domingo. 28.04.2024

Cabe confiar en que la familia de Antonio Mercero reciba dividendos por este préstamo tan descarado. En principio no parece una mala idea, recurrir a una serie televisiva de gran éxito como Verano azul para que los votantes asocien su voto con algo depositado en el imaginario colectivo. Borja Semper nos habla desde una playa con el mar al fondo y aconseja ir silbando hacia las urnas, como hacían los chavales de la serie mientras iban en sus bicis. Ya lo dijo Fernando Fernán Gómez, Las bicicletas son para el verano, una excelente obra de teatro que dio lugar a una película y donde se habla con mucha delicadeza y ternura del gran tabú que sigue suponiendo entre nosotros la Guerra Civil, como si el hecho de recordarla significase vivirla de nuevo y no aprender muchas cosas de un trauma social que nos hizo padecer una dictadura durante casi cuatro décadas.

Refleja muy bien la entraña política del Partido Popular. Sólo cuentan las apariencias y el mensaje simplista

Las escenas relativas al rodaje del anuncio publicitario no tienen desperdicio. Semper está descalzo al estar pisando arena, rodeado de sombrillas y con el mar al fondo. Pero la playa es de pega. Ni siquiera se han molestado en ir a un escenario real. Eso refleja muy bien la entraña política del Partido Popular. Sólo cuentan las apariencias y el mensaje simplista. La única promesa electoral conocida es acabar con el sanchismo, sin explicar qué quiere decirse con eso. ¿Se abolirán todas las leyes que han ayudado al país a capear la pandemia y salvar la economía en el contexto de un conflicto bélico sin precedentes? ¿Habría que rebajar el salario mínimo y acabar con esa reforma laboral que combate una insostenible precarización? ¿Se derogaría el derecho al aborto y la eutanasia? ¿Podría el propio Semper mantener su estado civil?

Mientras presentaban el emblema de la campaña, José María Aznar se manifestaba contrario a la Ley de Memoria Democrática, repudiándola como si fuese algo altamente tóxico que quisiera reescribir la historia. Este argumento en sus labios resulta sorprendente, dada su afición a cultivar ese quehacer dentro y fuera de la política. En su opinión esta ley la han hecho los herederos del Terrorismo y desatiende a los herederos de la Transición. Desde luego nadie recuerda tanto el terrorismo etarra como él o sus correligionarios. Ignoro si eso les puede convertir en herederos de la organización ETA, por lo mucho que pretenden rentabilizarla pese a su desaparición hace bastantes años. Flaco favor le hacen a las victimas de tal barbarie con esa manipulación. Heredero de la Transición difícilmente puede considerarse quien vio con malos ojos una Carta Magna en donde Fraga quiso imponer ciertas restricciones dignas del servicio prestado al Caudillo. 

Cuando vean el anuncio publicitario del Verano azul, recuerden el angustioso y esperpéntico argumento de La cabina, tan similar al argumentario del PP

Pero volvamos a la serie de Antonio Mercero. Esta fue rodada en plena Transición y emitida justo antes de 1982, cuando accede a La Moncloa un gobierno socialista. Particularmente a mi la política neoliberal y cada vez más reaccionaria del Partido Popular me recuerda más bien a otro éxito de Mercero: La cabina. Cada vez que oído sus balbuceantes naderías y contradicciones en una misma frase, me veo tan perplejo como el personaje de José Luis López Vázquez encerrado, sin poder salir de una estrecha cabina cuyos cristales me permiten ver cuánto no puedo hacer y sin que la gente sea capaz de ayudar, puesto que además para la mayoría no deja de ser un mero espectáculo curioso del cual se desentiende su empatía. 

Cada vez que vean el anuncio publicitario del Verano azul, recuerden por favor el angustioso y esperpéntico argumento de La cabina, tan similar al argumentario del Partido Popular. Como dijo Shakespeare, al repetirse la tragedia cobra forma de farsa.

¿El Partido Popular evoca ‘Verano azul’ o más bien ‘La cabina’?