viernes. 26.04.2024

Hay gente para todo

El Estado de Bienestar Social, el estilo de vida europeo, se presenta como agotado sin encontrar una solución alternativa

Se cuenta que en cierta ocasión a un afamado torero le presentaron a Ortega y Gasset. Éste se presentó como filósofo; dijo que su oficio era pensar. El torero exclamó sorprendido: Hay gente para todo. Qué hubiese dicho el torero si le hubiesen presentado a un politólogo.

La politología está ampliamente acreditada en otros países. La  École nationale d'administration  en Francia, la National School of Government en Gran Bretaña, la American Political Science Association  son centros de referencia de muchos años de prestigio que en España no existen. Sin embargo, en los últimos tiempos, hemos vivido momentos de gloria. La impugnación social de nuestro sistema político llevó un inusitado interés ciudadano por la teoría política, por el origen de la legitimidad. Además, muchos de los dirigentes de Podemos salieron de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid.

En este subidón profesional, los analistas de encuestas electorales proliferaron como setas. Los politólogos se convirtieron en gurús, jugando a ser adivinos sin tener una bola de cristal. No les interesaban las tendencias que marcaban las encuestas sino los titulares que podrían vender de las mismas. En el pecado se lleva la penitencia. Al fracasar estrepitosamente las encuestas publicadas, de nuevo la marginación social cierne sobre la Ciencia Política.

Sin embargo, a mi modo de ver, la Ciencia Política es más necesaria que nunca. Estamos en un momento álgido de crisis institucional; de cambio de modelo. El Estado de Bienestar Social, el estilo de vida europeo, se presenta como agotado sin encontrar una solución alternativa. El envejecimiento poblacional sigue su curso sin propuestas políticas que canalicen esos activos sociales desaprovechados. La xenofobia y el racismo surgen, entre otras causas, por una falta de identidad colectiva, de proyección común. El modelo productivo no se adapta a las nuevas demandas sociales provocando un paro masivo. En fin, que hay mucho tajo al que dedicarse los politólogos más allá de adivinar quién quedará en el segundo puesto electoral.

La Ciencia Política compendia el análisis y las recomendaciones subsiguientes en materias tales como el Estado, la administración, las políticas públicas; se interesa por el comportamiento, la opinión y la comunicación política; analiza las relaciones internacionales y la geopolítica… En definitiva, trata de cómo se conforma el poder y cómo éste se canaliza, se regula y se redistribuye  en  la Comunidad.

Sin lugar a dudas, en estos momentos, es más necesario que nunca que nos esforcemos en construir un nuevo patrón institucional del que dimanen políticas públicas desde parámetros de rigor, planificación, evaluación y previsión. No hace falta realizar muchas encuestas para apreciar que las actuales tendencias sociales nos llevan a modelos sociales no sostenibles en término de cohesión y de identidad colectiva. La desigualdad, la anomía, la fractura social condicionan nuestro actual modelo.  Tenemos muy claro que las cosas van mal.

Ante ello, se precisa de propuestas políticas creíbles y viables que reconduzcan la actual deriva. Se precisa de una fuerte voluntad política de regeneración y de reformas. El mercado absorbe nuestra cultura democrática porque los responsables de la gestión pública, entre otros motivos,  no tienen las herramientas técnicas para evitarlo. Seguro que seguiremos necesitando toreros y filósofos pero sobre todo, necesitamos de políticos que tengan el coraje de tomar decisiones transcendentales y de politólogos que les asistan técnicamente

Hay gente para todo