sábado. 27.04.2024

El futuro liderazgo del PSOE

Por Mario Regidor | Este artículo bien podría ser una continuación del publicado la semana pasada ya que, si en el anterior abordábamos las consecuencias políticas que podría tener lo sucedido en el Comité Federal del PSOE celebrado el primero de octubre, en el actual vamos a centrarnos en el liderazgo interno del propio partido, en especial su Secretaría General.

No cabe duda de que lo sucedido a principios de mes y lo que mi abuelo llamaría: de estos polvos vienen estos lodos, tendrá una influencia capital en el próximo devenir orgánico del PSOE como partido y organización.

Si alguien piensa que las artimañas de los barones, es decir, Susana Díaz, García Page, Fernández Vara, Javier Lambán, etc con el fin de apartar de la Secretaría General a Pedro Sánchez no van a tener consecuencias internas para ellos, creo que están muy equivocados. Pedro Sánchez se equivocó en varias cosas, algunas de las cuáles las pusimos de relevancia en el artículo anterior, pero sí es cierto que, en el momento actual, parece tener el apoyo de gran parte de la militancia de base en la defensa de sus tesis cara a la opción de abstención o terceras elecciones (ya excluida la posibilidad por la que abogaba de buscar un gobierno alternativo que malogró el propio Sánchez cuando optó por la convocatoria de un Congreso Extraordinario para afianzar un liderazgo que se encontraba sitiado por diversos frentes desde hacía meses).

En cualquier caso, acerca de la convocatoria de un Congreso Extraordinario y existiendo varios militantes socialistas se encuentran recogiendo firmas para pasarlas a la gestora con el fin de que atienda dicha petición (parece que se acercan a las 80.000 firmas), sería bueno recordar que en un Congreso Extraordinario no se modifican estatutos ni tampoco se pone por escrito la ponencia política que marca el camino que los socialistas seguiremos a lo largo de los próximos 4 años, ambas cuestiones de especial importancia en el momento actual.

De hecho, este año debería haberse celebrado el Congreso Ordinario donde tanto la ponencia política como los estatutos del partido se discuten y reforman, en el mes de febrero o marzo pero se postergaron previendo unas segundas elecciones que, finalmente, se celebraron. Estoy de acuerdo en que primero es la gobernabilidad de la nación y, posteriormente, la elección de los órganos internos a todos los niveles (nacional o federal, regional, provincial o insular y local) con lo que tendremos que ver si, finalmente, hay gobierno o se convocan terceras elecciones en cuyo caso, habría que volver a dilatar en el tiempo la celebración del congreso.

Pero lo primordial, se celebre antes o después el congreso, creo que es la necesidad imperiosa de que dicho congreso sea de carácter ordinario. ¿Por qué? Porque si las primarias para elegir los cabezas de lista o los candidatos a los diferentes ámbitos territoriales ya viene consagrada desde hace tiempo en los estatutos no es así con respecto a la elección directa del secretario general.

Debemos recordar que, en el anterior proceso de elección del secretario general federal en el partido uno de los candidatos, Eduardo Madina, propuso la elección directa de dicho puesto por medio del voto del afiliado en urna, lo cual era una variante mucho más democrática que el modelo existente hasta la fecha en el que, en virtud de una serie de congresos provinciales e insulares se elegían los delegados que, posteriormente en el Congreso Federal, iban a discutir la ponencia política, los estatutos y elegirían la ejecutiva federal con su secretario general al frente.

A dicha propuesta no se negaron los restantes candidatos, a la sazón Pérez Tapias y Pedro Sánchez, pero huelga decir que sí inclinó la contienda a favor de este último puesto que Susana Díaz, presidenta de Andalucía, estaba pensando presentarse pero quería seguir lo dispuesto en los estatutos, no el nuevo invento que se había sacado de la manga Eduardo Madina, por lo que “castigó” a éste y avaló y apoyó a Pedro Sánchez. Por su lado, Rubalcaba, secretario general federal por aquel entonces y que, ya había dejado claro que no se iba a presentar, reunió a la ejecutiva y dio el visto bueno a la propuesta más democrática, pero no reflejada en los estatutos, de Eduardo Madina.

