jueves. 16.05.2024

James Fernández Cardozo

Perseverar en conseguir la verdad es una práctica heroica cuando nos enfrentamos a quienes pretenden manipular o distraer de esa búsqueda. Es el reto valorativo de la película Misterio en Venecia, dirigida y protagonizada por el irlandés Kenneth Branagh, que incorpora elementos estructurales de la novela Las Manzanas, de Agatha Christie (1969), y se desglosa como una secuela de las anteriores películas Muerte en el Expreso de Oriente (2017) y Muerte en el Nilo (2022)

  1. James Fernández Cardozo
  2. El recorrido heroico del detective Poirot
  3. La tensión narrativa
  4. Las modalidades de influencia 
  5. El valor de buscar la verdad

El recorrido heroico del detective Poirot

En la película Misterio en Venecia la buena voluntad de luchar por la verdad se ve enfrentada al antivalor de las prácticas de ocultamiento y manipulación de las personas, con la finalidad de esconder los hechos de la realidad. En virtud de esta oposición polémica entre un valor y su correlativo antivalor, el protagonista Hércules Poirot se ve inmerso en una heroica búsqueda de verdad contra un antagonista que se mantiene incógnito pero latente, y que solo al final de la película podemos descubrir. 

El recorrido narrativo del detective Poirot se inicia con la clásica negativa del héroe a acometer la aventura, enunciada por Joseph Campbell en El Héroe de los Mil Rostros, en este caso, la negativa obedece al doloroso pasado de las guerras que dejaron en el alma de Hércules Poirot un aire de cansancio y tristeza, dolor que también es recurrente en otros personajes de la obra. 

La buena voluntad de luchar por la verdad se ve enfrentada al antivalor de las prácticas de ocultamiento y manipulación de las personas

Sin embargo, su amiga escritora Ariadne Oliver, personaje prestado de las novelas de Agatha Christie, sabe que Poirot ama la investigación criminal, y ante su reticencia ejercerá sobre él la modalidad de influencia de la tentación al proponerle un nuevo un misterio a resolver: “Ven a una sesión de espiritismo conmigo y descubre el engaño por mí”, le propone a Poirot. También agita sobre él la modalidad de la provocación sobre su real motivación como investigador que le permitiría desenmascarar a la espiritista Joyce Reynolds.

La provocación, como modalidad de influencia discursiva, no solamente consiste en sospechar o denigrar de la competencia, el recorrido o la intención del manipulado para hacer que este quiera o deba hacer algo. También se provoca al otro sembrando sospechas sobre su motivación personal, es decir, su querer o deber llegar a una meta o actuar tras ella. 

El salto al primer umbral de nuestro héroe Hércules Poirot es al embrujado Palazzo, ubicado en la Venecia de la posguerra, justo en la víspera del día de Todos los Santos. Allí Poirot sufrirá sorpresivas pruebas a sus saberes y poderes que nos permitirán ver su ejemplar motivación de continuar en la marcha, evidenciada en su consistencia en las pesquisas que sin descanso adelantará. Agotadas las pruebas heroicas, la evaluación final positiva de la conquista del encuentro con la verdad provendrá de su propio balance personal sobre lo aprendido en el palacio.

La tensión narrativa

Bajo el timón del guionista Michael Green, los espectadores navegamos en esta obra entre los géneros de la novela policíaca y la de terror, que se sostienen con la tensión narrativa, esa curiosidad, sorpresa y expectación por descubrir cómo se desarrollarán los acontecimientos y eventos a lo largo de la trama. 

Pero en tres precisas dimensiones temporales orbitará esta tensión narrativa en Misterio en Venecia. La primera, en el pasado, a través de la intriga, que nace de nuestra curiosidad por conocer el antiguo secreto del palacio sobre hechos sobrenaturales y sombríos. 

La segunda, hacia el futuro, de suspenso, por nuestro deseo de saber si la sesión inicial de espiritismo es verdadera y nuestro apetito por conocer el desenvolvimiento de los acontecimientos entre los personajes que terminan confinados dentro del palacio con el anuncio de Poirot: “alguien ha muerto y nadie se irá hasta qué sepa quien ha sido”. 

En el tiempo presente, la tensión narrativa se sostiene a través de las sucesivas sorpresas con fines distractores que el antagonista ha activado: una lámpara gigante que cae estruendosamente en una sala, el fantasma de una niña que aparece detrás de una puerta, el intento de asesinato en un lavamanos, o el pausado esclarecimiento final que nuestro héroe discurre ante todos los presentes y que devela la verdad de todo lo acontecido.

Un conflicto entre un valor y antivalor de base, en este caso, la verdad y su ocultamiento, que mantiene en tensión a los personajes

Usualmente la tensión narrativa es alimentada en nosotros, por parte de los guionistas y directores, través de las siguientes estrategias respecto de los personajes y de sus recorridos narrativos: 

Un conflicto entre un valor y antivalor de base, en este caso, la verdad y su ocultamiento, que mantiene en tensión a los personajes. 

Una constante reticencia cognitiva del creador de la obra, por la que la información se entrega gradualmente, manteniendo detalles claves en secreto, lo que nos anima en Muerte en Venecia a esperar para descubrir la verdad. 

