domingo. 28.04.2024

Mónica Grau Setó | @monmislilith

Ya antes de estrenarse, se presagiaba el desastre por su forzado contenido sexual para vender la historia. Se presentaron dos episodios en el Festival de Cannes y la crítica no la apoyó. La serie muestra cierto paralelismo a lo que en cine le sucedió a Showgirls (1985) de Paul Verhoeven, considerada una de las peores películas de la historia y ganadora de 7 razzies. Ambas tuvieron mucha promoción, con una joven estrella, nombres conocidos que respaldan el proyecto y un director de renombre, pero terminaron como producciones malditas.

A pesar de tener al director Sam Levinson, responsable de la exitosa serie Euphoria, The Idol no levanta cabeza ni remonta en ningún momento. La historia de una chica joven que quiere cumplir su propio sueño americano, con un guión sin sentido obsesionado por el fetichismo y la sumisión, no funciona. Mientras que en Euphoria la construcción de cada personaje era un acierto, tanto en su infancia como en la adolescencia, aquí cada uno de ellos es un estereotipo dentro del mundo de la música.

El personaje principal  interpretado por Lily Rose Depp es de lo poco que salva y demuestra que es mucho más que una “nepo baby”, por ser hija de Johnny Deep y Vanessa Paradise, con experiencia en el cine con papeles en películas como Yoga Hosers, Silent Night o The Dancer, entre otros títulos, siendo este su primer papel de protagonista en una serie.

Ya antes de estrenarse, se presagiaba el desastre por su forzado contenido sexual para vender la historia

Y no, no se trata ni de una nueva versión de Ha nacido una estrella ni siquiera se acerca a la oscuridad y la estética The Neon Demon (2016), se queda a medio camino sin arrancar.

La historia no es nada nueva, una joven artista vive en una vorágine de ensayos, críticas de prensa, presión por sacar un nuevo éxito, ya que en su última gira sufrió un colapso emocional. Ella no tiene ni voz propia en su imagen exterior ni decisión en ningún aspecto de su propia carrera. Vive controlada por managers y productores y no consigue escapar de las relaciones tóxicas con su propia madre, sus representantes y ahora su nueva pareja Tedros.

Al final la trama parece girar más alrededor del ego de Tedros, un personaje manipulador que roza la psicopatía, con un séquito sectario que lo idolatra, y aunque el trasfondo quiere ser una crítica al abuso de la industria musical, al final, parece que el abuso es excitante.

The Idol en muchos momentos olvida que hablamos de la trayectoria y sufrimiento de una cantante, ninguneada por todos los que controlan su vida y carrera. Al final se centra en exhibir desnudos femeninos, sobre todo el cuerpo de su protagonista y su sumisión, como si fuera lo único que puede ofrecer ante las carencias de guion.

Nos encontramos con una trama con demasiados personajes insulsos, por no hablar del decepcionante como actor y coprotagonista del cantante Abel Tesfaye, conocido por su música bajo el nombre de The Weeknd, interpretando al manipulador llamado Tedros, igual que a Jennie Kim de The Black Pink, haciendo de bailarina, pero con escasas dotes de actuación.

Hay un personaje que sobresale sobre el resto, Destiny la manager y confidente de Jocelyn, una mujer de carácter que impone con su seguridad e interpretada por Da Vine Joy Randolph, pero no logra compensar el resto de personajes.

Dado las críticas tan negativas por parte de audiencia, la serie que inicialmente tenía previstos seis episodios, la cadena ha decidido finiquitarla en el episodio cinco

Sin duda una serie excesiva y llena de clichés. El personaje de Tedros cada vez se torna más oscuro y controlador, anulando la personalidad de la protagonista, controlando de golpe su vida y su carrera musical. Ocupando literalmente la mansión, convirtiéndola en una fiesta continua con drogas, despidiendo a quien él decide y Jocelyn completamente anulada y sumisa, mientras sus managers no saben como recuperar el control sectario que ejerce con ella y otros jóvenes con talento artístico.

Dado las críticas tan negativas por parte de la audiencia, la serie que inicialmente tenía previstos seis episodios, la cadena ha decidido finiquitar en el episodio cinco. Lo que debería haber sido una cruda crítica a la industria musical, mostrando como se fabrican éxitos y estrellas, además cómo se sexualiza la imagen de jóvenes artistas, al final se convierte en una especie de catálogo de control y abuso sadomasoquista. La lástima es que con la obsesión por enseñar el cuerpo desnudo en primeros planos de su protagonista continuamente, apenas permite mostrar el talento como actriz de Lily Rose, como nos muestra en el primer episodio en la sesión fotográfica, donde su rostro es capaz de mostrar con mucha facilidad diferentes emociones y sentimientos.

Seguramente estamos ante un futuro lost media del catálogo de HBO.


Estreno 4 junio 2023 
HBO España
Dirigido por Sam Levinson
Guion Abel Tesfaye -The Weeknd y Reza Fahim
6 episodios (emitidos 5)

The Idol, crónica de un fracaso