolis de Napata.

El rey Pianjy consiguió controlar el Alto Egipto, estableciendo la dinastía XXV de Egipto en el año 747 a. C. El faraón kushita Shabako reunificó completamente el país en el año 715 a. C y su dinastía se consolidó como la única reinante. Su origen los hará llamar faraones negros, faraones etíopes o también faraones kushitas.

El rey Shabitko entró en guerra con Asiria, a la que finalmente derrotó su sucesor Tahargo y conquistó la ciudad de Menfis. Expulsó a los kushitas del Alto Egipto e impuso como faraón a Necao I. El siguiente rey kushita, Tanutamani, retomó transitoriamente Egipto, pero fue derrotado por el faraón Psamético I en el año 656 a.C. Este faraón es quien dio origen a la dinastía XXVI.

Napata fue saqueada por el faraón egipcio Psamético II en el año 590 a. C. La ciudad decayó, aumentando la importancia de Meroe. Se comenzó a sepultar a los monarcas en Meroe a partir del año 300 a. C., lo que marca el cambio de periodo. La cultura se africanizó y a partir del año 150 a. C. se empezó a utilizar una lengua y escritura propia.

INVESTIGACIONES SOBRE EL REINO DE KUSH

Las investigaciones sobre Nubia se llevaron a cabo en tres etapas:

  1. En la primera mitad del siglo XIX algunos europeos visitaron Sudán y conocieron las ruinas nubias y llevaron algunos hallazgos a Europa. El más importante de los europeos fue Giuseppe Ferlini, que destrozó muchas pirámides en Meroe y concluyó con el hallazgo del tesoro de Amanisshakheto.

La expedición de Lepsius dibujó, escribió y publicó sobre muchos lugares, templos y pirámides. Muchos templos documentados no se conservan en la actualidad, así que sus notas son muy valiosas.

  1. A principios del siglo XX se llevó a cabo la segunda fase de la exploración de Nubia. Se excavó sistemáticamente en muchos lugares, sobre todo en la Baja Nubia, aunque también en Meroe.

La construcción de la presa de Asuán en Egipto amenazaba con hacer desaparecer para siempre muchos yacimientos. En esta época se descifró la escritura meroítica, aunque la lengua seguía sin poder entenderse. George Reisner excavó sistemáticamente en todos los cementerios nubios en los años 1920, y elaboró por primera vez una lista de reyes.

  1. A finales de los años 1950 y finales de los 1960 renació el interés por Nubia. La construcción de la presa de Asuán amenazaba con hacer desaparecer bajo las aguas más yacimientos de la Baja Nubia. Se llevó a cabo una gran campaña arqueológica internacional en la Baja Nubia, que desenterró muchos hallazgos meroíticos.

La investigación de Nubia fue durante mucho tiempo un campo menor de la egiptología. A finales del siglo XX se creó un instituto especializado en estudios de Nubia, en la Universidad Humboldt de Berlín. También en París, se recogieron y ordenaron sistemáticamente todos los textos meroíticos.

Fase napatiense

Un príncipe fundó en Karima un país que los antiguos egipcios denominaron Kush en el siglo VIII a. C, y que se expandió rápidamente. El primer gobernante parece ser, fue Alara que gobernó entre los años 775 al 760 a. C., aunque es probable que hubiera un predecesor. Alara y su sucesor, el rey Kashta que gobernó entre los años 760 al 747 a.C., ocuparon el sur del país que se corresponde con el Alto Egipto.

Le sucede, Pianjy que gobernó entre los años 747 al 716 a. C., conquistó en una campaña posterior toda la región, más allá de Tebas, pero parece que no pudo ejercer un mandato permanente, aunque su sucesor, Shabaka que gobernó entre los años 716 al 701 a. C., se afianzó en el mando.

El Antiguo Egipto estaba controlado por príncipes libios. Se encontraba dividido en pequeños reinos, que podían presentar poca oposición. Egipto obtuvo la independencia de los nubios con la ayuda de los asirios en el año 660 a. C.

Taharqa desde el año 690 al 664 a. C., debió enfrentarse a la expansión de los asirios y, tras ventajas iniciales, tuvo que replegarse a Napata. A su muerte, el asirio Asurbanipal saquearía Tebas en 663 a. C.

Durante el reinado de su sucesor Tanutamón entre los años 664 al 656 a. C., finalizó el dominio de los reyes nubios en Egipto. La dinastía kushita siguió gobernando el sur de Egipto.

