El mundo estaba en vilo mientras Neil Armstrong, Edwin Aldrin (Buzz) y Michael Collins se comunicaban entre ellos y con la cápsula de comando “CAPCOM” en Houston, tras el alunizaje del “Eagle”.
“Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad”, estas fueron las palabras que el estadounidense Neil Armstrong dijo en directo en televisión mientras recorría la escalerilla del módulo lunar camino a convertirse en el primer hombre en pisar nuestro satélite aquel 20 de Julio de 1969.
Esto supuso un duro golpe para la Unión Soviética y fue sin duda el mayor éxito de Estados Unidos en la carrera espacial que a pesar de no considerarse finalizada hasta 1975 con el acoplamiento de las naves Soyuz y Apolo 18, a los ojos del mundo ya significaba la victoria de los americanos.
No obstante, no hay que olvidar que la carrera espacial comenzó siendo una auténtica pesadilla para los Estados Unidos, los trofeos del “Sputnik 1” y la perra “Laika” llenaban la vitrina de la URSS a la par que monopolizaban los periódicos estadounidenses creando un profundo sentimiento de vergüenza nacional.
El mayor hito de los soviéticos llegaría sin embargo con la puesta en órbita del ruso Yuri Alekséyevich Gagarin en 1961, que se convirtió oficialmente en el primer ser humano en salir al espacio exterior.
La competencia parecía tener un claro vencedor y los Estados Unidos jugaron su última baza, llegar antes a la Luna.
En este contexto comienza a principios de los '60 el programa Apollo de la Nasa que pretendía colocar dos astronautas estadounidenses en la superficie lunar antes de la llegada de los '70.
El sueño se cumpliría cuando a las 02:56 (hora internacional UTC) de la madrugada del 21 de julio de 1969 Niel Armstrong descendería del módulo lunar para clavar la bandera estadounidense en la superficie de nuestro satélite poniendo punto y final a la carrera y haciendo historia en lo que se recordaría como uno de los mayores logros de la humanidad.
Parece una hazaña increíble, quizás demasiado increíble.
¿En cuestión de 10 años de programas espaciales fue capaz la Nasa de desarrollar una tecnología semejante? ¿Si fuimos capaces de ir en los '60, como es que no hemos vuelto todavía?
Las teorías de la conspiración de carácter gubernamental están por todas partes y lo cierto es que nos hacen plantearnos ciertos dilemas: ¿fue realmente el hombre a la luna?
No es más razonable pensar, por el contrario, que el gobierno estadounidense presionado por la opinión pública, la imposibilidad de cumplir los plazos acordados, la insostenibilidad de los gastos de la carrera espacial y la superioridad de la tecnología soviética, decidiera tomar una vía más fácil, un montaje.
Era la época dorada de Hollywood y los efectos especiales, objetivamente era viable.
Si a esto le sumamos que las fotos publicadas por la Nasa motivo del viaje del Apollo 11 parecen contener ciertas incongruencias y a que algunos libros y reportajes posteriormente publicados presentan pruebas aparentemente fehacientes del fraude, tenemos como resultado un caldo de cultivo ideal para una teoría conspiratoria perfecta.
A pesar de que todo esto pueda sonar ciertamente convincente, a día de hoy no representa ningún debate ya que las pruebas a favor del alunizaje del Apollo 11 son abrumadoras y nadie con cierto conocimiento del tema duda de la veracidad de este suceso histórico.
A continuación, echaremos un vistazo a los argumentos más usados por los defensores de que “el hombre no llegó a la Luna”.
¿Focos?
En algunas fotos aparecen unas inusuales luces que parecen asemejarse a unos focos de estudio, sin embargo, esto no es más que el producto del conocido como “efecto Flare” de las lentes de las cámaras, algo que tú mismo puedes comprobar haciendo una foto a una fuente de luz como el sol.
¿Por qué el Hubble no tiene fotos de la bandera?
Los amantes de la teoría de la conspiración alegan que los restos del módulo lunar abandonados sobre el satélite, así como la bandera estadounidense deberían haber sido ya fotografiados por telescopios como el Hubble.
La realidad es que como se puede ver en las imágenes de la Luna tomadas por el Hubble, solo puede distinguir objetos en la superficie del orden de los cientos de metros de diámetro, así como el resto de telescopios.
¿Huellas en tierra seca?
Al no haber agua en la luna, y por ende tener una superficie seca, debería ser imposible dejar huellas tan marcadas con la facilidad con la que las dejaron los tripulantes del Apollo.
Esto es fácilmente explicable debido a que el polvo de la superficie lunar es notablemente fino, lo que facilita la formación de huellas.
¿Sombras no paralelas?
¿Por qué las sombras de los objetos no son totalmente paralelas si solo hay una fuente de luz (el sol)?, parece el resultado de grabar en un estudio con varios focos de luz.
Aquí hay que tener en cuenta primero, la orografía de la superficie lunar la cual no es perfectamente plana, segundo, no hay un solo foco de luz sino varios (la superficie lunar, la tierra, el sol, el módulo lunar) y tercero, como en cualquier fotografía en la que se representa una profundidad en dos dimensiones las paralelas acaban por cortarse en el conocido como “punto de fuga”, tal y como se ve con las vías de tren en la imagen.
¿Dónde están las estrellas?
Lo que uno tendería a pensar es que, en la Luna, un cuerpo sin atmósfera las estrellas serían perfectamente visibles, pero como vemos solo un cielo negro cubre los fragmentos superiores de las fotografías.
Esto es fácilmente explicable una vez entendemos que la superficie de la Luna es un “objeto” mucho más brillante que las estrellas y para captarla en una fotografía necesitas ajustar la lente para ello.
