miércoles. 01.05.2024
Las señoritas de Aviñon
Las señoritas de Aviñon

El Primitivismo es una de las vertientes constitutivas del arte moderno, aunque su importancia no ha sido suficientemente considerada. El presente proyecto se propone investigar la reelaboración de lo "primitivo" que se realiza en el arte moderno, comenzando en el siglo XIX y acentuándose de manera radical con los movimientos de vanguardia del siglo XX. 

Son muy pocos los movimientos artísticos del siglo XX que hayan escapado a esta influencia, y su referencia a lo "primitivo" es un elementos de definición estilística en sí misma y de crítica de la propia tradición europea, fundamentada en la teoría clásico-naturalista del arte.

A lo largo de la época contemporánea el primitivismo ha pasado por diversas fases:
a) una influencia formal en los artistas de principios del siglo XX, refiriéndose a los objetos de arte primitivo, por su realización de un lenguaje formal no mimético, sintético y abstracto; b) un interés en la presencia del mito y el rito en su relación con el arte, el sueño y el inconsciente, fundamentalmente a partir del surrealismo y de los movimientos posteriores nutridos de su influencia y c) un interés por la sociedad primitiva, en su organización social y en sus formas de pensamiento, a partir de los años 1970 y hasta nuestros días, expresado en la formulación de nuevas formas artísticas como el happening, performances, body art y land art.

Se atribuye a VlaminckMatisseDerain y a Picasso junto con otros artistas de principios del Siglo XX (p.e. los miembros de Die Brücke en Alemania) el descubrimiento del “arte primitivo” (o arte negro) como fuente de estímulo para la orientación de una cierta renovación de la concepción del Arte de principios del Siglo XX y sobre la naturaleza y la práctica del arte. Esta afirmación implica atribuirles una sustancial responsabilidad en el proceso cultural de su puesta en valor como tal (i.e. en tanto que “Arte”) y de transformar la sensibilidad estética del mundo del arte occidental en la línea apuntada por Guillaume Apollinaire en 1917: «C’est par une grande audace du goût que l’on en est venu à considérer ces idoles negres comme des véritables oeuvres d’art».

Numerosos artistas (principio siglo XX) encontraron en su interpretación de lo primitivo una forma de hacerse eco de la repulsa hacia la sociedad, la moral y la cultura burguesas

“Lo primitivo” es un topo compuesto de deseos, ideas, valores, categorías y prejuicios que en Occidente se había estado configurando y articulando desde el siglo XVIII. Este topos resultó clave para que numerosos artistas, considerados modernos, se opusieran precisamente a los procesos racionalizadores de modernización que caracterizaban la sociedad europea del cambio de siglo. Artistas como Gauguin, Picasso, Matisse, Derain, Vlaminck, Brancusi, Giacometti, Klee, Nolde, Kirchner, etc… encontraron en su interpretación de lo primitivo una forma de hacerse eco de la repulsa hacia la sociedadla moral y la cultura burguesas que con tanta vehemencia y fortuna había sido manifestada, entre otros, por poetas como Baudelaire. 

Es evidente que han sido las exploraciones primitivistas de los artistas de principio del siglo XX (fauvistas, expresionistas, cubistas y surrealistas) los que han puesto en valor los elementos plásticos del discurso primitivista en las piezas de Arte Primitivo, esto es: son los responsables del reconocimiento “público” del Arte Primitivo en tanto que Arte.

 La apreciación de las cualidades artísticas del arte primitivo exigía un cambio de paradigma en el sistema de valoresde apreciación artística análogo en parte al que se exigía para apreciar sus propias producciones. Es significativo que para el primitivismo de los artistas de vanguardia el conocimiento de los objetos, sus usos y significado de origen no tuviesen la menor importancia: el primitivo es un ideal, no hay ningún interés por conocer al artista detrás de la obra. 

Picasso Costa de Marfil
Picasso | Costa de Marfil

En cuanto al cubismo, Lévi-Strauss estableció que estos artistas volvieron a encontrar la verdad semántica del arte, pues su ambición esencial fue significar, no solamente representar. El antropólogo entendió que los cubistas estaban inspirados en el arte de culturas originarias, y que por ese motivo serian conscientes de aquellas cuestiones que esas artes les aportaron. Por otra parte, el antropólogo estableció que con el ready-made los artistas modernos tuvieron una idea muy importante: el hecho de decidir que un objeto cualquiera es una obra de arte. Esta conversión de un objeto en otro operó según Lévi-Strauss separando el significado del significante inicial del objeto, y otorgándole un significado nuevo. Significado éste que manifiesta nuevas propiedades que se hallaban latentes en él: de armonía, de equilibrio, o de rareza, etc.

Dos de los rostros, los de aspecto más cubista de los cinco, que asemejan máscaras, se deben a la influencia del arte africano

Las señoritas de Aviñon
Las señoritas de Aviñon

Así Picasso, en Las señoritas de Aviñón, o más correctamente, Las señoritas de la calle de Avinyó, es un cuadro pintado en 1907, que se conserva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Este cuadro, que marcó el comienzo de su Periodo africano o Protocubismo, imprime un nuevo punto de partida donde Picasso elimina todo lo sublime de la tradición rompiendo con el Realismo, los cánones de profundidad espacial y el ideal existente hasta entonces del cuerpo femenino, reducida toda la obra a un conjunto de planos angulares sin fondo ni perspectiva espacial, en el que las formas están marcadas por líneas claro-oscuras. Dos de los rostros, los de aspecto más cubista de los cinco, que asemejan máscaras, se deben a la influencia del arte africano, cuyas manifestaciones culturales comenzaron a ser conocidas en Europa por aquellas fechas.

En este cuadro, Picasso anticipa los descubrimientos que hizo explícitos en sus cuadros cubistas: casi borra la tradición de perspectiva occidental de 500 años al allanar sus siluetas de carne en un espacio que no va a ninguna parte. Es esta violencia visual la que libera su erotismo, porque borra cualquier significado o narrativa. Después de la primera guerra mundial, André Breton llegó al estudio de Picasso, vio Las señoritas de Avignon y lo reconoció como la obra maestra moderna definitiva. Breton, el líder de los surrealistas, vio en él un cuadro sobre la amenaza revolucionaria del inconsciente, y tenía razón.

Por último, compartir esta reflexión de Aristóteles: ”La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia”.

Influencia del arte primitivo en el arte europeo del siglo XX