lunes. 29.04.2024
feijoo

El Sr. Feijóo accedió a la Presidencia del Partido Popular tras la defenestración de su antecesor en el cargo, Sr. Pablo Casado, a través de una especie de revuelta palaciega que sin duda contó con su aquiescencia. El Partido Popular no pudo soportar que su presidente, elegido en un Congreso Nacional, Sr. Casado, se atreviese a cuestionar el comportamiento, éticamente reprobable y políticamente inaceptable en democracia, de la Sra. presidenta de la Comunidad de Madrid, en relación a una cuantiosa comisión conseguida por su hermano en una compra de mascarillas en momentos donde morían cientos de personas en Madrid a causa del virus de la Covid.

Hasta entonces, la sociedad española en su conjunto tenía un conocimiento escaso del actual líder del Partido Popular y candidato a la Presidencia del Gobierno en las elecciones generales a celebrar el próximo día 23 de julio. Los ciudadanos del país, salvo los gallegos, tenían de Feijóo la imagen que transmitían los diferentes medios de comunicación que mostraban una figura de persona moderada, seria, rigurosa, muy preparada y dialogante.

Ha sido ahora, tras su llegada al Senado y particularmente durante la campaña de las elecciones autonómicas y municipales pasadas y en ésta de generales del 23J, cuando los ciudadanos del conjunto del Estado han podido conocer mejor la verdadera cara del Sr.  Feijóo; ciertamente lo que han contemplado, visto, y oído los ciudadanos, no ha sido ni tranquilizador ni edificante. Me explicaré.

En primer lugar, creo perfectamente entendible que en la confrontación política se puedan realizar afirmaciones inexactas, salidas de tono y utilización demagógica de distintos temas para intentar restar credibilidad al adversario político; guste o no, ello ocurre y todos los responsables políticos actúan así.

Ahora bien dicho lo anterior, en mi opinión la llegada a la política nacional de Feijóo ha supuesto que en el debate político se haya producido un deterioro muy preocupante, la utilización de la mentira como elemento nuclear en el debate político. Ha sido el candidato del Partido Popular, quién ha hecho de la mentira su principal arma para intentar derrotar al presidente del Gobierno y candidato socialista a la Presidencia del Gobierno.

No considero oportuno enumerar una vez más las abundantes mentiras que el Sr. Feijóó ha expresado en todos los medios de comunicación donde ha intervenido o ha sido entrevistado; esas mentiras han quedado reflejadas con absoluta claridad en medios de comunicación que no forman parte del entramado mediático que lleva muchos meses tratando de llevarle a la Moncloa. Han sido profesionales que hacen sólo periodismo, periodismo de verdad, y no utilizan la palabra como slogan.

Ahora bien, sí me parece oportuno detenerme en dos mentiras que por haber sido expresadas de forma reiterada por el Sr. Feijóo, y referirse a temas muy importantes creo merecen alguna reflexión.+

La primera de esas dos mentiras es la reiterada afirmación que expresa Feijóo, indicando que el Partido Popular siempre que ha gobernado ha subido las pensiones según el IPC. Esta mentira, que no inexactitud, repetida muchas veces, la volvió a realizar el candidato Feijóo en el programa matinal " LA HORA DE LA 1" de la televisión pública, donde fue entrevistado por la periodista Silvia Intxaurrondo.

Esta profesional de la información le preguntó al Sr. Feijóo si revalorizaría las pensiones de acuerdo con el IPC si llegara a gobernar tras el 23J, el candidato del PP contestó que sí y añadió una vez más su mentira, que el Partido Popular siempre lo había hecho cuando gobernó; esa afirmación era falsa y así se lo hizo saber la periodista. Fue en ese momento cuando aparecieron dos nuevas virtudes del Sr. Feijóo: el cinismo y la soberbia.

Con un talante muy desabrido, no sólo puso en duda los datos de la periodista, sino que con un tono retador impropio de quien aspira a ser Presidente del Gobierno, dijo que no sabía de donde la Sra. Intxaurrondo sacaba los datos (eran datos oficiales) y que debería rectificar en su programa si no eran ciertos; también indicó el Sr. Feijóo que si él era el equivocado rectificaría y pediría excusas. A fecha de hoy y salvo alguna declaración reciente que desconozca, no se ha pedido excusas de manera expresa a la periodista Sra. Intxaurrondo, ni tampoco se ha asumido la mentira, el Partido Popular y Feijóo hablan sólo de inexactitud. Un ejercicio perfecto de cinismo del candidato Feijóo y su partido.

Algunos dirigentes de su formación tienen una idea muy peculiar de cómo ejercer el periodismo. Así pudimos asistir a las declaraciones del ilustrado Sr. García Margallo, donde se asombraba y ponía en tela de juicio que un profesional que entreviste a un responsable político pueda rebatir a este si lo que afirma no es verdad. Eso también le debió parecer al Sr. Feijóo, a tenor del tono soberbio con que respondió a la periodista cuando ésta le indicó que su afirmación no era correcta. Otro dirigente, el Sr. González Pons manifestó su indignación y volvió a poner en duda la profesionalidad e imparcialidad de la Radiotelevisión pública. En fin, el PP de siempre.

Es cierto que el Sr. García Margallo rectificó sus declaraciones y asumió que se había equivocado de la cruz a la raya, pero no deja de sorprender que un hombre tan ilustrado como él, pueda cometer un error en una cuestión tan básica en democracia, como es el respeto al derecho que los ciudadanos tienen de recibir una información veraz y la obligación de los profesionales de los medios de comunicación de garantizarla al máximo.

