
Pablo Casado no cree que se haya merecido el trato recibido por los suyos tras la guerra interna abierta por su enfrentamiento con Isabel Díaz-Ayuso. Así lo ha transmitido este martes en la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP que ha marcado el inicio del cambio de etapa del partido y el fin de su liderazgo.
“Lamento todo lo que haya hecho mal y siento la reacción que he tenido que sufrir, que es inédita en nuestra historia democrática y que creo sinceramente que no merezco, ni se lo merecía ninguno de nosotros”, ha asegurado ante los suyos tras los acontecimientos de los últimos días reclamándole que diera un paso a un lado.
El todavía presidente del PP ha hecho un repaso de sus casi cuatro años de mandato y ha defendido su gestión pese a las dificultades por las que ha tenido que atravesar. “Tengo la conciencia tranquila”, ha afirmado, a la vez que ha mostrado su “agradecimiento sin rencor ni frustración”.
Casado ha oficializado así su marcha, forzada por los barones y líderes territoriales que se consumará en el Congreso Extraordinario que el PP tiene previsto celebrar a comienzos de abril en Sevilla. El líder del PP logró la semana pasada frenar una dimisión exprés exigida por muchos dirigentes y finalizar su mandato de manera consensuada. Él mismo ha dejado claro que no tiene intención de optar a la reelección y ha deseado al próximo presidente “todo el éxito y acierto” en su tarea.
Este martes, el PP también ha hecho oficial el cese del ya exsecretario general, Teodoro García Egea y la dimisión del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida como portavoz nacional del partido. A partir de ahora, será la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, la que lleve las riendas hasta el Congreso donde se elegirá a la nueva dirección, un cónclave cuyos preparativos correrán a cargo de Esteban González Pons, un hombre muy cercado a Alberto Núñez Feijóo, quien será previsiblemente elegido como sucesor de Casado.