domingo. 28.04.2024
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Trabajadoras en una fábrica de conservas de Candás.

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@Montagut5

El año 1920 vivió un largo conflicto laboral en Candás (Carreño, Asturias) protagonizado por las obreras de la fábrica de conservas de Pedro Campos. Y decimos largo porque duró unos cinco meses, hasta que encontró una solución a fines de mayo de ese año.

El problema surgió cuando el empresario se negó a establecer la jornada de ocho horas en la fábrica. Después de meses de conflicto y de resistencia de las trabajadoras, éstas habían vencido, a pesar de no recibir su jornal y de que el patrón había recurrido a esquiroles a los que pagaba 50 céntimos más del jornal que recibían las trabajadoras y con disfrute de la jornada de ocho horas.

El día 22 de mayo se llegó a un acuerdo después de varias entrevistas entre las trabajadoras y el empresario.

Se consiguió el establecimiento de la jornada de ocho horas. Pero, además, las siguientes mejoras:

1ª Reconocimiento de la Sociedad Obrera por parte del patrono.

2ª El personal que trabajase en la fábrica debería estar asociado, y se obligó a las trabajadoras que habían “traicionado” (esquiroles) la huelga a ingresar en la Sociedad Obrera.

3ª Aumento salarial de una peseta.

En consecuencia, terminó la huelga y se levantó el boicot que con motivo de la misma se le había declarado a este empresario en Candás.

La fuente que hemos empleado surge de un artículo firmado por Marcelino Delgado desde Avilés, y publicado en el número 3525 de El Socialista (29 de mayo de 1920). Delgado elogiaba fervorosamente a estas trabajadoras, ejemplo de lucha y unidad, virtudes necesarias para la victoria. Delgado quería dejar claro que era un ejemplo de cómo no podía jugarse con la organización obrera, aunque ésta se compusiera de mujeres porque, por muy “inconscientes” que se las considerase no se habían dejado vencer por el hambre.

Memoria | 8M

La lucha de las obreras de Candás (1920)