jueves. 25.04.2024
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Las parafilias son patrones de conducta sexual, poco frecuentes, en donde la fuente de placer puede ser un objeto inanimado, una situación o un tipo de persona especial. Así pues, en el ámbito de las filias (aficiones) las parafilias son patrones de comportamiento sexual, en los que el deseo, la excitación o el placer depende en gran medida de elementos atípicos, que no necesariamente implica la presencia de patología. Hay unas parafilias frecuentes, (ver mi artículo en Nueva Tribuna) y parafilias poco comunes entre las que está la Misofilia.

La Misofilia es una parafilia que consiste en una atracción y gran excitación al oler o entrar en contacto con prendas de ropa sucia, sobre todo cuando se trata de ropa interior y generalmente con algún resto de suciedad (semen, flujo vaginal, sangre…).

Desde el punto de vista psicoanalítico freudiano, se considere una regresión a la fase anal del desarrollo psicosexual.  En esta fase del segundo y tercer año de la vida, el niño o la niña siente placer en ese área, y el conflicto se centra en el área anal y en el placer de controlar la defecación. Según Freud, la incapacidad de resolver conflictos emocionales, que se presentan en esta etapa causa una fijación (exceso de gratificación en esta etapa) retentiva o expulsiva. Según este enfoque psicodinámico, cuando se da esta fijación es por un exceso de gratificación en esta etapa, lo cual influye en el desarrollo de la personalidad produciendo una desorganización de esta que puede llevar a determinados trastornos, como el trastorno obsesivo compulsivo o a la misofilia entre otros.

Isabel Allende dijo: ”memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro”

Las feromonas son unas hormonas producidas en los seres vivos, entre ellos el hombre o la mujer, de forma natural para indicar al otro su disponibilidad sexual, actuando sobre el bulbo raquídeo del encéfalo. Los estudios sobre estas hormonas comenzaron investigando en insectos. Estas hormonas se encuentran en los fluidos corporales (semen, sudor, flujo vaginal…), es por eso por lo que algunas personas se sienten atraídas y excitadas sexualmente, por el olor corporal de otra persona y por su ropa sucia, en especial la ropa interior. La Misofilia más frecuente se da en el varón a través de la ropa interior de su pareja, ligas o medias.

Hay un mercado negro a través de las redes sociales para adquirir ropa usada de la ya descrita, pagándose cantidades altas de dinero por ello, siempre que haya constancia acompañándose de una prueba de ello.

Uno de los países con mayor número de fetichistas es Japón, circulando la noticia de que existen unas máquinas expendedoras y tiendas de ropa sucia, en especial braguitas usadas, llamadas Buruseras. Los parafílicos con Misofilia más desconfiados evitan estas máquinas y compran la ropa interior a las colegiales en algún lugar oculto. Hay una variante llamada Kagaseya, que son encuentros en salas de karaoke donde quienes padecen esta parafilia les pagan a las “lolitas” que hay allí, para que les dejen arrodillarse y oler sus aromas más íntimos.

Los tratamientos para esta parafilia pueden hacerse desde distintas orientaciones psicoterapéuticas. Así, se puede tratar con una técnica cognitivo-conductual como es la restructuración cognitiva o con terapia psicoanalítica, sobre todo en personas por debajo de la edad madura y en algunos casos se  han comunicado buenos resultados con hipnosis clínica.

Por último, compartir esta reflexión de Isabel Allende:” memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro”.


Parafilias poco comunes: la dacrifilia

Parafilias poco comunes: misofilia