sábado. 27.04.2024

Hablando de España

España está patas arriba, gobernada por demagogos, corruptos y en una situación que poco tiene que ver con la democracia...

Hace unos días tuve la oportunidad de participar en el programa «Contragolpe», en la emisora KPKF, desde Los Ángeles, EEUU. Un programa dedicado a la comunidad hispana de California y hablamos de España. De su historia reciente y de la situación por la que pasamos los españolitos de a pie; también de los que por las alturas andan, que no salieron bien parados, a lo peor, por el madrugón, pero no fue por eso, sino por sus hechos, que son bien conocidos.

El reconocido periodista Rubén Luengas, introdujo el tema, comparando la situación por la que atraviesa México «que se encuentra patas arriba, gobernada por demagogos y corruptos, en una situación que nada tiene que ver con la democracia», dijo. Esta introducción me vino que ni al pelo, pues algo de todo eso viene sucediendo en España.

Se reduce o desaparece el exiguo bienestar —decía yo en la entrevista— que habíamos ido consiguiendo a lo largo de los años entre todos. La vivienda, que es un derecho humano, se les está negando a muchas personas en el estado español. Cientos de miles hacen frente a ejecuciones hipotecarias, cuando nadie debería quedarse en la calle como consecuencia de un desalojo. El gobierno que debería proteger el derecho a la vivienda, mira para otro lado y favorece la acción de los bancos contra la ciudadanía necesitada.

Muchos permanecieron callados, cuando el gobierno quitaba la tarjeta sanitaria a las personas inmigrantes. Pero la reforma sanitaria ha llegado más lejos; ha dejado sin sanidad a 873.000 personas inmigrantes y también españolas. «Personas con cáncer o diabetes ya no tienen acceso a la salud», dice la campaña #Noescuchan de Amnistía Internacional. El gobierno no es que no escuche —que no escucha—, sino que mira para otro lado, olvidándose del interés general, para favorecer a sus amigos. Rajoy y sus ministros preparan la «solución final» versión PP: jubilados, dependientes y enfermos crónicos seremos los colectivos prioritarios. El gobierno, que debe garantizar el derecho a la salud para todas las personas, sin discriminación, hace todo lo contrario.

El ministro de interior, ha ordenado a las fuerzas de seguridad que hagan uso de la fuerza contra quienes se manifiestan pacíficamente por sus derechos, criminalizando las protestas, por medio del Código Penal. Con la utilización excesiva de la violencia, el gobierno restringe derechos fundamentales y estigmatiza a los movimientos sociales, que defienden derechos y libertades. Conocidos son los mossos d´esquadra por sus actuaciones, que empiezan con palizas y terminan con los apaleados muertos. El policía que maltrata es un maltratador, no vale la obediencia debida como alegación; tan canalla es el que ordena, como el que ejecuta la violencia contra las personas.

Otra vergüenza de la #MarcaEspaña son las cuchillas puestas en la verja de Melilla. Como disparate y delito, lo califica Federico Mayor Zaragoza. Tanto tiempo luchando para que desaparezcan muros, caídos por la fuerza de la libertad y la democracia, y ahora, estos del gobierno, ponen «concertinas», cuchillas asesinas, que vulneran y hierren los derechos de los inmigrantes, que huyen de la hambruna y la pobreza, provocadas por el expolio occidental de los recursos naturales en el continente africano.

De otra parte, el gobierno y la justicia española, están entorpeciendo la orden de detención de los torturadores franquistas, reclamados por la justicia argentina. Carlos Slepoy, abogado de los querellantes, sostiene que «las autoridades españoles están cometiendo una dilación indebida de los tiempos de la Justicia e incumpliendo flagrantemente, tanto el Tratado entre ambos países, como la propia ley española de extradición», que establece que la detención debe efectuarse en el plazo máximo de 24 horas, tiempo superado con creces. No podemos pedir peras al olmo; los franquistas de hoy en el gobierno, protegen a los sicarios franquistas de ayer.

Mientras la violencia machista sigue asesinando mujeres, el gobierno hace desaparecer millones de euros dedicados a la prevención y a la atención sanitaria, que es una vía para detectar la violencia de género y la trata de personas. En lo que va de año, han sido asesinadas 49 mujeres víctimas del #TerrorismoMachista. Desde el año 2001 han muerto más de ochocientas mujeres. Si el terrorismo político, hubiera asesinado en este tiempo a tantas personas en España, los cimientos del Estado temblarían. Pero éstos parece que piensan, cuando no dicen: son mujeres al fin y al cabo.

Esta semana ha sido publicado el Barómetro del CIS. Durante la mañana del día 6, los titulares de los medios informativos digitales, destacaban que el PP aumentaba su ventaja y que el PSOE se desplomaba. Luego nos enteramos de que la encuesta se había cocina y aderezado a la conveniencia política del PP. Utilizando un artificio aritmético, han recortado el factor de corrección del PSOE y multiplicado el del PP, explicaba Carlos Enrique Bayo en Público. Esta conducta, que en otros lugares daría lugar a dimisiones y ceses, además de ser vergonzoso, es muy grave y demuestra como el gobierno de Rajoy, al manipular, atenta contra el propio sistema democrático.

Las cuatro primeras preocupaciones de la ciudadanía española son el paro, la corrupción, los problemas de índole económica y los políticos. No se si estamos a la altura de México, pero muy mal estamos. En octubre, la tasa de paro registrado afectaba a 4.811.383 personas, lo que representa el 25,98%. Una cuarta parte de la población activa española está sin trabajo y el paro juvenil afecta al 54,37%. Datos que ilustran a la desdichada #MarcaPP en España.

Los casos Gürtel y Bárcenas siguen estando a la cabeza de la corrupción política y económica. Esta semana el juez Gómez Bermúdez ha metido en la cárcel a la cúpula de la Caja del Mediterráneo, por otorgar créditos, para comprar hoteles y terrenos en México, República Dominicana y Costa Rica, operando con entidades radicadas en el paraíso fiscal de Curaçao. Por su parte, la infanta Cristina, hija del rey de España, firmaba decenas de facturas falsas de forma «inconsciente», en la trama corrupta de su marido. Estamos ante unos casos de corrupción real en estado puro. Mientras, el Poder Judicial, sanciona al juez Elpidio José Silva por meter a la cárcel al banquero Blesa.

Jorge Arzuaga sigue en la Puerta del Sol de Madrid en huelga de hambre, desde el día 12 de octubre y Rajoy con su gobierno sin dimitir. Y España, como México, está patas arriba, gobernada por demagogos, corruptos y en una situación que poco tiene que ver con la democracia.

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