Según las investigaciones, es cada vez más evidente que en Metro de Madrid no se adoptó ni una sola medida destinada a proteger a los trabajadores y trabajadoras, a pesar de que se sabía de la presencia de amianto en coches e instalaciones. No fue hasta los primeros diagnósticos de enfermedades cuando se empezó a informar y a tomar medidas, pero el daño ya estaba hecho, muchos trabajadores y trabajadoras ya habían inhalado el amianto que ahora les está provocando enfermedades y muertes.
Santos González fue el primer trabajador que tuvo un diagnostico relacionado con la exposición al amianto en Metro de Madrid. Se le reconoció la enfermedad profesional en 2018, dos años después de comunicar a Metro su enfermedad. Desde su primer diagnostico, que no el último porque hace apenas un mes desarrolló un cáncer de pulmón, su vida ha sido un calvario, viendo cómo su enfermedad se iba agravando y sobrellevando una angustia vital muy grande, que sin embargo no le impidió luchar para que se conociese la verdad, declarando y contando cómo había sido su trabajo en Metro.
107.000 muertes anuales provoca el amianto
Cada día que pasa se incrementa el número de fallecimientos y de personas afectadas por enfermedades profesionales como consecuencia de la exposición y manipulación del amianto. En este momento son ya siete los trabajadores muertos por amianto en Metro de Madrid, y hay reconocidas otras siete enfermedades profesionales, entre ellas la de un trabajador de una empresa de limpieza, y otros cinco casos más en estudio.
Desde Comisiones Obreras quieren expresar su dolor por el fallecimiento de Santos González, compañero de Metro de Madrid y afiliado al sindicato durante más de 43 años
Desde la federación madrileña del sindicato Comisiones Obreras piden a la Dirección de Metro que "no añada más sufrimiento a sus trabajadores y trabajadoras, y que no continúe en la senda de recurrir los recargos de prestaciones y todas aquellas enfermedades profesionales que el Instituto Nacional de la Seguridad Social", a instancias muchas veces del propio sindicato, va reconociendo principalmente en trabajadores ya jubilados y cuyas patologías habían pasado como enfermedades comunes. Reclama a Metro de Madrid que no siga profundizando en el sufrimiento, la angustia y el dolor de las víctimas y de sus familiares y compañeros y compañeras.
Además de a Santos, CCOO representa otras cinco acusaciones particulares en el juicio del caso amianto en Metro de Madrid, pospuestas hasta en tres ocasiones por diferentes motivos. Hay que recordar que se trata de una denuncia presentada por la sección de siniestralidad laboral de la Fiscalía Provincial de Madrid contra siete responsables de salud y prevención de riesgos laborales a los que se les imputa la presunta comisión de tres delitos: uno contra los derechos de los trabajadores y los otros dos por homicidio imprudente y lesiones por imprudencia por ocultar a los trabajadores durante décadas que trabajaban con amianto.
El sindicato espera que la Justicia haga lo que su nombre indica y condene a los verdaderos responsables de estas muertes. El daño causado ya no se puede revertir, pero no se debe hacer sufrir más a las víctimas
Al sindicato le corresponde asegurarse de que nunca más, por desconocimiento o negligencia, se vuelvan a reproducir situaciones como la de Metro, pero también acompañar y resarcir a las víctimas como Santos y sus familias es una obligación que como sociedad se debe asumir y se debe exigir a empresas y administraciones.
