viernes. 26.04.2024

A tomar por saco las estadísticas del Madrid y de Moruinho de victorias en casa. En una acción de titanes, que muy pocos han conseguido, nos ha dejado a los feligreses del fútbol sin la emoción, sin el picante, sin la aventura que es este juego. Lo consiguió un equipo rojiblanco y batió a Casillas Miguel de las Cuevas. Pero no, no se engañen, no fue el Atleti, fue el equipo de Gijón.

No pude ver el partido hasta dos minutos antes del zapatazo de Miguelito quien, en una contra marcó al imbatible Casillas quien se quedó de rodillas mirando la pelota con la expresión clara de que me la ha jugado. El mismo portero que en el minuto 92 sacaba un fuera de banda y quien en el minuto 94 subía a intentar marcar de cabeza en un corner. Mis ojos no daban crédito a lo que estaba viendo. Y todo eso después de que Manuelito desaprovechara incontables ocasiones de marcar al, esta vez sí, imbatible Juan Pablo. Unas veces el portero, otras los defensas, o el palo, se encargaron de evitar el gol madridista en la avalancha de los minutos finales. Aquella flor en el culo, que citaba Miguel Muñoz, parece que se ha marchitado. No es por nada, pero lo venía avisando. Xabi Alonso es medio Madrid y no CR7 ni Mourinho. Y venía escribiendo cómo el Real Madrid no debía basar su juego en el fútbol vendaval, porque su historia y los grandísimos jugadores que tiene dan para mucho más. El fútbol del arreón es engañoso.

Sabido es que Mourinho no es santo de mi devoción, ni personal ni futbolísticamente, pero en esta jornada me quito el sombrero por su señorío y su nobleza al saludar a todos sus jugadores, al equipo arbitral y después pasarse por el vestuario del Sporting para saludar uno por uno. No me cabe duda de que Preciado, en su fuero interno, estará pensando que la venganza se sirve en platos congelados.

Cuatro goles como cuatro soles

Y mientras ocurría todo esto, un nueve del Madrid, Soldado, se encargó él solito de merendarse al Getafe donde se ha rodado como jugador. Si no fuera por la derrota madridista debería llevarse todos los focos. No siempre se marcan cuatro goles en primera división. Así es el fútbol, Manuelito fallando ocasiones y un desahuciado de la casa marcando uno detrás de otro, hasta cuatro, apenas a unos kilómetros de distancia. Resultado: el Valencia se queda la tercera plaza.

Para terminar el sábado, el temible Villarreal recibía en casa a un Barça muy tranquilo por la derrota de su oponente. Decía que no le temía, que les iban a jugar de tú a tú y que les podían ganar. Mentira, acabaron como todos: encerrados en su área y esperando una contra de sus puntas. Y eso que los culés jugaban sin Abidal y Puyol, lesionados. Sin Xabi, sin Messi y sin Pedro. Ahí es ná. Pues nada ni por esas. Hasta ahora defendía que Xavi es medio Barça. Resulta que sale Thiago, un chavalín, y casi lo hace mejor. Por si fuera poco Valdés hace de Casillas y ya al final del partido sale el waka Piqué y mete el único gol ayudado por su mano izquierda, la misma con la que abarcará a su querida Shakira. Ya no sé que escribir de este equipo. Mejor me dedico a los demás, que también son hijos de Dios.

Valerón resucita al Depor y Diego Costa al Atleti

Dos viejos rockeros resisten el paso del tiempo. César, el portero del Valencia, quien rozando los cuarenta sigue en la élite del fútbol español. Y Valerón, a quien le bastaron veinte minutos para dar la victoria al Depor frente al Mallorca. En Donosti un señor al que le gusta trasnochar esta vez se dedicó a jugar al balonpié y le dio la victoria a su equipo con dos golazos. Se llama Drenthe aunque el Hércules no abandona posiciones de descenso. El Levante con su victoria ante el Málaga prácticamente confirma su continuidad en Primera, todo lo contrario que los andaluces que parecen abocados al descenso, con el ex-entrenador del Real Madrid en el banquillo. ¡Qué cosas!

El Español ve frenado su ascenso con su derrota en casa ante el Racing de Alí, mientras el Sevilla se apunta claramente a jugar la Europa League, a costa del Zaragoza quien se asoma a las puertas del abismo. Abismo cuyo corte se queda en el puesto catorce con los 35 puntos de la Real Sociedad.

Y nos queda el Atleti, que visitaba el Reyno de Navarra. Sin el Kun y sin Forlán en la delantera, mejor ni lo veo, pensaban los sufridos aficionados acostumbrados a perder por sistema en Pamplona. Pero amigo, estamos hablando del Rey de la Incertidumbre y ni los dioses se atreven a predecir. Pues nada, resulta que apareció un soberbio Juanfran, castigado por Quique en el banquillo durante dos meses, para hacer un partidazo e hincharse a dar pases a la espalda de los rudos defensas navarro que encontraron la horma de su zapato en el peleón Diego Costa, quien, además de brega, demostró tener calidad y remate para reivindicarse nada menos que con tres goles.

Para terminar, al igual que Forges no se olvida de Haití, yo no quiero olvidarme de los superprofesionales del Rayo quienes sin dinero para pagar en el supermercado están los primeros de la Liga Adelante, un adverbio que les va que ni pintado. No he visto una cosa igual en toda mi vida. Loor para ellos. En fin, lo dejo aquí. Señoras, señores, amen la vida, amen el fútbol.

El Sporting liquida la Liga