viernes. 26.04.2024

Paul Fiction

NUEVATRIBUNA.ES - 12.7.2010...Dos urnas, dos fotos y un tentáculo infalible hubieran bastado para evitar ese número de ventriloquia al que nos tienen acostumbrados Josemari y Mariano sin saber casi nunca quién ejerce de José Luís Moreno y quién de Monchito o de Macario. Esta vez parece que ha querido ser el aspirante a inquilino de la Moncloa (me refiero a Rajoy para que no haya dudas) quien llevara la voz cantante.
NUEVATRIBUNA.ES - 12.7.2010

...Dos urnas, dos fotos y un tentáculo infalible hubieran bastado para evitar ese número de ventriloquia al que nos tienen acostumbrados Josemari y Mariano sin saber casi nunca quién ejerce de José Luís Moreno y quién de Monchito o de Macario. Esta vez parece que ha querido ser el aspirante a inquilino de la Moncloa (me refiero a Rajoy para que no haya dudas) quien llevara la voz cantante. Por ello, para que no le pisara el callo del discurso su mentor, se ha pronunciado sobre la sentencia del Estatut después de días tan perdido que a punto se estuvo de recurrir a Lobatón.

Tampoco es que se haya escurrido en exceso las meninges, pero al menos ha colegido, y eso entre Mundial y Tour tiene más mérito porque, pese a ello, saca un ratillo para estos asuntos, que en el fallo del Constitucional “hay una afirmación importante”. Hay más cosas, no crean. “Afirma, prosigue el registrador de la propiedad en excedencia, la soberanía nacional y la nación española, y de ahí sale todo”. Más concreción imposible. Recuerden que es Mariano quien habla y que los olmos siguen sin dar peras. No contento con esa enjundia dialéctica instó a la concurrencia a “mirar al futuro” no se sabe bien si porque tiene planes para los españoles o tiene pensado ofrecer un puesto en las listas a la pitonisa Lola. El caso es que uno, después de esta legendaria soflama, se queda casi como estaba. Bueno, mejor porque ahora somos campeones del mundo y, con ello, nos hemos dado cuenta no sólo de que tenemos unos formidables jugadores sino de que en cada español además de habitar un seleccionador también habita un flamante sociólogo.

No hay más que ver lo que da de sí gritar un gol de Iniesta. Lo mismo vale para cocerte con kalimotxo en la Cibeles que para saber que esa alegría no es sino la traslación de un espíritu patriótico que desconocías hasta que lo has leído en un editorial o lo has oído en una tertulia. Que ese certero patadón a la red no es tal sino la concreción de una serie de factores como la humildad y el esfuerzo que convergen en ese éxito colectivo pese a que las primas no se repartan. Que no es que sea uno aguafiestas, que disfrutó mucho, pero, para ser un balón tan malo como dicen, alrededor de él se han elaborado tesis que para sí las quisiera algún curso CCC. Algunas tan interesadas que convendría recordar que una cosa es poner una bandera española en el balcón y otra bien distinta ir por ello todos los años de peregrinación al Valle de los Caídos.

Debe ser que uno es tan prosaico que no ve más allá, y no es poco, que a un señor sensato de bigote como jefe y a unos cuantos chavales que juegan muy bien al fútbol y con quienes, en su inmensa mayoría, te irías a jugar un billar o a tomarte unas cañas. Acaso una buena razón para alegrarse por su triunfo es que no se dedican a restregarlo por el morro del adversario como hacen otros por el hecho de que un andaluz o un vasco defiendan la misma camiseta. O como hacen los de más allá hacen cuando dicen que sin catalanes la Selección sería peor. Lo que se antoja cierto es que, sin políticos así, la sociedad sería sin duda mucho mejor. Aburren tanto los nacionalismos de uno y otro signo que no es extraño que al final nos demos al kalimotxo aunque sólo ganemos un campeonato regional de petanca.

Germán Temprano es escritor y periodista

Blog: JAULA DE GRILLOS

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