lunes. 13.05.2024

Siete días de julio

NUEVATRIBUNA.ES - 29.7.2010PARA FUNDACIÓN SISTEMACuando en mayo de 2011, como espero, Tomás Gómez se encuentre en condiciones de gobernar en la Comunidad de Madrid, habré ganado el sosiego, la distancia y, sobre todo, el tiempo para intentar ese libro de reflexiones políticas que me ronda en la cabeza, imposible de madurar ante la urgencia de lo cotidiano.
NUEVATRIBUNA.ES - 29.7.2010

PARA FUNDACIÓN SISTEMA

Cuando en mayo de 2011, como espero, Tomás Gómez se encuentre en condiciones de gobernar en la Comunidad de Madrid, habré ganado el sosiego, la distancia y, sobre todo, el tiempo para intentar ese libro de reflexiones políticas que me ronda en la cabeza, imposible de madurar ante la urgencia de lo cotidiano. Estos días de julio en los que se entrecruzan titulares, se disparan declaraciones, se alimentan rumores, se retuercen interpretaciones sobre fragmentos de frases sin origen cierto, se violan confidencialidades y reservas, se escudriñan gestos y se miden adjetivos para desentrañar un proceso tan democráticamente regulado como la elección de un candidato que encabece las listas de un partido, merecen mucho más que un comentario destinado a alimentar, a su vez, la polémica.

Estos días de julio en Madrid no deberán quedarse en la anécdota de una pugna por ocupar parcelas de poder, un fenómeno tan habitual en cualquier proceso de composición de listas como enojoso en su desarrollo. Al menos desde mi perspectiva el debate sobre la idoneidad del Secretario General del PSM para ser él quien se mida frente a Esperanza Aguirre representando la opción de cambio que reclama la sociedad madrileña está viciado desde su origen Desde el momento en el que todo el trabajo realizado, a diario y sin desmayo, para hacer llegar a la sociedad madrileña las denuncias de los errores del gobierno del Partido Popular y las propuestas alternativas de los socialistas han tenido que traspasar con dificultad la cortina de humo del debate sobre las candidaturas.

Nada más falaz que la idea recurrente, maquiavélicamente impuesta, de que “el PSM no está haciendo oposición a Esperanza Aguirre”. Y lo dicen quienes demuestran lo poco que les importa, de verdad, la información que se transmite, semana a semana, tras las reuniones de la Ejecutiva sobre planes de actuación referidos al empleo, la Sanidad, la Educación , el Medio Ambiente o la denuncia de los casos de corrupción a lo largo y ancho de la Comunidad. Y lo dicen los que desdeñan interesarse por la tarea del grupo parlamentario en la Asamblea o los Alcaldes socialistas y los grupos que están en la oposición.

Este mismo mes, cuando el secretario general del PSM ha protagonizado la información política a costa del que ya llamamos internamente “el monotema”, un autobús recorre Madrid pregonando los tres años de desgobierno popular. Lleva la firma del PSM y nos conduce a aquellos lugares, desde los terrenos de la cárcel de Carabanchel hasta la cumbre de El León, desde el poblado de la UVA hasta el “no” intercambiador de Conde de Casal, o una Oficina de Empleo, para poner de manifiesto en cada sitio lo que Esperanza Aguirre ha incumplido y lo que el PSM se compromete a hacer. ¿Importa más un rifirrafe sobre nombres, que al fin y al cabo van a resolver los militantes con sus votos, y luego los ciudadanos, que el paro, los transportes, la educación o la sanidad? Pues a lo mejor es, dramática y desoladoramente, que sí. Pero seamos coherentes y no reprochemos al PSM que no haga lo que hace, pero que no interesa a los que solo hacen política de salón. Como afirmaba recientemente Félix Taner, un reconocido intelectual de izquierdas, ya está bien de distorsionar la realidad del socialismo madrileño, repitiendo como un “mantra” que solo es una fábrica de líos.

Si años de trabajo constante de miles de militantes (habrá que editar un libro-resumen)suponen un elemento menor a la hora de valorar un cartel electoral, si cualquier encuesta lejos del mes de mayo de 2011 puede tener más autoridad que el pronunciamiento de las bases de una organización política que , con todo orgullo, proclama su respeto por la democracia interna, en la que las primarias son el “test” fundamental y de las que ha salido la renovación del partido, gentes como yo lo vamos a entender difícilmente. Pero más grave es que no lo entiendan los ciudadanos.

Eduardo Sotillos es periodista y, actualmente, secretario de Comunicación y Estrategia del PSM

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