Mal se ponen las cosas para Sporting, Racing y Zaragoza abonados a los últimos puestos. Perdieron los gijoneses ante el Español y se dejó ganar el Zaragoza incapaz de comprender que jugaba en La Catedral. Ganaban los vascos 1-0 y allá que te va el árbitro expulsando a Javi Martínez y pitando un penalti que los maños no fallaron. Se durmieron éstos y después de que expulsaran a uno del Zaragoza, se lanzaron al abordaje con el pirata Toquero al frente. No estaba Llorente pero ganaron por bemoles. Cada día me gusta más el equipo de Muniaín. Soldado le dio otros tres puntos al Valencia ante un Málaga que jugó mejor y el sorprendente Levante sigue cuarto aunque perdió en Granada. Por debajo de estos cuatro hay un montón de equipos casi igualados. Y con sólo 16 partidos jugados el Madrid le saca ¡21 puntos! al Atleti, ahí es ná.
El Madrid justo líder
Dos frases determinan el fin de semana. La primera “los que hablan mal de mí no entienden de fútbol”. La segunda “Hoy aquí aprendimos a jugar al fútbol”, adivinen ustedes de quien es cada una mientras escribo.
El Madrid justo líder a tres puntos del segundo y como firme candidato a ganar la Liga
El sábado se presentaba el Madrid ante el Sevilla con ciertas incógnitas después de la derrota en el Bernabeu. No hubo lugar a las dudas, en un partidazo del fútbol directo, a toda pastilla, el Sevilla atacaba y el Madrid goleaba hasta dejar el resultado como el año pasado, 2-6, con Di María en plan estelar y CR con otro triplete en su guerra particular con los records. Por favor, no dejen de admirar el primer gol. Control del balón en campo propio, pase eléctrico a Di María, carrera a todo meter, pase sublime con el exterior del pie izquierdo a la espalda de la defensa y ejecución primorosa de CR quien nos regaló un segundo gol en un obús que ni pudo ver el portero. Ahí queda el Madrid como justo líder a tres puntos del segundo y como firme candidato a ganar la Liga.
Pero no tiene suerte, informativamente hablando. Por un lado aparece Ronaldo –de él es la primera frase- enfrentándose al mundo. Y por otra, su liderato coincide con otra exhibición del Barça ganando el mundialito. Como estoy entre sus críticos he de deducir que no entiendo de fútbol y, seguramente, será verdad. Al fin y al cabo sólo soy un licenciado en periodismo que apenas ha podido ir a la Complutense y que ha leído dos o tres libros para no confundir el Partenón con un delantero centro del Liverpool. Supongo que él ha tenido más suerte y habrá estudiado en uno de esos colegios suizos tan caros que vemos en las películas. Por el bien de la afición madridista espero que este año ganen algo importante, porque, si no, Mou y CR acabarán siendo un problema grave. Al tiempo.
No sabré de fútbol pero sí tengo buena memoria y no soy capaz de recordar un partido clave donde CR haya decidido. Sí tengo algunas entendederas para ver la actuación decisiva de dos españoles Xabi y Casillas, uno vasco y otro de Móstoles, uno con su estabilidad y otro con sus paradas imposibles, quienes, a mi juicio, sostienen al equipo.
Neymar aprende en la universidad del Barcelona
Y también tengo ojos en la cara para ver en la final del mundialito entre Barça y Santos, qué daba de sí la que dicen es la joya brasileña. Suya es la segunda frase. No tuve oportunidad, sólo le vi una ocasión que se la paró Valdés (aplíquese para este portero lo mismo que he escrito para Casillas). Y no tuve oportunidad porque el Barça no se la dio. Una vez más Guardiola llevaba razón al afirmar que para que Neymar no brille mis jugadores tienen que tener la pelota. En otro partido memorable, para el que ya no tengo adjetivos, los culés les endosaron un 4-0 con dos golazos de Messi. En el primero no se pierdan el control de espuela y posterior vaselina a la espalda de la defensa para que marcara el argentino Si fuéramos capaces de abstraernos que es bajito y catalán, pensaríamos que esa filigrana la habría hecho Sócrates desde el Olimpo o el mismísimo Pelé. Messi y Xabi protagonizaron el choque, como siempre, pero, insisto, antes de eso en los primeros cinco minutos fue la defensa y el portero quienes empezaron a tocar la pelota, como en el Bernabeu. Los brasileños observaban la escena como el que asiste a una lección magistral de su catedrático. Cuando vieron que ni siquiera podían quitarle el balón a la defensa, se acabó el partido. Con 19 años a Neymar le falta mucho aunque su frase demuestra que tiene más humildad que otros.
Que Gil venda el Atleti
Las líneas que me quedan las voy a escribir en defensa de la afición colchonera. No son los jugadores; no es Manzano; no es el cuerpo técnico quienes tienen la culpa de que el Glorioso equipo centenario se vaya arrastrando por esos mundos. Son todos a la vez por la senilla razón de que el Atlético de Madrid actual ya no es ni siquiera una banda, es un desastre de organización donde nadie se impone, donde nadie manda, donde nadie dirige y todo el mundo hace lo que le da la gana en una especie de apatía suicida que va camino de acabar con sus huesos en la segunda división. Un ejemplo es la desconcentración y la desgana con que Juanfran, que hizo un buen partido, fue al rechace en el segundo gol del Betis. Eso no se ve ni en el fútbol escolar.
Verdad es que a lo largo de su historia el Atleti ha sido un equipo irregular, pero dentro de un orden. Nunca ha pasado lo que está pasando en los últimos cuatro años. Ni el equipo de Ben-Barek; ni el equipo de Ramiro; ni el equipo de Adelardo; ni el del doblete, ninguno, de ninguna época, ha sido un desastre como el de ahora. Y la responsabilidad sólo está en la Dirección. Sr. Gil, es verdad que es su propiedad y su dinero. Si fuera su casa la podría decorar o vender como quisiera. Un equipo de fútbol es otra cosa porque detrás hay unos socios, una masa social y una historia que no son de su propiedad. Por favor, venda y deje tranquila a tan increíble afición. En fin…lo dejo aquí. Señoras, señores, amen la vida, amen el fútbol, porque hoy ha vuelto a amanecer. ¡Felices Pascuas!