Tras la retirada, Napata entró en decadencia. Tanutamón fue el último de los soberanos locales en hacerse enterrar en la necrópolis de El Kurru en Napata. Sus sucesores lo hicieron en una localidad cercana de Nuri.

Nubia se mantendrá integrada, pero aislada, y se irá africanizando. La historia refleja sólo pequeñas luchas contra los pueblos nómadas, tradicionales enemigos de Kush, y los blemios [1], pueblo del sudeste.

La pirámide de la misteriosa reina Khennuwa: soberana olvidada del antiguo reino de Kush
La pirámide de la misteriosa reina Khennuwa: soberana olvidada del antiguo reino de Kush

Durante el reinado de Aspelta en el año 591 a. C., el faraón Psammético III invade Kush al frente de un ejército de mercenarios griegos al mando de los generales Amasis y Potasimto, capturando Napata, con lo que la capital se traslada al sur, cerca de la sexta catarata, a Meroe, fundada en el reinado de Pianjy. La ocupación egipcia no se sostiene.

Tras la retirada egipcia, Napata siguió siendo la capital religiosa y principal necrópolis durante algún tiempo. En Nuri continuaron los enterramientos reales y en la cercana Gebel Barkal se construyeron al menos veintitrés pirámides en ese período, de estilo alargado y con pequeñas gradas que son conocidas como las pirámides de Nuri.

De los principales señores de los siglos V y VI a. C. se conservan solo monumentos y, a menudo, únicamente la pirámide de los reyes. Egipto es conquistado por el rey persa Cambises II, quien fracasa en intentar extender su control hacia Nubia y Libia.

Los nubios se fortalecieron desde finales del siglo V a. C. Al menos se produjo un incremento en la actividad constructora de los reyes, de los que se conservan inscripciones sobre diferentes acontecimientos. Harsiotef reinó durante treinta y cinco años al menos.

Hay testimonios de la lucha contra nómadas, que amenazaban al reino, y también del viaje de su coronación, en el que visitó todos los templos importantes del país para obtener el beneplácito de todos los dioses.

Las inscripciones de estos reyes se realizaron en jeroglíficos egipcios, aunque se puede observar que el conocimiento de este sistema de escritura se fue perdiendo. Los textos de Aryamani son apenas legibles.

Cementerio sur de Meroe, en el que se encuentra la tumba de la reina Khennuwa
Cementerio sur de Meroe, en el que se encuentra la tumba de la reina Khennuwa

Fase meroítica

Arkakamani en el año 280 a. C. fue el primer rey de la época meroítica. Es uno de los pocos reyes que mencionan los autores clásicos, como Diodoro Sículo. Diodoro relata que Arkakamani conocía la filosofía griega y que fue rechazado por los sacerdotes. Estos decidieron que el rey debía morir. Arkakamani se opuso a esta orden, derrotó a los sacerdotes con su ejército y los mató.

Arkakamani dio comienzo una nueva época. Aunque Meroe ya era la capital de Kush, fue Arkakamani el primero en construir allí su pirámide. En su tiempo se abandonarán para siempre los rasgos egipcios y el arte y la cultura se africanizarán, incorporando también elementos helenos.

De los reyes que sucedieron a Arkakamani se sabe muy poco, a menudo solo se tiene constancia de ellos por sus pirámides. Arnekhamani, que posiblemente reinó hacia 220 a. C., construyó un gran templo en al-Musawwarat as-sufra.

Hay indicios de que Kush atacó el Egipto ptolemaico y se apoderó de la Baja Nubia. Se conservan templos de tiempos de los reyes Adikhalamani y Arqamani, con evidencias de que la región estaba bajo dominio nubio.

Del reinado de la reina Shanakdakhete es de cuando se conservan inscripciones en escritura meroítica. Posteriormente, gobernarían a menudo reinas con el título de kandake, como Amanirenas o Amanishakheto. Las reinas aparecen nombradas a menudo en los textos antiguos. El tesorero de una de ellas, posiblemente Amanitore, nombrado en la Biblia, predicó el cristianismo.

Figura que probablemente represente a Natakamani, un rey de Meroe
Figura que probablemente
represente a Natakamani,
un rey de Meroe

En los años 24/25 a. C. se produjo un conflicto militar con Roma. César Augusto envió tropas hacia Nubia para conquistar la región. La antigua capital Napata sufrió grandes daños en la guerra contra los romanos y fue saqueada. Las tropas asolaron también otros lugares antes de ser derrotadas por los nubios.

