21 de octubre de 2010, 14:09
NUEVATRIBUNA.ES - 28.3.2010
Sus tentáculos se extienden y enredan en una prolífica red política, económica y social. En España el maná les llegó en forma de subvenciones que recibieron de gobiernos autonómicos populares.
Pueden definirse como una organización ultraconservadora integrada por sacerdotes y laicos. Se les conoce como el “nuevo opus” y se les considera una de las órdenes más reaccionarias de la iglesia católica. Disfrutaron de la complacencia de Juan Pablo II y le deben su nombre a Pío XII. Buscan el amparo de los dirigentes conservadores y de los grandes grupos empresariales. Participan activamente en el negocio de la educación privada con una labor educativa dirigida a las clases altas y con poder político. Son los Legionarios de Cristo.
Su fundador es el mexicano Marcial Maciel, fallecido en el año 2008, un hombre con una doble vida que creó la orden en el año 1941 en México.
Actualmente su sede central está en Roma. Tienen presencia en una veintena de países y en torno a 900 sacerdotes y 3.000 seminaristas conforman su red religiosa. Regnum Christi es su asociación laica y acoge en su seno a unos 70.000 fieles.
Álvaro Corcuera, sacerdote mexicano, dirige la organización desde el 2005.
Califican de actos inmorales los delitos de los que se acusa a su fundador y como solución proponen rezos y reflexión. Cuando empiezan a llover piedras sobre su tejado dan un paso al frente y piden perdón a las víctimas y a los que se atrevieron a alzar su voz para denunciar los abusos del fundador de su orden. “Habíamos pensado y esperado que las acusaciones presentadas contra nuestro fundador fueran falsas o infundadas" dice Corcuera a modo de disculpa expiatoria. Admiten que los “actos” denunciados son "contrarios a los deberes de cristiano, religioso y sacerdote" y que no se corresponden a esfuerzos “por vivir en la Legión de Cristo y en el Regnum Christi".
Sus palabras son vacías, oportunistas y carecen de credibilidad.
En el año 2006 Marcial Maciel ya estaba siendo investigado y fue obligado por el Vaticano a renunciar “a todo ministerio público” y “a retirarse a llevar una vida de rezos y penitencias”. Algunas de las conclusiones de esta investigación son demoledoras: hijos de distintas madres, abusos sexuales a menores entre los que podrían encontrarse al menos dos de sus supuestos hijos según ellos mismos denunciaron, plagio del libro de cabecera de la orden e imposición del voto de silencio para evitar las denuncias…
Los legionarios de Cristo constituyen una corriente católica ultraconservadora que tiene estrechos lazos con los dirigentes populares. Durante la segunda legislatura de Aznar fue muy estrecha su conexión con el ala dura del PP. Son numerosos los personajes de este partido a los que se relacionó con esta orden, a la que muchas voces no dudan en denominar secta.
Cuentan con una sólida estructura de empresas y fundaciones a través de las cuales gestionan las donaciones y subvenciones que llegan a sus arcas. El auge de este entramado en nuestro país apunta hacia el año 1996, cuando se produjo el desembarco de las tropas del PP en La Moncloa.
La ONG CIPIE (investigada por la Comisión Europea por un presunto fraude para no devolver subvenciones de la UE y cuyo presidente, Pablo Izquierdo, fue jefe de prensa de Aznar) y los Legionarios de Cristo fueron beneficiados de forma notoria por las subvenciones del Gobierno de Esperanza Aguirre, con cantidades mucho mayores que las que recibió una ONG de prestigio internacional como Cruz Roja. También el gobierno balear que presidió Jaume Matas, en la actualidad imputado en nueve delitos, subvencionó a la orden con una cuantiosa cifra.
Pilar Rego - Educadora Social.
Sus tentáculos se extienden y enredan en una prolífica red política, económica y social. En España el maná les llegó en forma de subvenciones que recibieron de gobiernos autonómicos populares.
Pueden definirse como una organización ultraconservadora integrada por sacerdotes y laicos. Se les conoce como el “nuevo opus” y se les considera una de las órdenes más reaccionarias de la iglesia católica. Disfrutaron de la complacencia de Juan Pablo II y le deben su nombre a Pío XII. Buscan el amparo de los dirigentes conservadores y de los grandes grupos empresariales. Participan activamente en el negocio de la educación privada con una labor educativa dirigida a las clases altas y con poder político. Son los Legionarios de Cristo.
Su fundador es el mexicano Marcial Maciel, fallecido en el año 2008, un hombre con una doble vida que creó la orden en el año 1941 en México.
Actualmente su sede central está en Roma. Tienen presencia en una veintena de países y en torno a 900 sacerdotes y 3.000 seminaristas conforman su red religiosa. Regnum Christi es su asociación laica y acoge en su seno a unos 70.000 fieles.
Álvaro Corcuera, sacerdote mexicano, dirige la organización desde el 2005.
Califican de actos inmorales los delitos de los que se acusa a su fundador y como solución proponen rezos y reflexión. Cuando empiezan a llover piedras sobre su tejado dan un paso al frente y piden perdón a las víctimas y a los que se atrevieron a alzar su voz para denunciar los abusos del fundador de su orden. “Habíamos pensado y esperado que las acusaciones presentadas contra nuestro fundador fueran falsas o infundadas" dice Corcuera a modo de disculpa expiatoria. Admiten que los “actos” denunciados son "contrarios a los deberes de cristiano, religioso y sacerdote" y que no se corresponden a esfuerzos “por vivir en la Legión de Cristo y en el Regnum Christi".
Sus palabras son vacías, oportunistas y carecen de credibilidad.
En el año 2006 Marcial Maciel ya estaba siendo investigado y fue obligado por el Vaticano a renunciar “a todo ministerio público” y “a retirarse a llevar una vida de rezos y penitencias”. Algunas de las conclusiones de esta investigación son demoledoras: hijos de distintas madres, abusos sexuales a menores entre los que podrían encontrarse al menos dos de sus supuestos hijos según ellos mismos denunciaron, plagio del libro de cabecera de la orden e imposición del voto de silencio para evitar las denuncias…
Los legionarios de Cristo constituyen una corriente católica ultraconservadora que tiene estrechos lazos con los dirigentes populares. Durante la segunda legislatura de Aznar fue muy estrecha su conexión con el ala dura del PP. Son numerosos los personajes de este partido a los que se relacionó con esta orden, a la que muchas voces no dudan en denominar secta.
Cuentan con una sólida estructura de empresas y fundaciones a través de las cuales gestionan las donaciones y subvenciones que llegan a sus arcas. El auge de este entramado en nuestro país apunta hacia el año 1996, cuando se produjo el desembarco de las tropas del PP en La Moncloa.
La ONG CIPIE (investigada por la Comisión Europea por un presunto fraude para no devolver subvenciones de la UE y cuyo presidente, Pablo Izquierdo, fue jefe de prensa de Aznar) y los Legionarios de Cristo fueron beneficiados de forma notoria por las subvenciones del Gobierno de Esperanza Aguirre, con cantidades mucho mayores que las que recibió una ONG de prestigio internacional como Cruz Roja. También el gobierno balear que presidió Jaume Matas, en la actualidad imputado en nueve delitos, subvencionó a la orden con una cuantiosa cifra.
Pilar Rego - Educadora Social.