Reírse es una liberación, una descarga de energía con efectos no solo psicológicos sino también fisiológicos. Cuando reímos se activan nada menos que catorce músculos faciales, la sangre fluye al rostro, lagrimeamos, en un festín de sensaciones y alteraciones del sistema respiratorio y cardíaco.
Reír es sano y, aunque no está al cien por cien demostrado científicamente los beneficios sobre la salud en el plano curativo de determinadas enfermedades, sí hay constancia de sus efectos terapéuticos que pueden incidir directamente en la prevención.
La risa dispara la dopamina y la serótina, además de otras sustancias y se reducen los niveles de cortisol y de la hormona del estrés. La ‘química’ natural que producen unas buenas carcajadas puede en algunos casos entenderse como medicina curativa. Sus efectos paliativos, y hasta en ocasiones analgésicos, son más que evidentes en situaciones de dolor y estrés provocados por enfermedades.
Los individuos con un gran sentido del humor pueden ser más competentes y atractivos socialmente
Las vías neurológicas que se activan durante la risa pueden ser múltiples según el tipo de risa que se esté emitiendo, las emociones que despierten o la sinceridad con la que se emita.
Según una investigación realizada en 2020, niños y adolescentes hospitalizados estaban significativamente menos ansiosos durante los procedimientos médicos cuando interactuaban con payasos hospitalarios.
En paralelo, tener sentido del humor resulta también muy beneficioso para nuestra salud y nuestras relaciones humanas. Así los individuos con un gran sentido del humor pueden ser más competentes y atractivos socialmente, resultando más cercanos y con más satisfacción en las relaciones sociales.
El especialista en psiquiatría José María Manzano nos cuenta en los dos siguientes artículos qué le pasa a nuestro cuerpo cuando reímos o somos proclives al humor. ¡No te los pierdas! Y descubre qué le pasa a tu cuerpo con te da la risa floja, nerviosa, contagiosa...
La risa nos hace sentir bien
El sentido del humor