En esta época parece que reinó la reina Amanirenas, era la que gobernaba en ese momento histórico, pues se conservan indicios de su victoria. Los textos, sin embargo, siguen sin comprenderse demasiado, pues sólo se han podido descifrar palabras clave como Roma.

El rey Natakamani y su reina Amanitore aparecen nombrados en templos de toda la región. Bajo su mando se dio una sobresaliente cultura y un fuerte comercio mediante caravanas con Egipto y la península Arábiga. Esto se interpreta como un constante declive del reino meroítico.

La carencia de inscripciones regias puede tener otras causas, como, por ejemplo, que se construyeran pocos templos de estilo egipcio y que se diera menos importancia a las pirámides.

Estos templos y pirámides son, sin embargo, de la poca información que se conserva de esta época. Por entonces, la Baja Nubia experimentó un florecimiento. La presencia de muchos cementerios con sepulturas relativamente opulentas atestigua un bienestar general. Esto pudo deberse al comercio con el Imperio romano.

Los últimos reyes meroíticos datan de poco después del año 300. El periodo de declive del reino permanece, para nosotros, todavía en la penumbra. Hay registro de la delegación de un rey nubio enviada a la corte del césar Constantino, bajo cuyo reinado todavía existía el Reino de Kush.

Se supone que el rey Ezana de Etiopía conquistó Meroe. En Meroe se encontraron inscripciones etíopes, que atestiguan la ocupación. Sin embargo, investigaciones recientes se muestran cautas sobre este aspecto. Ezana podría no haber visto nunca Meroe y su relato ser ficticio, pues la identificación de los lugares y pueblos nombrados es incierta.

Las reliquias etíopes de Meroe puede que sean botines obtenidos de los etíopes. En cualquier caso, es seguro que el reino se hundió y se formaron tres nuevos reinos en Nubia: Alwa, Makuria y Nobatia, cuya cultura era, en parte, fuertemente meroítica.

Todavía se emplearon durante largo tiempo la escritura y la lengua meroíticas, como en la inscripción del rey Charamadoye, rey de Nobatia en el año 410 d. C. Más tarde serían sustituidas por la escritura y lengua griegas.

LA RELIGIÓN NAPATA

El templo Apedemak
El templo Apedemak

Esta nueva religión oficial se veneró en el interior de majestuosos templos, que seguían teniendo características egipcias y de la etapa napatiense, siendo construidos, por lo general, en adobe, reservándose la piedra para columnas y altares, así como conservando su carácter adintelado.

Las novedades introducidas fueron pocas, pero significativas, como la creación de un quiosco exterior, en medio del dromos, que era el paseo de entrada al templo, en donde se situaban las famosas estatuas de carneros.

Este quiosco sirvió para custodiar la barca del dios que era usada en las procesiones. En el exterior de construía también un altar, con rampa de acceso. Como muchas civilizaciones de la antigüedad,

Kush empleó sus templos, no solo como espacios de culto, sino también como lugares de comercio, de propaganda oficial y, lo que resulta también muy interesante, como cárcel. Los kushitas internaron muchas veces a sus enemigos, en especial a los romanos, en estas cárceles rituales, custodiadas por centinelas sagrados.

En el templo también se cobijaban tesoros de alto valor material o simbólico, a veces una combinación de ambos, como era el caso de la corona ceremonial de los reyes de Meroe, que se conservaba en un templo de la antigua capital, Napata. En el aspecto funerario, los reyes de Meroe seguirán enterrándose en pirámides.

La mujer kushita

La mujer en Kush, y en especial durante esta etapa de africanización y distanciamiento del mundo mediterráneo, fue ganando importancia política y económica, aunque hace falta un mayor estudio para poder averiguar hasta qué punto se puede hablar de cierta equidad o igualdad.

Representación de la Kandake Amanirenas (40 a. C.-10 a. C.)
Representación de la Kandake
Amanirenas (40 a. C.-10 a. C.)

El reino de Kush fue gobernado por reinas, bajo el título de Kandake. Amanishaketo fue la más famosa de todas, gracias a la amplia colección de tesoros suyos que se conservan en Berlín actualmente, pero también por haber sido mencionada en la Biblia (Hecho de los apóstoles 8,27).

Sin embargo, hubo otra Kandake que ganó fama por su enfrentamiento contra los romanos, Amanirenas. Se cree que fue ella a la que Estrabón se refirió como Candace en su relato de la guerra romana contra Meroe entre los años27 al22 a. C. que la describió como valiente y ciega de un ojo.