Si, por el contrario, quisieras fotografiar las estrellas (objeto mucho menos brillante) la luz proveniente de la superficie quemaría la foto.
¿La bandera ondula?
Esta es una de las más sonadas, ¿por qué ondula la bandera estadounidense en un terreno sin aire?
Lo cierto es que no está ondulando, simplemente esta sujetada por un soporte horizontal al mástil de la bandera que se puso con el fin de que se viera más firme una vez colocada, y la aparente ondulación no es más que la conservación de la inercia a la hora de colocar la bandera.
De hecho, presenta exactamente el comportamiento que se esperaría de una bandera en un ambiente de vacío.
“La tecnología no era lo suficientemente avanzada”
Los amantes de la conspiración no lo compran, la tecnología era demasiado arcaica en la época alegan, ¿cómo es posible que la empresa más puntera en cohetería espacial actualmente, la SpaceX de Elon Musk, la cual presumiblemente nos va a llevar a Marte en este siglo, presente tantos errores en sus pruebas de lanzamiento poseyendo una tecnología tan superior?
Cierto es que la tecnología por entonces no estaba tan desarrollada, pero también cierto es, que no tenía por qué estarlo, lo más complejo de llevar personas a la Luna es sacar la nave en la que viajan de la Tierra para ponerla en órbita, para lo cual necesitas tecnología de propulsión que ya existía en la época.
Una vez en órbita necesitas tecnología de comunicación (radio), así como de automatización y de computación para el cálculo de trayectorias.
Todas estas tecnologías ya estaban ciertamente desarrolladas en los años '60 y solo necesitaban de algo de tiempo y principalmente de una gran cantidad de recursos para perfeccionarse lo suficiente, recursos que el gobierno aprobó invertir debido a que era un proyecto totalmente prioritario en plena Guerra Fría.
Respecto al ejemplo de SpaceX, también hay que entender que esta no es una empresa gubernamental como la Nasa, y su filosofía se basa en la “prueba y error” a diferencia de las agencias espaciales gubernamentales las cuales han de cumplir con un cierto cupo de eficiencia al recibir dinero del Estado al que pertenecen.
¿Si fuimos capaces de ir en los '60, porque no hemos vuelto todavía?
Lo cierto es que sí se volvió, entre los años 1969 y 1972, 6 misiones (Apollo 11,12,14,15,16 y 17). Consiguieron situar seres humanos en la Luna (un total de 12), contrario a la creencia popular extendida de que solo Niel Armstrong y Buzz Aldrin pisaron nuestro satélite.
Si no se ha vuelto desde entonces es por el simple motivo de que no hay beneficio alguno en hacerlo, es objetivamente más rentable enviar equipos robóticos a investigar su superficie que seres humanos, aparte de ahorrar en presupuestos, no hay que preocuparse por los daños humanos en caso de accidentes.
No obstante, esto está a punto de cambiar ya que la Nasa pretende con el programa Artemis (hermana de Apollo), colocar a la primera mujer y al primer hombre de color en la luna para 2025, como paso intermedio para futuras aproximaciones a nuestro hermano planetario, Marte.
“El engaño de 30 mil millones de dólares”
En 1974, Bill Kaysing un extrabajador de “Rocketdyne Propulsion Field Laboratory” una de las empresas que se involucró en la construcción de los motores usados en el Apollo 11 público, su libro “Nunca fuimos a la Luna, el engaño americano de 30 mil millones de dólares”.
En este libro Kaysing presenta una serie de argumentos, entre ellos los ya desmentidos anteriormente y varias declaraciones muy controversiales sin ningún tipo de prueba o evidencia, entre ellas que el Apollo 1, la primera misión tripulada del programa Apollo, la cual sufrió un incendio en la cápsula espacial durante una simulación de lanzamiento costándole la vida a los astronautas Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee, no fue un accidente sino un asesinato premeditado.
Estas declaraciones no vienen acompañadas de ninguna evidencia que las respalde y deberían ser tomadas con extrema precaución debido a que el mismo Kaysing admite en su propio libro sus conocimientos en ciencia y tecnología cuando comenzó a trabajar en el proyecto eran nulos, y que en un principio basó su desconfianza hacia el logro lunar en “una corazonada, una intuición... una verdadera convicción”.
Operación Lune by William Karel
En este documental se especula con la falsedad de las fotos tomadas por los tripulantes del Apollo 11 y con la idea de que el viaje a la Luna fuera un montaje grabado por el famoso director Stanley Kubrick.
Sin embargo, aunque este film esté oculto tras una capa de seriedad, en realidad, se trata de una sátira hacia las teorías de la conspiración (confirmado por el autor) y trata de evidenciar lo fácilmente corrompible que es el público general por parte de los medios de comunicación, incluso con ideas fácilmente comprobables.
Los soviéticos no eran idiotas
La llegada del Apollo 11 a la Luna fue la medalla de oro en la carrera espacial entre EEUU y la URSS.
Esto les costó a los soviéticos la pérdida del prestigio que tanto les había costado ganar con los éxitos de los programas “Sputnik” en los que tan bastos recursos habían invertido.
Contando con el KGB, una de las agencias de espionaje más importantes del momento, resulta difícil creer que los principales interesados en desmentir el Alunizaje norteamericano jamás se pronunciaran al respecto.
Una larga lista de argumentos en favor de la conspiración sigue hoy en día dando que hablar en los círculos más escépticos, sin embargo, ninguno parece aportar pruebas definitivas y todos son rebatidos con facilidad.
Por el contrario, una larga lista de pruebas como la posesión de más de 380 kilos de roca lunar o el uso de reflectores colocados en la superficie de la luna para reflejar rayos láseres lanzados desde la Tierra y así medir con precisión la distancia, nos dan la certeza de que efectivamente El Hombre Llegó a la Luna en 1969.
