A partir de Hill, en 1945, los psicólogos, y los psicólogos evolutivos en particular, han investigado las preferencias de los adultos por una pareja ideal, especialmente con respecto a las posibles diferencias sexuales en dichas preferencias. Por el contrario, el posible efecto de la edad en las preferencias de la pareja ha recibido mucha menos atención.
Hay varias razones teóricas para esperar que la edad influya en las preferencias de la pareja. En primer lugar, las motivaciones de apareamiento cambian con la edad. Mientras que la motivación para la búsqueda de pareja es significativamente mayor durante la edad adulta emergente, las motivaciones para la retención de pareja y la crianza de los hijos se vuelven cada vez más importantes a medida que las personas envejecen. En segundo lugar, los objetivos de desarrollo graduados por edad, como formar una familia, también están influenciados por las normas sociales y el comportamiento de fertilidad de la red social de uno. En tercer lugar, desde una perspectiva biológica, la edad podría ser más importante para las mujeres que para los hombres porque la capacidad de las hembras para reproducirse no es constante a lo largo de la edad adulta. En el caso de las mujeres la aparición de la menopausia alrededor de los 50 años constituye un final natural de los años fértiles y, por lo tanto, un verdadero plazo de desarrollo. En el caso de los varones, a pesar de que también hay cambios hormonales relacionados con la edad, no existen plazos de desarrollo tan estrictos y rápidos.
Una mayor edad se relacionó con una preferencia por parejas seguras y asertivas, así como con la aceptación de un rango de edad más amplio
Un equipo de científicos de la Universidad de Göttingen investigó las complejas relaciones entre la edad y las preferencias por una pareja en una gran muestra internacional de mujeres solteras, publicado en el Journal Human Nature. El estudio encontró que la mayoría de las preferencias por una pareja no mostraron variación entre mujeres de diferentes edades. Sin embargo, una mayor edad se relacionó con una preferencia por parejas seguras y asertivas, así como con la aceptación de un rango de edad más amplio, en particular una mayor aceptación de que una pareja sea más joven que uno mismo.
Para responder a la pregunta de si el amor no conoce edad, investigadores de la Universidad de Göttingen, la Universidad de Indiana y la Universidad de Queen's de Belfast, colaboraron con la aplicación de salud femenina CLUE para llegar a más de 20.000 mujeres solteras de entre 18 y 67 años de casi 150 países a través de un cuestionario en línea. Además de las mujeres heterosexuales, este estudio también incluyó dos grupos a menudo descuidados en la investigación psicológica: las mujeres bisexuales y lesbianas.
En el caso de los varones, a pesar de que también hay cambios hormonales relacionados con la edad, no existen plazos de desarrollo tan estrictos y rápidos
A los encuestados se les pidió que calificaran qué tan importantes eran para ellos atributos como el atractivo, la amabilidad y el apoyo, la seguridad financiera y el éxito, así como la educación y la inteligencia en su pareja. También se les pidió que especificaran las edades más jóvenes y mayores que estarían encantados de aceptar en una pareja romántica.
Utilizando métodos rigurosos, se investigó a fondo el papel de la edad en las preferencias de pareja en estos tres grupos. La mayoría de las preferencias de la pareja, incluida la preferencia por una pareja amable y comprensiva, fueron consistentes, independientemente de la edad. El estudio, sin embargo, reveló vínculos entre la edad y algunas preferencias específicas.
Lo que fue particularmente interesante es que, para las mujeres heterosexuales hasta los 28 años, la importancia de que la pareja ideal quiera ser o convertirse en padre siguió siendo igualmente alta, pero disminuyó a partir de entonces.
La mayoría de las preferencias de la pareja, incluida la preferencia por una pareja amable y comprensiva, fueron consistentes, independientemente de la edad
Tanto las teorías evolutivas como la investigación psicológica sobre el "reloj biológico" habrían sugerido un declive posterior, concretamente entre los 40 y los 50 años, cuando las mujeres se acercan al final de su fase reproductiva. Esta inesperada disminución temprana podría estar relacionada con los cambios en los planes de vida, ya que las mujeres más jóvenes reevalúan los objetivos familiares, mientras que las mujeres mayores, que ya tienen hijos, priorizan diferentes aspectos de su relación. El patrón varió según la orientación sexual, lo que podría indicar diferentes actitudes hacia los propios hijos entre los grupos.
El estudio concluye que, resulta que el amor no es del todo eterno. Tiene matices. La edad de una mujer está relacionada con ciertos aspectos de su pareja deseada, como la preferencia por parejas con intenciones de crianza más fuertes o la edad ideal de una pareja. Estas ideas son emocionantes porque desafían las nociones convencionales de cómo la edad está vinculada a la forma en que las mujeres imaginan a la pareja de sus sueños.
Datos clave del estudio:
1. El estudio incluyó una gran muestra internacional de mujeres solteras de entre 18 y 67 años, incluidas mujeres heterosexuales, bisexuales y lesbianas.
2. Las preferencias de las mujeres por los atributos de la pareja, como la confianza y la asertividad, así como la apertura al rango de edad, cambian con la edad.
3. La importancia de las intenciones de crianza de una pareja disminuye después de los 28 años, antes de lo esperado según las teorías evolutivas.
Por último, compartir esta reflexión de Virginia Woolf: “Madurar es perder algunas ilusiones para empezar a tener otras”.
