domingo. 28.04.2024

¿Feliz 2013?

Cuando termina un año es habitual el que la gente se desee felicidad y prosperidad en él venidero, la realidad y los augurios hacen presagiar un 2013 más difícil que el nefasto 2012, el cual deseamos abandonar de forma rápida, como si quisiésemos aplicar la máxima de que “el tiempo todo lo cura” y ver si así comenzamos a remontar la situación tan desgraciada que nos está tocando vivir, por mi parte deseo que el

Cuando termina un año es habitual el que la gente se desee felicidad y prosperidad en él venidero, la realidad y los augurios hacen presagiar un 2013 más difícil que el nefasto 2012, el cual deseamos abandonar de forma rápida, como si quisiésemos aplicar la máxima de que “el tiempo todo lo cura” y ver si así comenzamos a remontar la situación tan desgraciada que nos está tocando vivir, por mi parte deseo que el año que vamos a iniciar sea lo más tranquilo posible, pues a la vista del que fenece todo indica que vamos a continuar de sobresalto en sobresalto, no obstante, entiendo que debemos de adaptar nuestras sensaciones a la situación, ser muy críticos con los poderes públicos, sobre todo con aquellos que en su gobierno practican la felonía de cargar los costes de la crisis a los más débiles (la mayoría de la sociedad), buscar mecanismos de defensa como por ejemplo el humor, no podemos permitir que además de destruir el estado de bienestar destruyan nuestra capacidad de reírnos, la risa al igual que la palabra es uno de los medios que debemos de emplear para resistir y para contrarrestar la perniciosa sensación de que estamos perdiendo la "batalla", con la risa no evitamos los malos momentos, pero si evitamos el pesimismo entreguista que nos quieren inculcar, vamos a ser más pobres pero no menos dignos, vamos a tener una vida con mayores dificultades económicas, pero tenemos que buscar la forma de mantener nuestro modo de vida aunque con menor consumo, es posible que algunos opten por volver a vivir en la aldea para bajar el nivel de gasto, cuestión que en lo que a mí concierne no dudare llegado el caso. Otra consecuencia de la “crisis” es la de poner de manifiesto algo que el espejismo consumista impedía a mucha gente apreciar, que las diferencias sociales que marcan las clases siguen con el mismo ímpetu de siempre, aunque también era muy frecuente en estos recientes tiempos de atrás, escuchar a ciertos “ideólogos” que saben de todo, opinan de todo, que cada vez que hablan parece que son la sabiduría en sí, que permanentemente están aleccionando a la sociedad desde múltiples medios informativos en los que a todas horas nos repiten la misma cantinela, "las clases no existen", " las ideologías han muerto", "o lo que se necesitan son buenos gestores, técnicos y no políticos" etc. etc.

Si algo ha dejado bien claro esta situación es la necesidad de la política, de la política con amplias miras y con una solida base ideológica, de la acción política que busque el bienestar de la sociedad en general y no de capas o castas de privilegiados. Los trabajos demoscópicos indican que cada vez de se acusa con mayor claridad el alejamiento de la sociedad de los políticos es más esta los percibe como parte del problema, este fenómeno denominado desafección, que si bien su aparición no tiene de forma exclusiva sus raíces en la crisis sí que esta lo á precipitado, ello se debe a mi entender entre otros, al hecho que desde la política no se ha sabido responder a la voracidad de los “mercados”, no se han ofrecido alternativas globales y realistas, muchos ciudadanos entienden que no se justifica una estructura institucional que no sirve para defender sus intereses, si a ello se une los múltiples casos de corrupción que salpican la geografía española y en la que de forma irremediable aparecen cargos políticos de todos los signos esto propicia que cada vez sean más los ciudadanos que se convierten en críticos con la democracia o al menos con el uso que se hace de esta.

