domingo. 28.04.2024
EL_CORO_TEATRO

Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

Más que preguntarse para qué sirve una tragedia, creo que la cuestión más pertinente que surge del último espectáculo de Juan Navarro es para qué sirve el arte en general. Una duda que el propio artista intenta resolver al comienzo del espectáculo cuando reconoce, hablando desde el camerino y con ciertos titubeos, que su posición actual con las performances es puramente mercantilista. Aunque esto está dicho con evidente ironía, tiene mucha más relevancia de la que podría suponerse inicialmente, ya que pone en tela de juicio la crisis de valores e ideas que vive actualmente la sociedad moderna, reflejándose directamente en el arte y cualquier forma de expresión. Ese arte que Jean-Luc Godard defendía como algo con sentido solo desde la revolución activista y los márgenes (donde se toman notas y todo converge), parece ser algo totalmente caduco.

Estas ideas son las que transitan a lo largo del discurso de "El Coro: ¿Para qué sirve la tragedia?", obra de Juan Navarro que estará en la Sala Negra de los Teatros del Canal durante unos días. Una performance en la que el artista adopta la forma de Beethoven con el fin de reflexionar sobre el arte y la música, al mismo tiempo que disecciona los cuatro movimientos que componen la 9ª Sinfonía. Lo hace con la colaboración del Coro Fermín Gurbindo (ONCE Madrid), dirigido por Ignacio Parres, y compuesto principalmente por personas con ceguera y discapacidad visual grave. Estos reinterpretarán en escena la obra de Beethoven, otorgándole un tono totalmente distinto y original, llegando incluso a dejar solo el esqueleto que sostiene la melodía.

Juan Navarro nos habla de la tragedia, los temores y las problemáticas de la sociedad actual, al tiempo que analiza algunas claves de los movimientos de la 9ª Sinfonía de Beethoven. Así, observamos que algunos movimientos de esta obra maestra oscilan desde el dolor hasta la alegría, pasando por el silencio o la destrucción. Finalmente, todos los movimientos convergen en la gran fiesta de la creación y la vida, elementos que el artista pone en escena y trata de representar con la colaboración del resto de los miembros del coro. En definitiva, nos encontramos ante una performance que reflexiona sobre la importancia del arte en nuestra sociedad, con un artista que se siente muy cómodo asumiendo todo tipo de riesgos narrativos y estéticos que acaban situando la obra (para bien y para mal) en la órbita de lo inclasificable. No es sencilla de presenciar, al igual que no lo es reflexionar sobre ella después.

Paralelamente, durante la desconstrucción de la 9ª Sinfonía, la artista Mercedes Losada, encapuchada y sin mostrar el rostro, irá "pintando" y creando diversas obras sobre el escenario, para, solo en su recta final, descubrirnos su rostro y revelar que también ella tiene problemas importantes de visión. Es entonces cuando nos pide que cerremos los ojos y nos dejemos llevar por el ruido que nos rodea y que no siempre somos conscientes en nuestra vida cotidiana. Poco más puedo decir. Por favor, háganlo y cierren los ojos.

'El Coro ¿Para qué sirve la tragedia?'