sábado. 04.05.2024
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Pablo D. Santonja  @DatoSantonja

Hace un tiempo que conocí la corriente del “tanatoturismo”, es decir, el turismo de lo macabro. Y no vamos a negar que era cuestión de tiempo que esto se hiciera un negocio. Era cuestión de tiempo que alguien explotara comercialmente el gusto por las cosas oscuras de la vida. Y era cuestión de tiempo que esta corriente llegara a mí. Si queréis saber más de este tema, recomiendo encarecidamente el documental de Netflix “Dark Tourist” para entender más a fondo lo que hoy vamos a hablar. En concreto, el capítulo destinado a Japón. Y con ello visto, podemos empezar a disfrutar de este “Los Días”, miniserie de ocho capítulos estrenada este año en Netflix, que habla de nada más, ni nada menos, que del accidente de Fukushima.

Aunque el subgénero “cine de catástrofes” tuvo su auge en los 70 con “Aiport” (1970) con ese Burt Lancaster de mirada preocupada, y tuvo sus picos de popularidad con “El día de mañana” (2004) del maestro en cine catastrófico Roland Emmerich, no habíamos vivido tan de cerca y tan real algo de esas magnitudes hasta que no llegó J.A. Bayona y nos enseñó “Lo Imposible” (2012). Si, si, algunos me diréis que ya existía “Titanic” y otras más, pero no me negaréis que esta es la primera vez que de forma colectiva todos exclamamos gritando enfurecidos a la pantalla: “¡Eso lo vi en los telediarios!” Y vaya si lo vimos. No tengo pruebas, pero tampoco dudas, que a muchos de nosotros se nos encendió esa bombilla. Esto no iba de aliens arrasando la casa blanca, ni de tornados llevándose un pueblito de Texas, no. Esto era algo real, en el que todos, de alguna forma u otra, habíamos sido partícipes. Y con la emoción en el pecho y el corazón enaltecido por la belleza de la historia de Naomi Watts y un jovencísimo Tom Holland, llega en 2019 la frialdad, la crudeza, la asfixiante “Chernóbil”, con unos maravillosos Jared Harris y Stellan Skarsgârd que hacen del guión de Craig Mazin un relato crudo. Una relato en el que no deja hueco para la esperanza. Todo es tan malo y tan salvaje como merece ser. Y ahí nuestro corazón se enfrió. Todos los que vimos esa serie tragamos saliva y nos mirábamos los unos a los otros consternados por el terror de un suceso nuclear. Y pues, así, con la boca seca, llegamos a 2023, donde se anuncia “Los días”, una serie de 8 capítulos que nos narra el terremoto, el tsunami y la burocracia política que arraso con Fukushima el 11 de marzo de 2011.

Una coproducción japo-estadounidense dirigida por Hideo Nakata, conocido por su película “The Ring” o “Dark Water”, famosísimas películas de terror; y por Masaki Nishiura, con 33 películas a sus espaldas, que ninguna ha cruzado el charco.

La trama adapta la novela del periodista Ryûshô Kadota, contando el suceso nuclear con todo lujo de detalles. Porque eso sí, no te esperes una trama corrida, con acción, y giros emocionantes. Tal vez lo que más se pueda criticar de esta serie es que peca de un ritmo lento. Si te pilla un día cansado, puede que pegues alguna cabezada, debido a  los tecnicismos propios del tema a tratar y la exhaustividad con lo que esta contado todo. Pero, no te dejes engañar, porque creo que si enfrentas la serie como si fuera un documental, la llegas a disfrutar. Y mucho.

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Es innegable compararla constantemente con Chernobyl, pero esta obra tiene un encanto que seguro ameniza la pausa del café del trabajo comentándolo con la persona de al lado. No deja de ser una producción nipona, por lo que abundan las miradas, los silencios, la sociedad jerarquizada, y la falta de respuesta ante un superior. Aun así, punto a su favor por unos efectos especiales que cumplen y te meten en su mundo. Si tienes paciencia, mejor verla en VOSE, para apreciar cada grito que se pegan y la crudeza con la que hablan.

En definitiva, no pasará a la historia de las series como lo hizo la narración de su homologo de las RRSS de Ucrania, pero cumple a nivel informativo, producción, fotografía, sonido y demás aspectos técnicos que la hacen disfrutable. Y es que en el fondo lo que nos gusta es vivir de cerca las catástrofes, empatizar con los personajes, pero desde la seguridad de nuestro sofá, sabiendo que el mayor riesgo que corremos, es que se nos vuelquen las palomitas.

‘Los Días’: la mirilla por donde ves las desgracias ajenas