En esa misma entrevista el Sr. Feijoó volvió a mentir en un tema de gravedad pues afecta a la Seguridad Nacional, me refiero al espionaje llevado a cabo en el teléfono móvil del presidente de Gobierno Pedro Sánchez y tres ministros de su gobierno, en el marco del llamado Caso Pegasus. Tras más de un año de investigación, la Audiencia Nacional ha cerrado la investigación por falta de cooperación del gobierno de Israel.

Pues bien, el Sr. Feijóo en el cara a cara con el Sr. Pedro Sánchez, incluyó una mentira sobre esta cuestión dentro del saco de mentiras que vertió a lo largo del debate. El candidato del P.P, vendido como político serio, riguroso, solvente y moderado, le dijo al presidente del gobierno que el juez había archivado el caso por su falta de colaboración.

Una mentira tan escandalosa en un tema de enorme trascendencia con el único objetivo de desprestigiar al Presidente del gobierno, muestra de manera clara que Feijóo no está preparado para ser Presidente de gobierno en un país como España; en la misma entrevista con la Sra. Silvia Intxaurrondo, al ser preguntado por qué había afirmado que la falta de colaboración por parte del Presidente de gobierno había sido la causa del archivo del caso , el Sr. Feijóo, pillado en otra mentira más, empezó a divagar diciendo que lo había visto en un teletipo de alguna agencia.

No había agencia ni teletipo, era una mentira más que mostraba esta virtud del candidato a presidente de gobierno, Sr. Feijóo, la mentira reiterada como forma de hacer política.

Hay dos cuestiones que afectan directamente al candidato Feijoó y que hoy a escasos días de ir a votar no han sido suficientemente aclaradas; en democracia es exigible que cualquier candidato a la Presidencia del Gobierno tiene la obligación de despejar cualquier duda sobre estas cuestiones.

La primera cuestión se refiere a las retribuciones que el candidato Feijóó recibe desde el momento en que llega al Senado y asume la Presidencia del Partido Popular. A fecha de hoy, el Sr. Feijóo no ha hecho público sus retribuciones y parece razonable pensar que los españoles podamos tener interés en conocerlas, toda vez que tanto sus retribuciones como Senador y en una gran medida las que pueda recibir del Partido Popular se realizan con dinero público.

Hacer públicas esas retribuciones sería un obligado ejercicio de trasparencia en quién opta como candidato a ser Presidente de gobierno, más aún si lo es por un partido, el Partido Popular, en el que se ha acreditado la existencia de una caja B (dinero negro) durante muchos años. La reticencia a hacer públicas sus retribuciones, generan una sensación de opacidad que el Sr. Feijóo debiera ser el primero en querer evitar.

Otra cuestión pendiente de aclaración precisa y veraz es la relación de amistad del Sr. Feijóo en los años 90 con Marcial Dorado, muy conocido en Galicia desde antes de esas fechas y que años después fue condenado por narcotráfico. Esta relación de amistad tiene relevancia hoy y la tuvo antes, porque el Sr. Feijóo como persona anónima puede tener las amistades que quiera, sean o no, personas honorables, pero si ocupa un cargo público el tema trasciende de lo privado y exige dar explicaciones convincentes para eliminar cualquier género de dudas.

Estos días el Sr. Feijoó ha vuelto a manifestar en algún medio que desconocía las actividades del Sr. Marcial Dorado cuando pasaba con él días de asueto y vacaciones, es la misma respuesta que en 2018 do al periodista Jordi Évole cuando lo entrevistó en su programa.

Esta respuesta que hoy sigue dando el Sr. Feijóo es difícilmente creíble, la figura de Marcial Dorado y sus actividades habían aparecido en diferentes periódicos, en las Rías Baixas se sabía de sus actividades presuntamente delictivas. Hoy mismo, ha aparecido publicada la noticia de la contestación que el actual Presidente de la Xunta de Galicia Sr. Alfonso Rueda ha dado en rueda de prensa posterior  a la reunión de su gabinete cuando se le ha preguntado por este asunto. El Sr.  Rueda ha dicho que conocía las mismas noticias que conoció todo el mundo. Parece ser que todo el mundo menos el Sr. Feijóo.

Lo verdaderamente relevante es que cuando el Sr. Feijóo pasaba vacaciones con Marcial Dorado era un alto cargo de la Administración Pública de Galicia, era el número dos de la Consejería de Sanidad de Galicia cuyo titular era el Sr. Romay Beccaría.

El Sr. Feijóo sostuvo que a finales de los años 90 rompió su relación con Dorado al enterarse según dice de sus actividades ilícitas, pero lo cierto es que el actual candidato a Presidente de Gobierno, Sr. Feijóo, siguió manteniendo conversaciones telefónicas con Marcial Dorado siendo Presidente de Correos; estas conversaciones fueron interceptadas tal y como reveló el juez que detuvo a Marcial Dorado por narcotráfico cuyo teléfono estaba pinchado

OPACIDAD otra vez en este turbio asunto.

Para concluir, creo que sería necesario plantarse una pregunta: ¿Puede ser Presidente de Gobierno un candidato  que miente continuadamente, que mantiene zonas opacas en su biografía, que ignora la trasparencia como exigencia democrática a todo responsable político? En mi opinión NO.

En cualquier otra democracia consolidada la carrera política del Sr. Feijóo ya estaría concluida hace años.

El 23J los españoles acudiremos a votar, deberemos acudir masivamente e impedir con nuestro voto que pueda gobernar la mentira, la falta de trasparencia, la opacidad, la censura, los ataques a los derechos y libertades. Ello será posible si los partidos de izquierda permanecen en el gobierno. ADELANTE y SUMAR es la garantía.

Las virtudes del candidato Feijóo: mentira, cinismo, soberbia y opacidad