Los cambios de pautas de conducta, de relaciones familiares y sociales son tan acusadas que en muy poco tiempo la sociedad se ha tenido que adaptar a los cambios tan radicales que ha supuesto la crisis, la modificación de pautas de conducta, de relaciones familiares en las que la pensión del abuelo actúa de ”caja de resistencia”, la inquietud ( cuando no la desesperación) que supone una perspectiva de futuro ligada al paro de larga duración, los continuos recortes, en definitiva el miedo que produce la destrucción del modelo y la vuelta atrás en los derechos sociales.Ante este panorama parece realista el vislumbrar un 2013 poco grato, más entiendo que hay lugar a la esperanza, pues todos los días se conocen hechos que denotan que la sociedad está organizando su resistencia al margen de las instituciones establecidas, los brotes de solidaridad aparecen por doquier, pues bien sea a través de donaciones, de mercadillos solidarios, de apadrinamientos, de creación de plataformas contra los desahucios o en defensa de la sanidad pública etc. etc. se aprecia un movimiento cada vez más fuerte que está calando y con el que los partidos políticos no contaban, de ahí su desconfianza y desconcierto, es sabido que para que estos movimientos obtengan su fruto se deben de articular políticamente, pero ¿cómo hacerlo si precisamente estos surgen por falta de respuesta política? Ese es precisamente el gran reto para los partidos y en especial yo diría que es el gran reto para el PSOE, actualmente este partido ha dejado de ser referencia para millones de españoles y solamente desde un profundo cambio puede volver a recuperar el papel que le llevo a capitanear la transición y construir el estado de bienestar que hoy tenemos, estos cambios bajo mi punto de vista deben de pasar entre otros por:

1º.- Construir una alternativa a la crisis con propuestas creíbles y encaminadas a conseguir un reparto equitativo en el esfuerzo para superar la misma, que se concrete en una reforma fiscal que grave las operaciones especulativas y las grandes fortunas, junto con una propuesta europea de regulación del sistema financiero que impida en el futuro llegar a situaciones como la actual a la vez que obligue a actuar en el corto plazo de forma contundente en ayuda de las economías de los países intervenidos como Grecia, Portugal o España.

2º.- Recuperar el contacto con la sociedad, se debe de abandonar el concepto de partido como “ una especie de empresa” donde la carrera se hace sobre todo cuando la especialidad se adquiere en la vida interna, cuando se forma parte del “aparato”, consiguiendo de esa forma el mantenerse en el cargo o rotar en los diferentes puestos, actualmente es muy común encontrase con personas que llevan más de veinte años en cargos institucionales, siendo unas veces consejeros, otras diputados, otras alcaldes, otras directores generales etc. Para ello es fundamental el abrir las formas de elección de los candidatos y representantes públicos, las primarias han supuesto en Francia un acicate muy grande para que Hollande ganase las elecciones, en Italia las primarias han movilizado a mas de tres millones de ciudadanos que primero se han tenido que inscribir en el censo electoral, pagar dos euros para contribuir a los gastos que estas suponían y después hacer colas un domingo para votar por el candidato, esto ha propiciado que el actual mandatario Monti haya precipitado unas elecciones para evitar que esta estrategia tuviese tiempo para ampliar su base electoral, lo que indica de lo acertado del planteamiento.

3ª.- Tiene que redefinir su modelo de estado, se debe de aclarar si es necesaria o no una reforma constitucional y en ese caso que aspectos se deben de cambiar ¿Por qué? y ¿para qué?, si es preciso ir hacia un estado federal o no, pero todo esto con una sola voz en cualquier punto de España.

Parece que la tarea es ardua más la situación no permite otra y debemos de ponernos a ello, y mientras lleguen los cambios, intentar reírse y hacer que los tuyos se rían, disfrutar de lo que se tiene y practicar la solidaridad, hoy el aportar al comedor solidario, el donar la ropa usada a una ONG, el apadrinar a una persona desahuciada, adquirir algún producto en los múltiples mercadillos solidarios o simplemente el recoger tapones de plástico para ayudar en la adquisición de una silla para un minusválido no solo hace que la sociedad en su conjunto sea mejor también supone que nosotros somos mejores, que nos sintamos útiles a los demás y seamos protagonistas de la resistencia social hoy imprescindible, para conseguir que el entrante 2013 sea el punto de inflexión que necesita la sociedad española.

¿Feliz 2013?
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