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Pablo D. Santonja | @datosantonja
"Gente encerrada en sitios" es una obra de teatro escrita por el dramaturgo Enrique Montero, con la interpretación de Colette Casas y Lourdes García, donde sacan adelante esta obra coral de más de 10 personajes, pero sólo dos actrices.
La trama de la obra gira en torno a un grupo de personajes muy diversos que se encuentran encerrados en diferentes espacios, ya sea física o emocionalmente. A lo largo de la obra, estos personajes interactúan entre sí, revelando sus miedos, anhelos, frustraciones y deseos más profundos. A medida que avanza la trama, el público descubre las conexiones ocultas que existen entre ellos y cómo sus vidas se entrelazan de formas inesperadas.
Uno de los aspectos más destacados de "Gente encerrada en sitios" es su estructura no lineal y fragmentada. La obra se compone de una serie de viñetas o escenas cortas que se suceden unas a otras de manera no cronológica, creando así un mosaico narrativo complejo y fascinante. Esta estructura permite crear situaciones salvajes, bizarras, extrañas, y cargadas de un humor negro único que caracteriza a toda la obra.
Otro elemento característico de la obra es su propia concepción como obra de teatro, difuminando la cuarta pared y mostrándose cercana al público siendo un elemento más para completar las escenas y sirve de reclamo en algunos fragmentos.
Además, "Gente encerrada en sitios" destaca por su uso innovador del espacio escénico. Sin apenas mobiliario, a lo largo de la obra, los personajes están literalmente encerrados en diferentes espacios físicos, como habitaciones, ascensores o incluso espacios mentales abstractos. Este uso simbólico del espacio contribuye a crear una atmósfera claustrofóbica que otorga un carácter de urgencia a cada sketch, dejando trazar pequeños hilos entre unos y otros que los conectan de forma ágil y desenfadada, presentando pistas y provocando que el espectador una los puntos.
“Gente encerrada en sitios” es un “rara avis” dentro del mundo del teatro, presentando un esquema innovador que te deja atrapado de principio a fin, con multitud de referencias a la cultura popular, lenguaje mundano y reconocible por todos, sin grandes elocuencias, pero con mensajes potentes en algunos fragmentos (mis respetos a ese fragmento de “La Radio”) y momentos de verdadera genialidad que harán, seguro, se escape una carcajada.
La obra se representará en el Teatro Lara los miércoles de marzo, por lo que si quiere una comedia que deje un buen sabor de boca, esta es la suya. Ágil, directa, contundente y muy bien estructurada.
