miércoles. 01.05.2024
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Vicente I. Sánchez. @Snchez1Godotx

Permítanme tomar la libertad de eludir una extensa introducción acerca de la exitosa trayectoria de "Chicago", partiendo de la premisa de que aquellos que hagan clic en este artículo ya estarán ampliamente familiarizados con el extenso recorrido que ha tenido este musical desde su estreno en Broadway en 1975. Es evidente que esta obra, compuesta por John Kander, Fred Ebb y Bob Fosse, se sitúa entre las cimas del género, y muchas de sus canciones y números musicales no solo son ampliamente conocidos, sino que forman parte integral de nuestra cultura audiovisual y pop, si se prefiere.

Sí es importante destacar que la versión actualmente en escena no es la original de 1975, sino una representación renovada estrenada en 1996, con la intención de rescatar este clásico del olvido y recuperar todo su potencial. Algunas mejoras en el libreto a cargo de David Thompson transformaron la obra en un clásico imprescindible, como lo demuestran sus más de 33 millones de espectadores en todo el mundo. Para sumar a su legado, llegó la película dirigida por Rob Marshall en 2002, que logró difundir las melodías de John Kander de manera definitiva por todo el mundo.

La producción que se presenta actualmente en el Teatro Apolo de Madrid es precisamente la versión de 1996, que ya cumple 27 años sobre los escenarios. Som Produce nos ofrece una producción de alta calidad con un elenco conformado por 24 bailarines y una magnífica orquesta que busca capturar el espíritu de Broadway en una función meticulosamente ensayada y cuidada hasta el último detalle. El reparto, encabezado por Silvia Álvarez (Roxie), Ela Ruiz (Velma), Iván Labanda (Billy), Inma Cuevas (Mama) y Alejandro Vera (Amos), es la guinda del pastel para una obra donde cada artista brilla y cada personaje tiene su momento para deslumbrar.

"Chicago" es una historia ambientada en los años 20, donde Roxie Hart, una ama de casa con aspiraciones de estrella, asesina a su amante cuando este amenaza con abandonarla. Condenada a prisión y temiendo una posible pena de muerte, contrata los servicios del abogado Billy Flynn para convertir su crimen en un evento sensacionalista. Ella anhela ser una estrella.

Esta historia tiene sus raíces en los relatos de la periodista Maurine Dallas Watkins, quien en 1924 cubrió los juicios de las asesinas Beulah Annan y Belva Gaertner por encargo del Chicago Tribune. Este contexto histórico añade un punto interesante a un musical que arranca con la maravillosa obertura "All That Jazz" y ya no da tregua al espectador.

Historia a un lado, lo verdaderamente notable en "Chicago" es la música creada por John Kander, Fred Ebb y Bob Fosse en un momento de profunda inspiración. Una partitura que, junto a "Cabaret" (la otra obra mítica de Kander y Fosse), está repleta de algunas de las melodías más emblemáticas de la historia de los musicales. Números redondos como el ya mencionado "All That Jazz", "Funny Honey" o "All I Care About" atestiguan esto con melodías de esas que una vez se te graban en la memoria ya no las olvidas. Temas indispensables sobre los cuales Bob Fosse creó coreografías únicas e icónicas, con elementos estudiados minuciosamente en la actualidad, como el uso de las rodillas dobladas hacia dentro, el arrastre lateral, el encovar los hombros y especialmente las famosas manos de jazz.

Elementos de estilo que podemos ver perfectamente en esta función en el Teatro Apolo, ya que este show busca ser un homenaje a la obra original, respetando en todo momento sus números musicales, que nos remiten directamente hacia la esencia de Bob Fosse.

En "Chicago", también están presentes otros elementos característicos del famoso coreógrafo, como el uso de sillas, bastones y bombines como elemento escénico. Aunque quizás el elemento más emblemático de Bob Fosse sea el uso de lencería y ropa sensual en los bailes, algo que también está muy presente en "Cabaret", transformando la obra en un espectáculo maravillosamente picante y elegante.

La propuesta dirigida por Víctor Conde busca potenciar los elementos clásicos de un espectáculo que llega a Madrid respaldado por los máximos galardones del teatro

La propuesta dirigida por Víctor Conde, quien también participó en la traducción de los libretos junto a Alicia Serrat, busca potenciar los elementos clásicos de un espectáculo que llega a Madrid respaldado por los máximos galardones del teatro. En este sentido, el escenario dominado por una plataforma que muestra a todos los músicos es uno de los aspectos más interesantes. El resto de la escenografía es visible, con la presencia de algunas sillas estratégicamente colocadas que sirven como descanso en momentos clave del espectáculo.

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Uno de los puntos más destacados es que, excepto los protagonistas principales, los demás bailarines dan vida a otros personajes de la obra, creando una estructura armoniosa y llena de estilo que busca dar forma a un musical muy vivo en el que pasan muchas cosas sobre el escenario.

La traducción al español funciona muy bien con ligeros cambios que mejoran la fonética pero no enturbian el ritmo, por ejemplo, "All That Jazz" queda traducido como "Al Son del Jazz". En cualquier caso temas claves como "Mister Cellophane" o "Cell Block Tango" siguen manteniendo todo el encanto e ironía del texto original. Y créanme, algunas estrofas son auténticas delicatessen.

La sensación al presenciar el espectáculo es la de asistir a una obra que forma parte de la historia, con números espectaculares con los que es imposible no sentirse profundamente emocionados. No es que el Teatro Apolo capture la esencia de Broadway, es que nos traslada directamente allí.

'Chicago' en Madrid: elegancia y magia en el Teatro Nuevo Apolo