miércoles. 01.05.2024
woman

Pablo D. Santonja | @DatoSantonja

Nos encontramos ante una producción de Aarón Vivancos perteneciente en sus orígenes a la compañía “Los Vivancos”. A la entrada pudimos ver multitud de personas con caras reconocibles por el mundo del papel maché y algún que otro cantante famoso. Viendo a los invitados que recorre los pasillos de este Teatro Reina Victoria te puedes hacer una idea del tipo del espectáculo que vas a vivir durante las próximas dos horas. Woman es una producción protagonizada casi exclusivamente por mujeres donde leitmotiv son las pasiones y motivaciones que mueve a la mujer, intentando definir qué es ser mujer y qué papel representa en este mundo. Terreno fangoso ideológicamente hablando.

De lo mejor, la impresionante elección de vestuario para la magnitud del espectáculo y el increíble trabajo físico que desarrollan las bailarinas que siguen el ritmo de un flamenco fusión que inunda todas las piezas musicales. El espectáculo arranca de manera apabullante con un número de percusión sobre unas mesas de madera que otorga una gran fuerza a la presentación. Ése y un número con castañuelas tocadas a un ritmo vertiginoso, lo mejor de toda la noche.

Por lo demás, la escena fue ensuciada por algún fallo técnico que arrastraron hasta el final. Entre pieza y pieza se lanzaban monólogos que difícilmente se entendían pese a los esfuerzos de la actriz, derivado de un problema en la microfonía que iba y venía. También algún diseño de luces cegaba al espectador e impedía ver con claridad el número representado.

Técnicos aparte, que se puede entender y pasar por alto, hay una cosa que me sacaba constantemente del ambiente: los visuales. En un intento de unir el baile con proyecciones oníricas sobre el espacio, había momentos puntuales de la obra en la que no guardaba ninguna relación lo acontecido en el baile con la proyección a la par. No sé si habrán visto “The Midnight Gospel”, serie americana famosa por sus profundas reflexiones filosóficas, que se puede ver en Netflix. En esa serie, que simula un podcast, dos personajes hablan sobre entramados existenciales de peso mientras las imágenes y escenas que se mueven en torno a ellos difieren completamente de lo hablado, lo que te obliga a disociar tu cerebro e intentar prestar atención a ambos lados de la trama. Un poco eso fue lo que sentí.

woman_cartel

También me choca que un espectáculo dedicado hacia la idea de “qué es ser mujer” o “la mujer en el universo” saque de conclusión ideas tal vez tan disonantes con la era actual, pues la visión de la obra plasma la mujer a través de ideas como: la mujer esperanzada y solitaria contra el mundo, la mujer gestante de vida que sacrifica todo por la vida de su bebe, la mujer maltratada que aguanta carros y carretas porque piensa que el amor es eso, y la mujer como luchadora que se enfrenta a lo que venga con la cabeza alta, en formato “guerrera”, portando unas armaduras y lanzas estilo amazonas que rompen con el devenir de la obra. Y pese a todo, aunque la mujer sea protagonista, estamos ante una pieza que no superaría el Test de Bechdel, y choca que el único hombre representado como personaje, sea el de maltratador de la mujer.

En definitiva, nos encontramos ante una obra que “WOMAN” le queda grande, y que puede lucir como gancho a algún punto de la sociedad, pero que muestra una visión limitada y no acorde con los tiempos vividos. Lejos de las definiciones de “qué es ser mujer” para Aaron Vivancos, estamos ante un musical potente donde el trabajo de las bailarinas luce por encima de todo esto, y donde destaca, repito, los números de percusión.

'Woman': flamenco contemporáneo con mensaje anejo