domingo. 28.04.2024

Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

Si algo define un espectáculo como Madagascar, el musical, es el buen rollo y la simpatía que se respira en cada número. Algo que se siente desde que entras en el Teatro La Latina y ves que algunos padres van casi más entusiasmados y expectantes que sus hijos. Y es que, no olvidemos, la primera película de Madagascar ya cumplió 20 años. Desde entonces, esta saga de DreamWorks, dirigida inicialmente por Eric Darnell y Tom McGrath, ha tenido dos secuelas y gracias a su éxito ha generado un montón de series y productos derivados, especialmente en el campo del videojuego.

Al igual que la película original, la historia de “Madagascar, el musical” es una fábula en defensa de la amistad y de los valores que nos unen en comunidad

Para los más despistados, aclaremos que la película contaba las aventuras de un grupo de amigos animales: Alex el león, Marty la cebra, Melman la jirafa y Gloria la hipopótamo, que son las grandes estrellas del zoológico de Nueva York. Por diversos motivos, los cuatro amigos acaban llegando a Madagascar y descubren que la vida no es tan sencilla como parece. Un punto de partida sobre el que evolucionaron el resto de las películas.

La versión matinal que se puede ver en el Teatro de La Latina es una adaptación musical que surgió en 2016 a raíz del éxito que tuvo “Madagascar 3: De marcha por Europa”. Con letra de Kevin Del Águila y música original de George Noriega y Joel Someillan, la obra se convirtió en un musical de amplio recorrido y muy buena acogida, con estrenos en numerosos teatros alrededor del mundo. Su éxito se basa en el mayor desarrollo de unos personajes llenos de carisma y simpatía.

Canciones, humor y buenos valores son la tónica de un espectáculo que se perfila como un plan ideal para ir en familia

La versión que llega al Teatro La Latina, dirigida por Matteo Gastaldo y con la dirección musical de Fabio Serri, potencia todo lo que hacía grande la película con un espectáculo lleno de color y sobre todo humor. Ya desde el primero de los números, en el que se presentan todos los personajes, queda claro el tono ameno y divertido que tendrá la obra, con letras que desarrollan muy bien los personajes y con cuadros musicales que buscan rescatar el amor de las grandes citas de Broadway.

Al igual que la película original, la historia de “Madagascar, el musical” es una fábula en defensa de la amistad y de los valores que nos unen en comunidad. Un mensaje muy comprensible para todos los niños que puedan ir al teatro, y en el que los espectadores más adultos pueden sacar todos los matices que deseen. Permítanme decirles que el que suscribe fue al espectáculo junto a su sobrino de 6 años y pudo experimentar de primera mano la fascinación y el entusiasmo que le proporcionaba cada número musical.

En definitiva, canciones, humor y buenos valores son la tónica de un espectáculo que se perfila como un plan ideal para ir en familia. 

Madagascar, el musical