20 de septiembre de 2010, 15:41
NUEVATRIBUNA.ES - 18.5.2009
Recordando con nostalgia el Barrio de la Concepción y su activismo antifranquista, pienso en la quiosquera, tan roja que, en vez de vendernos a los jóvenes las pocas revistas políticas de oposición nos las prestaba y escupía disimuladamente después de vender un ejemplar de Fuerza Nueva. Había mucho PCE y todo el muestrario de la extrema izquierda.
También estaba Nines Maestro quien, con su compañero de entonces, ingresó como tantos otros a mediado de los setenta en el PCE, identificados con la línea democrática, independiente de la URSS y reconciliadora en lo nacional, que representaba Santiago Carrillo.
Desde esas posiciones, Nines hizo activismo y una buena labor social entre los vecinos (especialmente con las mujeres) de las barriadas de San Pascual y La Alegría. Después, ya médico en Talavera de la Reina, tras las crisis del 81-82 del PCE parece que se distanció.
Volvió de una estancia en Cuba y se integró en el equipo de Gerardo Iglesias que no conseguía la vuelta de las primeras figuras de los renovadores expulsados por lo cual acogió con los brazos abiertos fichajes de menor renombre. Con necesidad de savia nueva, IU catapultó a Nines a los puestos de mando, algo que nos alegraba a quienes apreciábamos su valía, pero que no dejaba de extrañarnos por su aún escasa experiencia.
Pero su ascensión a los más alto de la cúpula vino con Julio Anguita. Aupada por la crème de la crème del verdadero comunismo, Nines es elegida diputada.
Sabemos que nuestro sistema parlamentario oscurece a los diputados de a pié en beneficio de los portavoces pero tal vez desde su escaño pudo hacer algo más por los oprimidos de la tierra. Mientras Pasionaria día sí y día también daba el pecho en las Cortes republicanas por los trabajadores, de la diputada Maestro solo quedó su imagen dando el pecho a su bebé (que claro que lo necesitaba la criatura), y poco más.
Se la veía sin embargo muy implicada en los rifirrafes internos de IU, siempre al lado de los que (como Rosa Aguilar) con la espada flamígera expulsaban a los de Nueva Izquierda y a otros traidorzuelos.
Cuando IU se liberó del sectarismo integrista, el grupo parlamentario había mermado, y Nines ya no era diputada. Cada vez mas intransigente, hasta los mas duros del PCE le parecían hermanitas de la caridad y apareció con nuevas compañías cada vez mas marginales y mas alejadas de su propios orígenes. Pero su paso por el grupusculismo no le devolvió la notoriedad hasta que descubrió el mundo batasuno, y estos días se siente de nuevo en el candelabro, aunque la prensa resalta más a Sastre (otro del barrio de la Conce) y a Benegas.
Ahora dice que la ilegalización de la lista de Iniciativa Internacionalista es una muestra de la incapacidad del Estado español para aceptar voces discrepantes. Ella misma tiene la prueba de que el Estado no ha reprimido a los muchos grupos ultrarevolucionarios porque legítima y constitucionalmente tienen derecho a actuar contra el capitalismo, la monarquía, la transición, el euro, el sistema métrico decimal, y otros inventos de la burguesía.
Otra cosa es los que juegan con dos barajas. Puede que a ella le parezca bien que unos hagan su campaña electoral tan panchos mientras otros partidos viven atemorizados por los hampones etarras patrones de candidaturas interpuestas. Muchos pensamos como Rubalcaba que es legitimo exigir a un grupo político que decida entre los votos o las bombas, o como dice Leguina, mas castizo, escoge nene: teta o sopa.
Todo el mundo tiene derecho a cambiar pero a mi me gustaba más la chica de ayer.
Juan Moreno es Consejero del Comité Económico y Social Europeo.
Recordando con nostalgia el Barrio de la Concepción y su activismo antifranquista, pienso en la quiosquera, tan roja que, en vez de vendernos a los jóvenes las pocas revistas políticas de oposición nos las prestaba y escupía disimuladamente después de vender un ejemplar de Fuerza Nueva. Había mucho PCE y todo el muestrario de la extrema izquierda.
También estaba Nines Maestro quien, con su compañero de entonces, ingresó como tantos otros a mediado de los setenta en el PCE, identificados con la línea democrática, independiente de la URSS y reconciliadora en lo nacional, que representaba Santiago Carrillo.
Desde esas posiciones, Nines hizo activismo y una buena labor social entre los vecinos (especialmente con las mujeres) de las barriadas de San Pascual y La Alegría. Después, ya médico en Talavera de la Reina, tras las crisis del 81-82 del PCE parece que se distanció.
Volvió de una estancia en Cuba y se integró en el equipo de Gerardo Iglesias que no conseguía la vuelta de las primeras figuras de los renovadores expulsados por lo cual acogió con los brazos abiertos fichajes de menor renombre. Con necesidad de savia nueva, IU catapultó a Nines a los puestos de mando, algo que nos alegraba a quienes apreciábamos su valía, pero que no dejaba de extrañarnos por su aún escasa experiencia.
Pero su ascensión a los más alto de la cúpula vino con Julio Anguita. Aupada por la crème de la crème del verdadero comunismo, Nines es elegida diputada.
Sabemos que nuestro sistema parlamentario oscurece a los diputados de a pié en beneficio de los portavoces pero tal vez desde su escaño pudo hacer algo más por los oprimidos de la tierra. Mientras Pasionaria día sí y día también daba el pecho en las Cortes republicanas por los trabajadores, de la diputada Maestro solo quedó su imagen dando el pecho a su bebé (que claro que lo necesitaba la criatura), y poco más.
Se la veía sin embargo muy implicada en los rifirrafes internos de IU, siempre al lado de los que (como Rosa Aguilar) con la espada flamígera expulsaban a los de Nueva Izquierda y a otros traidorzuelos.
Cuando IU se liberó del sectarismo integrista, el grupo parlamentario había mermado, y Nines ya no era diputada. Cada vez mas intransigente, hasta los mas duros del PCE le parecían hermanitas de la caridad y apareció con nuevas compañías cada vez mas marginales y mas alejadas de su propios orígenes. Pero su paso por el grupusculismo no le devolvió la notoriedad hasta que descubrió el mundo batasuno, y estos días se siente de nuevo en el candelabro, aunque la prensa resalta más a Sastre (otro del barrio de la Conce) y a Benegas.
Ahora dice que la ilegalización de la lista de Iniciativa Internacionalista es una muestra de la incapacidad del Estado español para aceptar voces discrepantes. Ella misma tiene la prueba de que el Estado no ha reprimido a los muchos grupos ultrarevolucionarios porque legítima y constitucionalmente tienen derecho a actuar contra el capitalismo, la monarquía, la transición, el euro, el sistema métrico decimal, y otros inventos de la burguesía.
Otra cosa es los que juegan con dos barajas. Puede que a ella le parezca bien que unos hagan su campaña electoral tan panchos mientras otros partidos viven atemorizados por los hampones etarras patrones de candidaturas interpuestas. Muchos pensamos como Rubalcaba que es legitimo exigir a un grupo político que decida entre los votos o las bombas, o como dice Leguina, mas castizo, escoge nene: teta o sopa.
Todo el mundo tiene derecho a cambiar pero a mi me gustaba más la chica de ayer.
Juan Moreno es Consejero del Comité Económico y Social Europeo.