Con todo lo anterior, ¿qué pretendo poner de manifiesto? Pues ni más ni menos que el hecho de que, en la actualidad, los estatutos recogen la fórmula antigua porque no ha habido un Congreso Ordinario que lo modificara y, si el próximo evento orgánico que se celebra es de carácter extraordinario, persistirá en la norma escrita con lo que la gestora, si se atiene a los estatutos y es previsible que lo haga, propondrá la celebración de un congreso federal a la antigua usanza y no es eso lo que el militante quiere.

En el anterior proceso orgánico federal celebrado en febrero de 2012, donde fue elegido Rubalcaba, Voces Transversales ya presentó enmiendas a los estatutos en todos los niveles territoriales donde pedíamos fórmulas más democráticas de elección directa del secretario general por voto del militante y que se rechazaron en el dicho congreso. No nos damos por vencidos en este caso y pretendemos consagrar lo mismo que se realizó en el último Congreso, que cada uno de los afiliados socialistas pueda votar en su respectiva agrupación al candidato que mejor encarne sus valores e idales para los tiempos que se avecinan.

En otro orden de cosas, ya que hablamos del futuro liderazgo del PSOE, conviene prestar atención a los posibles candidatos. Sinceramente, creo que lo sucedido a lo largo de los últimos meses, teniendo como acto culminante el Comité Federal del primero de octubre, inhabilita a gran parte de las personas más significadas en dicho proceso, para presentarse como candidatos a la Secretaría General Federal, es decir, Susana Díaz, Javier Lambán, Fernández Vara, García Page, incluso Eduardo Madina y el propio Pedro Sánchez.

¿Por qué? La razón principal es que ahora conviene unir al partido en torno a una figura que logre un cierto consenso entre las diferentes sensibilidades, aunque sea en un período de transición y, sinceramente, ni Susana Díaz ni Pedro Sánchez, ni los nombres anteriores, encarnan ese perfil. En el caso de que uno o los dos decidieran presentarse, uno de ellos sería elegido como secretario general y la fractura en el partido continuaría sin remedio.

Urge una camada de personas que asuman el liderazgo orgánico del partido en uno de los peores momentos de su historia y que contribuya a tender puentes y serenar las revueltas aguas orgánicas socialistas. Como de lo que se trata es de mojarse, ahí van mis candidatos:

Josep Borrell, tácito apoyo de Pedro Sánchez, ha sido, con diferencia, la persona que mejor y más moderadamente ha opinado sobre la situación orgánica del partido. Cabeza bien amueblada y con notable experiencia. Podría ser una opción de consenso.

Patxi López, referente del socialismo vasco y primer lehendakari socialista en la reciente historia democrática en un pacto de gobierno con el PP, ha apoyado a Pedro Sánchez en la reciente contienda pero es una persona respetada por la práctica totalidad de las sensibilidades del partido. Se valoró su candidatura en el último proceso orgánico pero decidió no dar el paso.

Pérez Tapias, lider de Izquierda Socialista. En la reciente elección directa a Secretario General consiguió los avales para ser contendiente de Eduardo Madina y Pedro Sánchez quedando en último lugar y abogando por la bicefalia entre los puestos de secretario general federal y candidato a la presidencia del gobierno. Miembro del Comité Federal, abandonó el último antes de votar por discrepancias en las formas.

Como ven son todos militantes de probada experiencia orgánica y política que podrían aunar el partido en torno a sí. La otra opción sería algún mirlo blanco que, con las cualidades de los anteriores, pero sin tener su relevancia política u orgánica, consiguieran sus mismos efectos a medio y largo plazo pero ahora no se me ocurre ningún nombre, quizá porque ni siquiera nosotros sepamos que ese compañero o compañera existe…

El futuro liderazgo del PSOE