viernes. 26.04.2024

Un mundo de mentiras

Hay determinados medios de comunicación especializados en el descrédito general y uno se pregunta qué intereses ocultos se esconden tras semejante proceder.

La crisis ha tenido unos efectos demoledores sobre las sociedades y particularmente sobre la española.  El 95 por ciento de los españoles, según la Comisión Europea, consideran que la corrupción es un hecho generalizado en España.

La corrupción, unida a la incapacidad de las instituciones de todo tipo, desde el Estado hasta el último Ayuntamiento, para garantizar una mínima seguridad de las personas, avala que cualquier cuestionamiento de las instituciones y organizaciones sociales adquiera apariencia de verdad, aunque no tenga base real alguna.

Hay en estos momentos determinados medios de comunicación especializados en el descrédito general y uno se pregunta qué intereses ocultos se esconden tras semejante proceder.

El diario El Mundo dice que “los cursos de formación no sirven” y que “9 de 10" no mejoran su situación” tras recibirlos. La información según ellos, procede de un antiguo responsable de la Fundación Tripartita y de los propios informes de evaluación de dicha institución.

Me he ido a comprobar los datos de dichas evaluaciones, publicados de forma transparente en la web de la Fundación Tripartita. Lo que veo es todo lo contrario de lo que publica El Mundo, aún de Pedro J.

El 95% de los participantes en los cursos afirma que están satisfechos o completamente satisfechos. Y medido en puntuación de 1 a 4, la media de satisfacción oscila entre 3,46 y 3,61 puntos.

En los programas de jóvenes la satisfacción se mueve entre el 80 y el 88% y entre el 90 y el 94% en la aplicabilidad de los conocimientos adquiridos. Un 86% considera que le permitirá cambiar de puesto de trabajo y casi un 94% que le permitirá progresar en su carrera profesional.

En cuanto al desarrollo personal entre un 85% y un 94% consideran que el curso contribuye a dicho desarrollo. Además, año tras año, estos niveles de satisfacción mejoran.  Y otro dato es que la satisfacción es mayor en oferta que en demanda.  Es decir, la satisfacción es mayor en cursos ofertados por centros y organizaciones que cuando es formación bonificada.

Si estos son los datos, ¿cómo es posible que El Mundo saque otras conclusiones para desacreditar la labor de la Fundación Tripartita de Formación para el Empleo? Sólo se me ocurre una respuesta lógica. Una respuesta que no se atreverán a airear otros medios de comunicación porque, a fin de cuentas, perro no come perro.

Esa respuesta no es otra que el negocio de formación que la editora de El Mundo ha ido alimentando. Basta entrar en la página web de Unedisa, editora de El Mundo, para encontrar una amplia oferta formativa, en lujosos hoteles y a precio nada desdeñable que, por cierto, puede bonificarse a través de la Fundación Tripartita.

Entonces, ¿por qué matar y desacreditar a la Tripartita? ¿Por qué buscar informaciones y datos falsos sobre los cursos de los que ellos mismos forman parte y se benefician?

Muy sencillo, acabando con la Tripartita, se acabarán los controles administrativos y la formación se convierte en una jungla en la que se puede acceder al dinero de forma directa, manejando las influencias en las instituciones.

Basta recordar el enfrentamiento radiofónico en la COPE, entre Pedro J. y el Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González y preguntar que quería decir este último cuando espetaba al director de El Mundo: “Alguien le ha prometido a usted algo que no le va a dar”.

Al igual que en materia sanitaria, de servicios sociales, o educativa, primero se desacreditan los sistemas y las instituciones y luego, los buitres acuden ansiosos a devorar los restos de carroña esparcida.

Soy un recién llegado a la Formación para el Empleo.  En dos recientes artículos he intentado analizar los problemas y algunos de los remedios en los que creo que muchos y muchas podemos coincidir, desde el ámbito de lo público y lo privado.

Sin embargo,  nunca se me ha ocurrido que destrozar el sistema y acabar con su instrumento más valioso, la Fundación Tripartita, sea parte de la solución, salvo que transformemos la Fundación Tripartita en un instrumento más útil para la planificación, gestión, ejecución y evaluación de la Formación para el Empleo y de todos los recursos disponibles.

Todo lo contrario de lo que los amantes de la ley de la selva parecen pretender en estos momentos, aprovechando la crisis y el descrédito de las instituciones, aunque para ello tengan que utilizar todo un Mundo de mentiras, en el que todo vale.

Un mundo de mentiras