Sarahi García | @Sarii15G
¿Quién es el artífice de The Palm and Other Parts? Pow Pow Family Band. Y, ¿quién está detrás de este proyecto? Miles Robbins y Nara Shin fueron los primeros que iniciaron esta aventura y que posteriormente han llegado nuevos colaboradores a este reciente proyecto.
Tal vez el nombre de Miles Robbins os suene más en el mundo de la actuación por aparecer en cintas como Daniel no es real (2019) o en Halloween (2018) o porque es el hijo de Susan Sarandon y Tim Robbins, pero hoy estamos aquí para hablar de música y de su reciente álbum The Palm and Other Parts. Miles viene de una familia de artistas y músicos por lo que sigue los mismos pasos. Debutó con Pow Pow Family Band lanzando All Right en 2018.
Este nuevo material será de lo más experimental que encontrarás en el mercado y lo presentan como una historia de amor “un álbum autoproducido de música emocional para gente vulnerable”. Disponible en cualquier plataforma digital que se os ocurra: Spotify, Youtube, Amazon, Deezer…
Es un disco con vida, que al igual que ciertas obras maestras de la pintura que te trasladan a un paisaje vivo, en este disco surge el mismo efecto. Encontrarás de todo, sonidos típicos del día a día, pájaros cantando, coros, voces lejanas, instrumentos clásicos… en un ambiente que en ocasiones llega al sonido más psicodélico que oirás. Las voces y las letras se adaptan perfectamente a este cúmulo de sonidos e influencias reunidos en 43 minutos. Y ahí está la complejidad, el adaptar todo para crear una armonía y unas composiciones potentes, bien amalgamado, para llevarnos a un viaje sensorial.
Algunas de las canciones que nos ha presentado Pow Pow Family Band fueron escritas en 2013 y que en los últimos cinco años han cogido la forma deseada por la banda. El álbum abre con Two Twelve-Year-Olds in a Trenchcoat con la voz dulce de Robbins en el que relata “quizás estoy bien, quizás tengo todas las herramientas que necesito para salir del pozo cuando esté bien”. Legbeard empieza a sonar tras una voz que dice “Acción”. Una canción de amor y en ello lo demuestra con letras como “construiría un IKEA completo, solo para compartir un lugar donde pueda comer a solas contigo”. También encontramos canciones cien por cien instrumentales perfectamente producidas como Just Be Nice, Pretty People o The Act of Forgetting para escuchar en una playa en invierno o en un paseo en tren a través de la lluvia como invita a hacerlo Miles Robbins.
Concluyendo, hay muchos detalles, con un sonido peculiar y a la vez extraño, pero que añaden mucho a todo este ambiente que ha creado la banda. Ingeniosamente todo está conectado. Y para bien o para mal (esperemos que esto último no) se convertirá en un álbum que no te arrepentirás de haberlo escuchado porque es un viaje digno de despertar de una manera diferente tu sentido sensorial auditivo.
