sábado. 27.04.2024
Salón de actos Embajada española en Berlín 2@ 19.02.24 (foto de Roberto R. Aramayo)
Salón de actos Embajada española en Berlín 2@ 19.02.24 (foto de Roberto R. Aramayo)

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En el marco de la 74. Berlinale se ha celebrado una mesa redonda cuyo título era “Reflexiones sobre la Inteligencia Artificial en la industria audiovisual”. Ha tenido lugar en la Embajada de España, situada en pleno Tiergarten por la coyuntura histórica de su edificación. La iniciativa partía de Carmen Pérez Soria, Directora General de Industrias Culturales y Propiedad Intelectual. El público asistente se animó a participar en el debate tras las intervenciones de la mesa que fueron muy complementarias.

Los Javis (no hace falta decir más) contaron su experiencia pionera de haber utilizado la IA para una secuencia en su aclamada serie La Mesías. Resultaba reconfortante su encendida defensa del proceso creativo. Ambos confesaban dedicarse a la escritura para compartir sus experiencias personales en relatos de ficción y no comprendían la tentación de utilizar una herramienta que pudiera suplir tal empeño. Sin saberlo, fueron pioneros en utilizar ese complemento, gracias a una tal Alejandra G. López, que debatía con ellos y otros miembros del equipo para lograr el objetivo que se proponía de darle cierto aire alucinógeno a una determinada secuencia.

El modelo estadounidense protege al inversionista y el europeo salvaguarda los derechos morales del creador

Es un perfecto ejemplo de que la IA generativa puede ser una herramienta eficaz e incluso ahorrar gastos de producción. Sin embargo, el problema sería justamente no reconocer ese uso, porque con ello se podrían conculcar los derechos de otras personas. Quizá cabría establecer controles aleatorios para chequear casualmente algunos casos donde se haya marcado “nada que declarar” en la casilla correspondiente. Porque se trata de algo tan elemental como citar las fuentes. No hay otra forma de controlar eventuales plagios en el ámbito académico y ese principio vale asimismo en este nuevo entorno digital.

¿Cómo se ha entrenado el modelo digital utilizado como herramienta? La cosa no tiene mayor misterio. Tan solo refleja una posible picaresca que no tienta en absoluto a los creadores genuinos, pero podría ser una baza para quienes quieran dar gato por liebre. Según explicó Clara Ruíperez de Azcárate, Directora de la Estrategia Jurídica de Contenidos de Telefónica y Secretaria del Consejo de Movistar+, ya existen herramientas bastante fiables para detectar la retroingenieria utilizada en un producto audiovisual y la propia IA podrá ir mejorándolas. Cabe preguntarse adicionalmente, si la propia IA no generará también medidas de contra vigilancia y así sucesivamente.

No habría que desatender las consideraciones morales, porque son ellas las que vienen a configurar nuestro modelo social

Ibán García del Blanco es eurodiputado y miembro del comité negociador para la Ley comunitaria sobre IA. Esta habrá de ser dinámica y actualizarse a cada poco, dada la naturaleza efervescente del ámbito en que debe aplicarse. Con todo servirá para recordar los derechos morales de autoría ya existentes en Europa, de tal suerte que sin la pertinente autorización se podrían afrontar litigios onerosos. ¿Cómo cabe aquilatar la relevancia o el porcentaje de intervención humana en una producción artística? ¿Cabe reconocer derechos creativos a una IA generativa que haya logrado un procesamiento autónomo? ¿Cuál será ese criterio para distinguir arte genuino de artificio plagiario? He aquí algunas de las interrogantes planteadas en el debate.

¿Podría el espacio europeo resultar menos competitivo si regula demasiado su mercado? En cualquier caso, brindaría unas garantías jurídicas que podrían hacerlo más afectivo sin trampa ni cartón. Las cuestiones abiertas pueden multiplicarse cada día con el vertiginoso avance de la IA generativa. El modelo estadounidense protege al inversionista y el europeo salvaguarda los derechos morales del creador. Estamos ante un debate con implicaciones de todo tipo. Además de las políticas y económicas no habría que desatender las consideraciones morales, porque son ellas las que vienen a configurar nuestro modelo social y nuestra reglas de convivencia. Se trata de transponer al ámbito digital los derechos ya existentes y controlar los posibles fraudes. El desafío es utilizar lo inteligente y no fraudulento del inmenso potencial de la IA generativa. Basta con desglosar de forma comprensible los datos utilizados para entrenar el modelo digital en cuestión.

La Inteligencia Artificial generativa y las producciones audiovisuales