viernes. 26.04.2024
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La gerontofilia es una parafilia caracterizada por la atracción sexual hacia personas mayores de la tercera edad por una persona mucho más joven. El Manual de Diagnóstico de Enfermedades en Sexología, propone 35 años de diferencia de edad, como criterio mínimo entre las personas involucradas. No obstante, otros autores no dan tanta importancia al límite de edad como a la diferencia manifiesta de edad. Fantasear o tener relaciones sexuales con personas ancianas, es la forma de excitarse sexualmente, bien de manera preferente o exclusiva. Por tanto, lo que despierta el impulso sexual es la edad avanzada, independientemente de las características de la persona anciana.

La gerontofilia es considerada una parafilia cuando provoca un malestar significativo en la persona que la padece, le limita funcionalmente en su día a día o es el único estímulo que provoca el deseo sexual.

Se consideran dos tipos de gerontofilia, la alfamegamia en la que se da una atracción sexual por parte de una persona joven, hombre o mujer, por varones de la tercera edad, la otra forma de gerontofilia es la matronolagnia, que es la atracción sexual hacia mujeres ancianas por hombres o mujeres notablemente más jóvenes.

Entre las causas posibles de esta parafilia están las personalidades frágiles, inseguras y dependientes con necesidad de protección, que ven en la persona de edad avanzada experiencia, protección y cobijo. También personas con dificultades para tener relaciones con iguales, les es más fácil relacionarse son personas de edad avanzada y a raíz de esto que surga el deseo sexual. También la psicología conductual, desde el paradigma operante, aporta como posible comienzo de esta parafilia que las primeras excitaciones sexuales hayan aparecido de forma causal o casual con imágenes u otros tipos de estímulos relacionados con la ancianidad, que se puede haber reforzado posteriormente con un reforzamiento positivo, como por ejemplo la masturbación con estas imágenes o estímulos. A veces, experiencias traumáticas en la infancia, como abusos sexuales mantenidos, en los que se ha llegado a “normalizar”, este tipo de experiencias sexuales. Por último, se ha descrito la posible búsqueda en esta parafilia un componente de sumisión/dominación hacia el anciano, buscando un abuso por una posición de superioridad, que al final busca un componente vejatorio que pretende someter al anciano, en especial de varones jóvenes hacia ancianas.

Santiago Ramón y Cajal dijo:” nada me inspira más veneración y asombro que un anciano que sabe cambiar de opinión”

Es importante establecer la diferencia entre gerontofilia verdadera y espuria. La primera puede ser de fascinación cuando la persona se siente atraída y excitada por la persona anciana. La espuria cuando se acompaña muchas veces de onanismo psíquico pluralista, que consiste en pensar en situaciones o actos eróticos, mientras se cohabita con el anciano, pudiéndose llegar hasta el orgasmo.

En un trabajo sobre el perfil criminal de los asesinatos sexuales de ancianas, Sexual Homicide of Elderly Females, se muestra que el perfil habitual es el de un joven que reside cerca de la víctima, pero sin relación familiar o social. La escena del crimen suele ser el domicilio de la anciana, y el asesino de alguna manera se ha dado a conocer previamente a la anciana.

Como caso ilustrativo en España, es conocido el de Gerontofilia de José A. Rodríguez Vega, de 34 años. Este asesino en serie, además de la agresión sexual, acabó con la vida de 16 ancianas en Santander. Su juicio comenzó el 25 de noviembre de 1991 en la Audiencia Provincial de Santander. El peritaje psiquiátrico lo definió como psicópata desalmado y un pervertido sexual múltiple. Rodríguez Vega en su celda de la cárcel redactó un escrito en el que presumía de su precocidad sexual, donde hacia constar que no se consideraba en absoluto un asesino: “A los ocho años ya sabía sembrar legumbres, tener relaciones con mujeres, habiendo pasado a los trece años por mi vida cinco mujeres mucho mayores que yo”, escribió Rodríguez Vega. Este psicópata refirió haber tenido una infancia muy compleja, hijo de un padre de carácter blando alcohólico y una madre autoritaria.

Por último, compartir esta reflexión de Santiago Ramón y Cajal:” Nada me inspira más veneración y asombro que un anciano que sabe cambiar de opinión”.


Cónoce otras parafilias; misofiliadacrifiliaasfixiofilianecrofilia, formicofilia

Parafilias poco comunes: gerontofilia