La paulatina revelación de los motivos ocultos o conflictos internos de los personajes, que añaden capas de tensión a la historia. 

La formulación de interrogantes desde el comienzo de la historia, que se van respondiendo con el transcurrir de los acontecimientos y eventos.

Distintas situaciones inciertas o eventos inesperados que nos mantienen en expectación sobre qué sucederá a continuación. 

Las modalidades de influencia 

Es interesante que en esta película varios actores agencian el rol de antagonista potencial, por sus debilidades morales, como la del niño Leopold Ferrier quien además de erudito resulta ser un chantajista, una espiritista que no se desprende de artefactos y ayudantes engañosos, un padre que es prisionero mental de los fantasmas de la guerra, y una madre con apego enfermizo por su hija: “No podía dejarla ir, ella era mi vida”, confiesa al final Rowena Drake. 

Es este apego ansioso de la antagonista Rowena Drake el que dirige la fábula, el sentido de la historia, y que ha orientado la arquitectura de los acontecimientos y eventos que ocurren en el palacio, agitando en el entorno una modalidad de influencia discursiva conocida como la distracción”, en que el manipulador hace apartar la vista al manipulado respecto del relevante objeto de atención; en este caso Rowena Drake busca que el detective Poirot no pueda esclarecer que la muerte de la joven Alicia Drake no fue un suicidio, sino un asesinato. 

Unos de los retos del cine es que nos estimula a esclarecer cuáles son los valores o prácticas sociales que nos conducen a la verdad y a la vida feliz

Pero la antagonista Rowena Drake, intimidada por el miedo a ser descubierta, ejercerá otra modalidad de influencia, la sugestión, por la cual se hace perder la voluntad al sujeto manipulado para realizar actos involuntarios. Es lo que le ocurre a nuestro detective Poirot, drogado con una miel venenosa, que le hace alucinar y sospechar de su propio juicio científico.

Para hallar la verdad, el modo en que Poirot influye en los demás sujetos retenidos en el palacio es la culpabilizaciónque ejerce a través de reproches iniciales a cada interrogado bajo un estatuto moral previo, procedimiento por el que obtiene los elementos de juicio para así llegar a una conclusión final. 

Finalmente, la adhesión de los implicados a la verdad de lo ocurrido es lograda por Poirot mediante la demostración lógica, evidenciando a todos las premisas que le han permitido concluir quién asesinó a la joven Alice Drake. También Poirot aprende a dejar atrás a sus fantasmas, y fruto de su aprendizaje le confiesa a la escritora Ariadne Oliver: “es inútil tratar de evitar a nuestros fantasmas, pero debemos hacer las paces con ellos y vivir la vida de alguna manera”.

El valor de buscar la verdad

Unos de los retos del cine es que nos estimula a esclarecer cuáles son los valores o prácticas sociales que nos conducen a la verdad y a la vida feliz, pero también divisar cuales son los antivalores en la sociedad que agitan la distorsión de los hechos y la manipulación de las personas. 

En Misterio en Venecia, Hércules Poirot es un ejemplo de perseverancia en su búsqueda de la verdad y en la creencia en sus métodos racionales, lo que le permitirá mantener la intención para conseguir la meta deseada. Pero muy importante es la intención en el actuar, que le impulsó a reanudar la marcha a pesar del intento de su propio asesinato. Es lo que conocemos como la motivación, esa intención de alcanzar un objeto de deseo, pero también de hacer lo necesario para alcanzarlo. 

Poirot nos enseña un método para esclarecer la verdad y evitar la manipulación: la aguda observación de la realidad y el ejercicio permanente del pensamiento crítico, aquel que es auténtico y no se deja manipular del entorno. Aquel que duda y promueve el debate racional. 

Poirot nos enseña un método para esclarecer la verdad y evitar la manipulación: la aguda observación de la realidad y el ejercicio permanente del pensamiento crítico

Cuánto de los valores que encarnó Hércules Poirot en tiempos de posguerra, en su lucha por la verdad, necesitamos en nuestra actualidad, en que día a día gana espacio la posverdad, esa distorsión deliberada de la realidad que manipula nuestras creencias y emociones, desprecia los hechos objetivos y prioriza los argumentos personales, con el fin de influir en la opinión pública y en las actitudes sociales. 

La posverdad, como modalidad global de manipulación, tiende a imponerse, agitada por eficaces medios de influencia que a través de las redes sociales minan nuestra competencia para el pensamiento crítico y adormecen la observación nítida de los detalles de los hechos. 

Por causa de la posverdad se niega sin pudor que el cambio climático es producido por los propios seres humanos, o que las guerras actuales están agitadas por intereses económicos y territoriales. Cuánto de la mirada crítica de Poirot necesitamos hoy sembrar en nuestros corazones y pensamientos…

¿Perseveramos en la verdad, como Hércules Poirot, o nuestra apatía nos hace creer en las mentiras actuales de la posverdad


James Fernández Cardozo | PhD Análisis del Discurso

Misterio en Venecia: enseñanzas del pensamiento crítico en tiempos de posverdad