sábado. 27.04.2024
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Feijóo quiere auditar las cuentas del Estado, pero quizá debiera comenzar por las de su propia casa y clarificar lo que contenían aquellos ordenadores cuyos discos duros fueron destruidos a martillazos. Curioso protocolo informático. Tampoco sabe contestar a preguntas muy a simples. ¿Cuánto le abona el Partido Popular como gastos de representación? Si no le basta el sueldo de Senador, es obvio que será partidario de incrementar sobremanera el salario mínimo Interprofesional, salvo que distinga entre gentes pagadas requetebién y las que no merecen igual suerte por dedicarse a trabajar. ¿A quien afectaría su generosa rebaja de impuestos? ¿Se beneficiarían quienes pagan poco por tener ingresos muy modestos o los que recaudan horrores y podrían permitirse un gesto solidario?

Tampoco responde a lo que opina sobre la odiosa consigna de Txapote. Podría decir que la desprecia, porque no se puede jugar con el nombre de un asesino para rentabilizarlo políticamente. Pero no dice ni pío, porque nunca se moja. Recordemos cómo nos recordó su compromiso con el pueblo gallego, cuando tenía que confrontarse con Casado, Cospedal y Santamaria para presidir el PP. Las lágrimas afloraron a sus ojos. En cambio, los gallegos no le frenaron para presentar en solitario su candidatura, una vez que Ayuso defenestró a Casado. Feijóo tiene sus principios, que son bastante acomodaticios. Tampoco le importa declararse ignorante, si lo considera una eximente. Debía ser el único gallego que desconocía las actividades de quien le paseó en una lancha embadurnado con protector solar. Seguro que Marcial Dorado tampoco sabía quién era él y lo confundió con un inmigrante al que debía rescatar del mar.

Feijóo tiene sus principios, que son bastante acomodaticios. Tampoco le importa declararse ignorante, si lo considera una eximente

Seguro que si le preguntan por el “Txapapote”, igual da por buena la versión del entonces vicepresidente Mariano Rajoy, quien al principio despachó el problema hablando de unos hilillos. Lo del “nunca mais” le debe parecer a Feijóo una divisa izquierdista, digna de filoetarras independentistas obsesionados en calumniar al incorrupto Partido Popular. Feijóo se propone derogar el sanchismo para que Otegi no siga gobernando España. Un objetivo utópico en sentido literal, puesto que Bildu se ha limitado a secundar cosas como la revalorización de las pensiones. Pasarse de frenada y apostar por el esperpento tiene sus riesgos. Hay que convencer del embuste a la mayoría y no solo a los ya persuadidos de antemano. Ha calado el discurso de que se ha okupado ilegítimamente La Moncloa y se han hecho las cosas muy mal. Pero convendría detallar lo mal hecho y presentar con claridad qué alternativa se presenta para paliar tanto desmán abstracto.

Un par de dudas. ¿Cuánto le da mensualmente el Partido Popular como sobresueldo? ¿Por qué desconfía de los jefes que hay en Correos quién lo presidió? ¿Qué opina del Txapapote? ¿Aprueba la gestión que hizo Rajoy de aquel problema y el mensaje que le puso a Luis Bárcenas una vez encarcelado? ¿Por qué no toca ya vender el edificio de Génova estigmatizado por una financiación irregular? ¿Cómo describiría la gestión que hizo Rodrigo Rato al frente de Bankia? ¿Suscribe la guerra de Irak y las razones que adujo Aznar para secundarla? ¿Piensa que ETA estuvo detrás del 11M? ¿Salvo Franco a España de un régimen totalitario? Esto no es es un Galope de Gish, sino un simple cuestionario para quien pretender presidir el gobierno de España. Consulte con su asesora por favor.

¿Qué opina Feijóo del Txapapote, sin parapetarse tras el Galope de Gish?