miércoles. 08.05.2024
Ethel Cain
Ethel Cain

Vera Frassa Bolognese | @vera_frassa

En un panorama de festivales veraniegos dominado por gigantes como Primavera Sound y Mad Cool, el Cala Mijas atrajo la atención de las masas el pasado año 2022 en su primera edición gracias a un potente cartel liderado por Arctic Monkeys y el exintegrante de Oasis, Liam Gallagher. Este año, la Cala de Mijas, en la provincia de Málaga, ha vuelto a ser el destino final del verano para más de 100.000 personas, tanto nacionales como turistas. Aunque todavía lejos de los números del Mad Cool y el Primavera Sound, Cala Mijas ha conseguido —con un cartel superior al de su competencia— ponerse a la altura del Bilbao BBK Live (organizado por la misma promotora, Last Tour), en términos de asistencia. 

La mayor repercusión mediática en el Cala Mijas se la llevaron los cabeza de cartel, como Florence and the Machine, que dio un emotivo concierto de final de gira tras comunicar unos pocos días antes que había tenido que someterse a cirugía de emergencia por razones que todavía no ha desvelado. Otro de los focos de la opinión pública fue el concierto de The Strokes, que a pesar de ser el “plato fuerte” del festival, dejaron a gran parte de su audiencia decepcionada con un concierto errático y con problemas de sonido. 

Los 50 minutos de concierto fueron un momento de comunión, de intimidad en un contexto público, entre los fans y Ethel Cain

Pero el festival tuvo también una joya oculta, una que no aparece en casi ninguna de las crónicas del Cala Mijas 2023. Mientras Duki cantaba sus éxitos en el escenario principal, una pequeña aglomeración se formaba entorno a uno de los escenarios secundarios. Se trataba del concierto de la inclasificable artista americana Ethel Cain. La artista ha ganado popularidad a lo largo del último año desde el lanzamiento de su primer LP, “Preacher’s Daughter”. Tiene más de 2 millones de oyentes mensuales, y su hit “American Teenager”, que rebasa los 30 millones de escuchas en Spotify, apareció en la lista de canciones favoritas de 2022 del expresidente estadounidense Barack Obama. Su voz hipnotizante y sus letras oscuras —sus canciones cuentan ficciones de amor tóxico, asesinato y canibalismo— han atraído a un público joven online. 

El fenómeno de Ethel Cain, parece ser, es todavía algo propio, sobre todo, de su país de origen. En un festival como el Cala Mijas, no reúne más que a una pequeña multitud. Sin embargo, la sensación de unidad durante el breve concierto fue innegable. El público, compuesto en su mayor parte por jóvenes rondando los 20 años, no quitó los ojos de encima de la cantante —acompañada en el escenario tan solo por un guitarrista y un batería— durante las 6 canciones de su setlist, a pesar de que no son canciones “festivaleras”. Aun con letras complejas y largas porciones instrumentales, el compromiso de los fans con Ethel Cain no vaciló durante ni un segundo. Los 50 minutos de concierto fueron un momento de comunión, de intimidad en un contexto público, entre los fans y Ethel Cain, que por momentos se sentaba en el borde del escenario, y que parecía mirar directamente a los ojos a todos y cada uno de los asistentes del concierto. 

Aunque la ausencia de la canción “Crush” —otro de sus hits con el que la cantante ha cerrado todos los conciertos de la gira aparte del de Cala Mijas— dejó a sus fans más dedicados algo desconcertados, el concierto fue un triunfo sin lugar a duda. La incipiente carrera de Ethel Cain es desde luego prometedora; es tan solo una cuestión de tiempo que el tamaño de su público se ponga a la altura de la calidad de su arte. 

Ethel Cain: El secreto mejor guardado del Cala Mijas