No hay duda de que los resultados de las elecciones autonómicas y locales del pasado mes de mayo fueron un mazazo por la proporción de la victoria de las candidaturas de la derecha y la ultraderecha. Dejaron en evidencia que el trabajo bien hecho tanto a nivel estatal como autonómico y local no pudo frenar el peso del relato catastrofista y ultramontano de Feijóo y Vox.
Frente a ello Pedro Sánchez parece haber cogido “el toro por los cuernos” y se ha lanzado a una campaña explicativa en todo tipo de foros mediáticos para tratar de desmentir los bulos y mentiras de las derechas y recuperar el ánimo de su militancia desazonada. Parece que en parte esta campaña está dando resultados y puede producir un cierre de filas en el socialismo que cabe esperar que se traduzca en un crecimiento de participación de sus votantes.
Sin embargo el gran experimento en esta precampaña y esperamos que en la campaña está en la aparición de SUMAR. En un tiempo escaso se logró articular el espacio, acordar las candidaturas y salir al debate político. Con un programa bien articulado Sumar y Yolanda Díaz tratan de lanzar una campaña en positivo y que llama a la esperanza y la alegría frente al futuro. Todo ello armado en un discurso bien estructurado y asequible dirigido a la gente corriente.
Se puede producir un cierre de filas en el socialismo que cabe esperar que se traduzca en un crecimiento de participación de sus votantes
Frente al miedo que están aplicando los discursos reaccionarios del PP y Vox y su repercusión en los medios que abonan la ola reaccionaria, lo que trasmite Yolanda Díaz y Sumar es esperanza, alegría y un relato entendible para la gente común a quien va dedicado su discurso.
Es sin duda una confrontación con un fondo ideológico importante, frente al liberalismo individualista que defienden las derechas, SUMAR defiende la necesidad de impulsar la libertad colectiva basada en potenciar la igualdad como elemento cohesionador de la sociedad. Sin igualdad no hay libertad.
SUMAR reivindica la acción de gobierno y plantea la urgencia y la necesidad de su continuidad para profundizar en los avances conseguidos. Después de efectuar cambios estructurales es imprescindible continuar en ellos pero sin olvidar la realidad cotidiana de los sectores más desfavorecidos. Esos sectores que oyen hablar de mejoras en el país pero aún no han percibido la mejora en sus vidas cotidianas. Uno de los objetivos de la plataforma de Díaz es no sólo aglutinar a los trabajadores, a las mujeres y llegar a los jóvenes, sino también llegar a los desencantados y a los abstencionistas.
Es importante observar que a su favor cuenta, hasta el momento, la homogeneidad del conjunto de la coalición. No se han dado voces discordantes y ello puede conllevar su mejor balance. En estos momentos las expectativas de SUMAR suben y esto es imprescindible para ganar en la lucha por el tercer lugar en la disputa electoral que pueda compensar y sumar con el PSOE para lograr el objetivo de un nuevo Gobierno progresista de coalición.
SUMAR defiende la necesidad de impulsar la libertad colectiva basada en potenciar la igualdad como elemento cohesionador de la sociedad
Los últimos días estamos asistiendo a como los partidos de izquierda van precisando partes concretas de sus programas electorales para continuar mejorando y creando derechos sociales para el conjunto de la ciudadanía, propuestas fiscales que graven a los más ricos, a las grandes empresas y oligopolios bancarios y energéticos, y beneficien al resto de los ciudadanos, para conseguir una sociedad más amable y más justa.
Mientras en la derecha y la ultraderecha continúan con las descalificaciones y los ataques contra el “sanchismo” y “el comunismo”, así como sus supuestas alianzas con los “herederos de ETA” y los “independentistas”. En definitiva obvian la realidad de que fue el Gobierno de Zapatero quien finalizó con ETA hace más de diez años consiguiendo lo que entonces se defendía: que sin violencia todas las ideas eran defendibles. A la vez se olvidan de las negociaciones de Aznar con ETA, las mentiras alrededor del atentado islamista que provocó la matanza de Atocha que el Gobierno trató de ocultar culpando a ETA. Todo ello ha llevado que hasta Consuelo Ordoñez de COVITE haya denunciado la manipulación de las víctimas por parte del PP. Continúan negando la necesidad de la reconciliación histórica que precisa de la reivindicación de la memoria. Es decir cada día aparecen más como los herederos de un franquismo del que jamás se desdicen. Y ahora con las alianzas del PP con VOX eso se acentúa.
No hay duda que las próximas elecciones no sólo son importantes sino hasta dramáticas. Es la confrontación entre el sol y las sombras
De programas sólo podemos decir que el de Vox es una auténtica barbaridad antidemocrática. Y del PP de Feijoó solo sabemos que cada día varía de posición, como su cambio sobre la Reforma Laboral donde ha pasado de votar en contra a manifestar que es asumible porque sólo es una matización de la Reforma del PP de Fátima Bañez. Es decir obvia que la del PP recortó derechos a los trabajadores y fue impuesta sin diálogo social, todo lo contrario del acuerdo alcanzado con Yolanda Días con el consenso de los agentes sociales que avanzó en derechos laborales.
No hay duda que las próximas elecciones no sólo son importantes sino hasta dramáticas. Es la confrontación entre el sol y las sombras. El progreso social y la esperanza en el futuro frente a la regresión social y la vuelta a un pasado que muchos querríamos olvidar. Como hemos dicho es la lucha de la Esperanza frente a la “ola reaccionaria”. Y con unas repercusiones a escala europea, donde las derechas aliadas a los ultras están avanzando posiciones lo cual es un presagio bastante preocupante ante las próximas elecciones al Parlamento Europeo del 2024. Podemos estar asistiendo no sólo al resurgir de las derechas más extremas sino a repercusiones como pueden ser el propio cuestionamiento de la actual Unión Europea que puede acabar en manos euroescépticas.
El futuro de la UE también está en juego en las próximas elecciones del 23 de julio dada la importancia de uno de los mayores países de la Unión.
Por todo ello nada de abstención, vayamos todos y todas a votar “la Esperanza”.
