domingo. 28.04.2024
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Virginia de Miguel Perdomo | Contiene Spoilers

James Gunn finaliza una de las mejores trilogías del Universo Cinematográfico de Marvel con la última entrega de sus Guardianes: Guardianes de la Galaxia Volumen 3 (2023). Es la segunda película de la fase cinco, tras Ant-Man y la Avispa: Quantumanía (2023), y ya existe un producto que alcanza en nivel a éxitos anteriores como Spider-Man No Way Home (2021), según el público general. Las historias más sentimentales en el UCM funcionan.

La despedida de Gunn causa impacto y es bonito, sobre todo porque los Guardianes empezaron como una cuestión aparte y que poco bebía del universo al que pertenecen. Es una reacción lógica: la película tiene una carga emocional muy fuerte, tanto para el disfrute como para lo contrario; afirmación que encaja con el estilo del director.

Los Guardianes vienen de ganarse el corazón de millones de personas. Gunn cierra con dignidad sus narrativas, además de deleitar con una acción de estudio. La realización de las peleas permite ver la cara de los personajes de cerca, mientras batallan de forma dinámica en perfecto equipo, honrando su unión y con crecidas habilidades de combate.

Mantis (Pom Klementieff), Nebula (Karen Gillan) y Drax (Dave Bautista) se retroalimentan en un fin de ciclo que les hace justicia.

Groot (Vin Diesel) dice una frase distinta a su reconocida “Yo soy Groot”. Significa que el espectador ha pasado tanto tiempo con el personaje que logra entenderlo, según Gunn. El espectador percibe una evolución directa en sí mismo con respecto al personaje. Me parece una genialidad.

Peter Quill (Chris Pratt) no se queda con Gamora (Zoe Saldaña), versión pasada de su pareja y que no vivió la relación de amor con él que Peter recuerda, por los acontecimientos pasados. Aunque ella parece entender por qué pudo enamorarse de Peter, no regresa con él. En cambio, se queda con la banda de saqueadores de Stakar (Sylvester Stallone). Supone la oportunidad de encaminarse hacia un futuro en el que pueda explotar su potencial. Ojalá en el futuro también haya hueco para Stallone, pues a pesar de salir en los títulos de inicio, ejerce de extra.

Adam Warlock (Will Poulter) arranca muy flojo para desgracia de sus seguidores en los cómics, al contrario de la expectativa. Peter podría haberse ido con su hermana Mantis, más familia suya que su abuelo; pero cualquier licencia o error en esta película, es asumible debido a que James Gunn construye una de las historias de personaje más poderosas y emotivas de entre todos los personajes de la franquicia, la de Rocket (Bradley Cooper/Sean Gunn). Para ello, introduce a uno de los malos más crueles ofrecidos en Marvel: El Alto Evolucionador (Chukwudi Iwuji). Rocket vivió una infancia infernal por su culpa.

El Alto Evolucionador acarrea desde su pasado múltiples maltratos a animales. Rocket tiene que enfrentarse al suyo en particular por las insistencias de su maltratador en seguir usándolo, a él y a cualquier ser vivo, con tal de construir una sociedad perfecta, aun con su historial a base de experimentos horribles. Esta narrativa es una espiral dolorosa de impotencia, reflexión por su argumento realista, alegrías a duras penas y mucha tristeza. Pero es necesaria en la lectura de un personaje increíble, que siempre ha ido de frente por la vida, desde pequeño, y que no tiene miedo a morir porque su primera familia le espera en el más allá.

El futuro apunta hacia un Rocket líder de un nuevo grupo, apoyado por su querido Groot, Kraglin (Sean Gunn) y la perrita Cosmo (Maria Bakalova), quienes llevan su tiempo apoyando a los Guardianes originales y cuyas participaciones en la película también son dignas de mencionar. 

Guardianes de la Galaxia Volumen 3 es un cierre más que satisfactorio y aunque repentino, es maduro.

La música juega un papel clave, como debía de ser con los Guardianes. La banda sonora es simbólica y vibrante. Rocket escucha Come and Get Your Love de Redbone y el espectador regresa a la primera película e inicio de viaje en el 2014.

Las actuaciones, el CGI (se agradece, por los últimos deslices debido a las problemáticas recientes en el UCM) y la producción, sobresalientes. De hecho, Gunn ha roto el récord de tener la película con más prótesis de maquillaje del mundo. Resulta un buen dato porque encima la producción realmente aporta a su espectacularidad visual, de colores y movimientos de cámara fantásticos.

La ausencia de James Gunn en el UCM y de los Guardianes tal y como les conocemos, se hará notar y habrá que asumirlo.

Guardianes de la Galaxia 3: cierre redondo (o casi, casi)