Como en muchos relatos de historiografía romana, la guerra se interpretó como en defensa de los ataques que recibieron los romanos de Kush. Sin embargo, ya vimos como el reino se encontraba en un momento de repliegue sobre sí mismo y al margen del Mediterráneo, por lo que no parece factible una ofensiva por su parte.

Roma se encontraba en plena expansión; comenzaba su imperio, Augusto estaba en el poder y las ricas tierras al sur de Egipto, recientemente anexionado, debieron de despertar su interés. Sin embargo, Amanirenas y su hijo Akinidad lograron vencer a Roma en varias ocasiones, diciéndose incluso que la reina hizo enterrar una estatua de Augusto en la entrada de su palacio para poder pisarle cada vez que entrara alguien.

Vista aérea de las pirámides de Meroe en el año 2001
Vista aérea de las pirámides de Meroe en el año 2001

SU CULTURA

Otro de los signos más importantes de la cultura meroítica, en su proceso de indigenización, fue el abandono de la escritura egipcia y el surgimiento de una propia, que, hasta día de hoy, permanece apenas descifrada, salvando algunas inscripciones funerarias tópicas y recurrentes.

Cuando se encontraron los primeros textos pertenecientes a esta lengua surgieron varias hipótesis acerca de su procedencia y pertenencia; una de ellas defiende que la lengua meroítica está relacionada con las lenguas que actualmente se hablan en Nubia y con otras lenguas Nilo-saharianas. Otra de las teorías es que pertenece a las lenguas de la rama afroasiática.

Existen varios estudios que intentan resolver este problema, pero lo cierto es que hay mucha controversia entre todos los especialistas. Estos intentos de hacer antropología comparada son, poco fiables dada la distancia temporal que separa a las poblaciones actuales de los últimos momentos del reino de Kush, de al menos mil años.

En cuanto a la escritura, esta hace referencia a dos tipos alfasilabarios, que comenzó a desarrollarse a partir del primer periodo meroítico, aunque existen especulaciones sobre si su origen se sitúa en el período napatiense. 

Se tiene constancia de al menos dos tipos de escritura; por un lado, tenemos el meroítico cursivo, usado para el mantenimiento de registros, se escribe horizontalmente de derecha a izquierda y, por otro lado, el meroítico jeroglífico, esta escritura fue utilizada en documentos religiosos y reales, escribiéndose de forma vertical, de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda y en ocasiones de forma horizontal.

La escritura de la que tenemos más vestigios es la cursiva. Diodoro Sículo menciona estos tipos de escritura en su Bibliotheca histórica (Libro III, 1-14). Francis Llewellyn Griffith entre los años 1862 al 1934, fue el que consiguió descifrar con mayor éxito algo de la escritura meroítica, comparando palabras con otras pertenecientes a la escritura griega y egipcia, intentando obtener una conclusión por el parecido entre unas y otras.

El uso de la escritura cursiva meroítica continuó hasta el proceso de cristianización de Nubia en el siglo VI d.C.


Bibliografia

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Clark, Roland Anthony Oliver, J. D. Fage, G. N. Sanderson, A. D. Roberts, Richard Gray, John Flint, Michael Crowder. “The Cambridge history of Africa”. 1975.
Desroches Noblecourt, Ch. “Las ruinas de Nubia. La gran epopeya de la egiptología”. 1997. Barcelona.
Dows Dunham, M. F. Laming Macadam. “Names and Relationships of the Royal Family of Napata”. 1994. Journal of Egyptian Archaeology 35.
Edwards, David N. “The nubian past, an archaeology of the Sudan”. 2004.
Lara Peinado, Federico. “Estudio histórico del entorno geográfico de Debod”. Universidad Complutense de Madrid.
Scholz, Piotr O. “Nubien. Geheimnisvolles Goldland der Ägypter”. 2006. Stuttgart. Theiss, ed.
Welsby, Derek A. “The Kingdom of Kush”. 1996. British Museum Press, ed. Londres.


[1] Los blemios conocidos como blemitas o bleminges, fueron un antiguo pueblo inicialmente nómada, que habitó desde el segundo milenio a. C. hasta el siglo V d. C. inicialmente en la Baja Nubia. Los blemios terminaron por desplazarse sucesivamente a las regiones montañosas del desierto oriental del Alto Egipto y la Alta Nubia, y así pudieron dominar el Dodekaschoinos.

El Reino de Kush