sábado. 27.04.2024

La Sanidad (no) se vende

Están vendiendo la Sanidad a espaldas de la ciudadanía, pero todavía estamos a tiempo de impedírselo.

Si algo hemos aprendido en estos últimos años es que no podemos dar nada por hecho, que los derechos de los que disfrutamos no son invulnerables, que conservarlos requiere un esfuerzo común y constante a la altura del que tuvieron que hacer antes quienes tanto lucharon por conquistarlos. Ese tan mentado derecho a una vivienda digna, por ejemplo, quedó reducido a cenizas tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Y es que durante los tiempos del desenfreno de la compra-venta nadie se preocupó de salvaguardarlo. El que no se metía en el negocio especulativo corría el riesgo de quedarse con cara de tonto y, además, ya se encargaban los bancos de proporcionar viviendas e hipotecas para todos.

Lo que hoy nos parece más obvio y sensato, mañana puede convertirse en una aspiración inalcanzable para buena parte de la población. Por eso es preciso no bajar la guardia, estar informados y dispuestos a defender nuestros derechos ante esa cruzada neoliberal que pretende reducir nuestras vidas a meros factores económicos. Y por eso, también, me parecen cada vez más necesarios libros como La Sanidad no se vende. Manual para la defensa de la Sanidad Pública (Akal, 2015), que sus propios autores definen como un “libro herramienta” cuya intención es la de facilitar nuestra conversión en “activistas de lo público”. Coordinado por Hixinio Beiras Cal y Marciano Sánchez Bayle, médicos y curtidos defensores de la Sanidad Pública, este manual recoge textos de diversos profesionales de la salud que, a través de datos objetivos y de sus experiencias profesionales, nos desvelan los verdaderos intereses que se ocultan tras la contrarreforma sanitaria impulsada por el gobierno, “Las políticas en sanidad están disfrazadas para dificultar su comprensión… nos presentan lo malo como bueno, lo falso como cierto, lo que funciona como antiguo e ineficaz… lo que les interesa a ellos como bueno para todos”. La Sanidad no se vende nos alerta de una perversa estrategia privatizadora, orquestada desde las más altas instancias políticas, empresariales y financieras que, necesariamente, acabará con el sistema público de salud tal y como hoy lo conocemos. Parece la trama de un bestseller. Sin embargo, es una realidad que ya empieza a afectar a pacientes y a profesionales. Están vendiendo la Sanidad a espaldas de la ciudadanía, pero todavía estamos a tiempo de impedírselo.

La Sanidad (no) se vende