Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx
Inspirado sutilmente en el relato de Edgar Allan Poe, "El corazón delator", el director francés Samuel Bodin hace su debut en la dirección con "No tengas miedo" (Coweb), una historia sumamente inquietante acerca de un niño de ocho años que escucha misteriosos golpes provenientes del interior de la pared de su dormitorio. Esta película marca el primer trabajo en la dirección de Bodin, quien previamente obtuvo reconocimiento en Francia por su serie "Marianne", una historia de terror clásico con un toque de autor.
En "No tengas miedo", Bodin sigue explorando los miedos primordiales y ancestrales, y lo hace a través de una película que captura la esencia del terror gótico de Poe. El guion, coescrito junto a Chris Thomas Devlin (La matanza de Texas), nos sumerge en un universo oscuro y sombrío, donde cualquier criatura extraña y enigma puede acechar. En este mundo, conoceremos a Woody Norman (Siempre adelante), un niño que vive atemorizado por los matones de su colegio y que un día comienza a escuchar ruidos extraños en su habitación. Por si fuera poco, sus padres, interpretados magistralmente por Antony Starr (The Boys) y Lizzy Caplan (Castle Rock), no le creen y parecen ocultar secretos perturbadores.
Es difícil contar mucho más sobre "No tengas miedo" sin caer en el spoiler, aunque no hace falta cavilar mucho para notar que sus creadores se han inspirado profundamente en el cine de Shyamalan y Ari Aster. La originalidad y la innovación no son precisamente los puntos fuertes de esta propuesta, pero su historia es tan deliciosamente inquietante que gran parte de sus defectos resultan perdonables. Es difícil apartar la mirada de lo que está sucediendo en pantalla.
El éxito de la película se debe en gran medida al magnífico trabajo de Antony Starr y Lizzy Caplan, quienes dan vida a la extravagante y siniestra familia de este niño. Sus interpretaciones potencian la fuerza expresiva de estos actores con una gran capacidad para dar roles psicópatas y turbulentos. Si a esto le unimos una ambientación que evoca cuentos de hadas y una evidente nostalgia por los relatos de insomnio, es comprensible el encanto que esta película despierta en su primera parte.
Sin embargo, menciono la primera parte porque, lamentablemente, el desenlace de “No tengas miedo" está lejos de estar a la altura del resto. Desconozco si esto se debe a las exigencias de la productora para crear una nueva franquicia o si estaba en el guion original, pero lo cierto es que Samuel Bodin pierde el control de la película y esta termina cayendo en lo convencional. Pasa de lo magistral a lo anodino en cuestión de minutos.
Es muy evidente que la película en su recta final se desdibuja y acaba cayendo en lo de siempre con el fin de poder recaudar más en futuras entregas. Una pena, ya que, durante la mayor parte de la historia, "No tengas miedo" posee una fuerza y magnetismo que la situaban como una de las propuestas destacadas de 2023.
