lunes. 29.04.2024

En el PSOE tendemos a ensalzar a nuestros dirigentes históricos como si nunca hubieran hecho nada mal o fuera de la línea de lo que debería ser el socialismo. Un ejemplo muy claro es el de Felipe González, que llevó a España a unos estándares europeos, a ingresar en organismos internacionales y que, sin embargo, cometió errores sobre los que historiadores ya discuten desde un punto de vista historiográfico.

Hay cosas, tanto buenas como malas, que no se pueden negar, debemos comprender que criticar hoy a Felipe o Zapatero no es criticar al partido, es entender que ellos, como hombres de estado que fueron, cometieron errores que en algunos casos nos parecen incomprensibles, por lo que también debemos colocarlos ante su tiempo histórico, que no es el nuestro, por cercano que nos parezca. 

Felipe González llevó a España a unos estándares europeos; sin embargo, cometió errores que, en algunos casos, nos parecen incomprensibles

Felipe González no es el único líder que hoy parece vilipendiado, aunque sea por sus propios comentarios contra el actual Secretario General del partido o contra la deriva del gobierno. Como militante, debo decir que creo que Felipe sabía ser presidente y así lo demostró siendo el presidente del PSOE más longevo, pero fue amargo pasar a ser expresidente, lo cual no lleva nada bien, y es por eso por lo que tiene ese afán de protagonismo, aunque sea menospreciando a los suyos.

En la vida todo son fases, hay que saber entender que todas tienen un final y que está en nuestra mano asimilar esta idea con el fin de crecer como seres humanos y avanzar, no estancarnos en el pasado.

Lo que está claro es que el socialismo de 1982 no es el de ahora

De todos modos, Felipe González no es la única figura que hoy vemos alejada del partido, el PSOE ha tenido otros líderes con los que aún no se ha reconciliado de la manera que debería, como es el caso de Juan Negrín, que, por cierto, fue el hoy díscolo Alfonso Guerra quien le devolvió el carné, después de que en la década de 1940 se le expulsara del partido. Si echamos la vista atrás, el PSOE no se ha portado tan mal con Felipe tras su salida del gobierno, si lo comparamos con otros líderes socialistas a lo largo del siglo XX.

Es posible que con Negrín ya hayan empezado a reconciliarse, al menos desde la Historia, pero al partido le queda mucho, un homenaje, exposición y divulgación del que fue un socialdemócrata convencido. En mi opinión, el gesto del partido no fue suficiente, sin embargo, con Felipe y los de su época, que no es la nuestra, aún necesitemos tiempo para colocarlos donde deben estar. Es probable que primero haga falta que se abran los archivos y se vea que es lo que hubo detrás de muchos asuntos que en la época fueron primordiales.

Lo que está claro es que el socialismo de 1982 no es el de ahora, si bien es cierto que los objetivos son los mismos, llevar a la sociedad a su mayor cota de igualdad, derechos sociales y poder por parte de la clase trabajadora mediante la vía democrática, no podemos dejar al margen que el movimiento ha ido cambiando en las formas y objetivos a corto-medio plazo según la coyuntura económica y social de las últimas décadas. 

Felipe, tu tiempo ya pasó