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Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx
Danza, sentimiento y, sobre todo, mestizaje cultural y artístico. Así podría definirse el espectáculo "Color sin nombre" que el bailaor José Maya ha presentado en el Teatro Pavón de Madrid, con el objetivo de fusionar el flamenco con otras formas artísticas. Este bailaor madrileño, nacido en una familia gitana rica en tradición y pasión, se inspira en los cuadros de Rothko para dar vida a su interpretación del flamenco. Sus raíces artísticas fluyen en su sangre, mientras su conexión con la bailaora Fernanda Romero y sus lazos familiares con el pintor Antonio Maya y el cantaor Gabriel Moreno le confieren una identidad única, dando forma a su interpretación distintiva del flamenco.
Las primeras imágenes de "Color sin nombre" nos trasladan hasta la emblemática Capilla Rothko en Houston, un centro abierto a todas las creencias y religiones que es uno de esos lugares donde reflexionar y buscar paz creativa. En este espacio, José Maya comenzará a dejarse llevar por el arte, demostrando su gran dominio del flamenco al ritmo y profundidad de los colores y la abstracción.
Un punto de partida que nos sumergirá en una serie de paisajes oníricos, levemente inspirados en la obra de Rothko, que, a modo de leitmotiv, estarán siempre presentes en la hora y cuarto que dura el espectáculo. No obstante, "Color sin nombre" es mucho más que esto, ya que el bailaor gitano se acompaña de una troupe de alto nivel, contando con el cante de José Del Calli, Rafael Jiménez “Falo” y Delia Membrive, a lo que suma la percusión de Lucky Losada y la guitarra de Rycardo Moreno. Juntos crean un espectáculo de alto nivel impregnado de cariño y devoción por el flamenco.
José Maya demuestra en este espectáculo, estrenado en la edición 2022 del festival Suma Flamenca, que flamenco y pintura son parte de la misma raíz, y que un taconeo y unas buenas palmas están a la altura emocional de cualquier lienzo. Así, nos encontramos ante un espectáculo muy sensitivo y formal que no da tregua al espectador. En este espectáculo, cante y baile se fusionan, creando un show que busca ir mucho más allá de lo que es un tablao flamenco, y en el que cuados, colores y ritmos se entrelazan.
En "Color sin nombre," hay un arte que no se aprende, de esos que están en la sangre y forman parte de la propia esencia. Es evidente que José Maya posee una técnica y estilo depurado, pero también lo es que, para tener tanto duende, hay que mamarlo desde muy pequeño. Un ejemplo lo tenemos en la recta final, cuando José Maya se lanza también al cante, demostrando que su voz gitana sabe muy bien moverse por todos los palos del flamenco, evidenciando que estamos ante un artista muy completo.
"Color sin nombre" puede verse en el Teatro Pavón hasta el 24 de febrero, con funciones de miércoles a domingos.
