domingo. 28.04.2024

Muertos del "todo a cien"

Anda Europa muy preocupada por el gas. No es para menos. La masacre de Israel contra el pueblo palestino es tan solo una ‘acción defensiva’ pero tener que ducharse con agua fría en invierno es una putada intolerable. Es por ello que la Unión Europea presiona a Ucrania y Rusia para que acaben con su conflicto energético mientras deja las manos libres a un gobierno genocida para que prosiga su barbarie.

Anda Europa muy preocupada por el gas. No es para menos. La masacre de Israel contra el pueblo palestino es tan solo una ‘acción defensiva’ pero tener que ducharse con agua fría en invierno es una putada intolerable. Es por ello que la Unión Europea presiona a Ucrania y Rusia para que acaben con su conflicto energético mientras deja las manos libres a un gobierno genocida para que prosiga su barbarie. Al fin y al cabo los muertos ya no entienden de higiene corporal. Cada vez le da a uno más gusto ser todo un europeo de pleno derecho. Aunque sea para tener el derecho legítimo a llamar cómplices de asesinato a quienes callan o, lo que es más lamentable, se tratan de explicar.

A partir de ahora que ya no me hablen de presunción de inocencia. No cuando se avala que para acabar con un jefe terrorista haya que aniquilar a cientos de civiles a su alrededor. Matamos a todos y así seguro que cae alguno. Esta atrocidad es la que no sólo se consiente sino que encima se nos pretende justificar casi a través de una directiva comunitaria. Ciertamente, da asco.

Los gobiernos de la UE no condenan este terrorismo tan indiscriminado y tan salvaje como cualquier otro ¿Alguien les echará de las instituciones? ¿Quién los ilegalizará? ¿A qué nos suena? ¿Quién será el caradura que saldrá a exhibir su más absoluta repulsa por el próximo atentado que, por desgracia y con seguridad, habrá? ¿A quién se encomendará la compleja tarea de explicarnos de quién se defendían los soldados que asesinaron a cinco niños de la misma familia? ¿Temían un ataque con sus tirachinas?

Aquí, una vez que hemos sobrevivido al especial de Nochevieja de José Mota, alguien debería decir algo. Y, vaya por delante, que no nos vamos a creer que no lo hacen porque se hayan atragantado con las uvas a causa del disgusto. Por cierto, ¿dónde está Obama? ¿Acaso eligiendo el frac para esa fastuosa fiesta que le preparan sus amigos de Hollywood? ¿Qué hay que celebrar?

Díganlo claro. No nos importan. No son nuestros muertos ¿No ven que ni siquiera tienen póliza de El Ocaso? Y menos mal. Sólo faltaba que con la crisis financiera, inmobiliaria y del automóvil estos fiambres del todo a cien nos estropearan las cuentas de resultados de las compañías de seguros. Una cosa es dar miles de millones a los bancos para que se salven y otra bien distinta soltar un euro a estos piojosos para que tengan adonde caerse muertos. Como si no fuese suficiente toda la franja de Gaza. Hasta ahí podíamos llegar.

Lo peor de todo es que con las fechas que han elegido para la invasión casi nos echan a perder los langostinos y el cordero. Por poco que nos preocupen estos asuntillos, y menos ahora que ya han empezado las rebajas y tiene uno la cabeza en mil secciones de los grandes almacenes, no es plato de gusto comerse unas garrapiñadas mientras ves a un crío sin brazos ni piernas. A veces hasta te ves obligado a cambiar de canal y quien sabe si por ello te pierdes el sorteo de la Primitiva. Eso sí que sería una verdadera catástrofe. Y eso si que no hay UE que lo arregle.

Germán Temprano
Escritor y periodista

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