20 de septiembre de 2010, 17:28
NUEVATRIBUNA.ES - 15.11.2009
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La ONU reconoció el derecho del pueblo palestino a la independencia y a la soberanía nacional nueve días después de esta declaración de Arafat. Diecinueve años después, en 1993, y en presencia de Bill Clinton los líderes de dos países que llevaban más de cuatro décadas en guerra se estrecharon la mano, su gesto era la rúbrica a un tímido acuerdo en forma de tratado preliminar y ambos, Rabin y Arafat, compartieron un año después el Premio Nobel de la Paz con Peres.
Mucho tiempo antes, siendo un adolescente, Arafat empezó a luchar con los grupos armados palestinos que intentaban impedir la creación de un estado judío en Palestina, Fue en 1957 cuando el líder palestino creó el movimiento Al Fatah que años más tarde formaría parte de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), organización que Arafat llegó a presidir y al frente de la cual consiguió que en la cumbre árabe de Rabat en 1974 se considerase a la OLP como "única y legítima representante del pueblo palestino”.
Fue “el presidente de todos los palestinos” y “el padre del nacionalismo palestino”, considerado por muchos el símbolo de la causa palestina y para otros un vil terrorista sobre su muerte circulan casi tantas teorías como las que circularon sobre su vida. Yasser Arafat murió sin ver cumplido su sueño de fundar un Estado palestino independiente con capital en Jerusalén y cinco años después de su muerte la causa de su fallecimiento continua siendo una incógnita. Mahmud Abás, su sucesor, no fue capaz de lograr el avance de las negociaciones de paz y de evitar la división de la población palestina. Desde el año 2007 la franja de Gaza está bajo el control de Hamás, organización que se impuso a Al-Fatah.
En la ciudad cisjordana de Ramala fueron millares los palestinos que recordaron a Arafat en el quinto aniversario de su muerte; en Gaza el gobierno de Hamás prohibió celebrar la efemérides e incluso llevó a cabo arrestos intimidatorios para impedir los homenajes según denunció el partido nacionalista aunque el Ministerio de Interior del Gobierno de Hamás negó las acusaciones.
La controversia sigue rodeando la figura de un hombre que después de escapar a la muerte en múltiples ocasiones sucumbió a ella por causas desconocidas. El informe del hospital militar de Percy que no indicaba la causa del fallecimiento fue un buen caldo de cultivo para todo tipo de especulaciones.
El enigma sigue rodeando su muerte mientras su pueblo vive un doble calvario, la opresión a la que está sometido por Israel y las confrontaciones entre palestinos, el panorama no es para nada esperanzador. La amenaza de Abu Mazen de renunciar a su cargo como como Presidente de la Autoridad Palestina, no se presentará las elecciones convocadas para el 24 de enero, hace que la posibilidad de que Hamás gane por un margen amplio cobre más visos de realidad.
Pilar Rego - Educadora Social.
La ONU reconoció el derecho del pueblo palestino a la independencia y a la soberanía nacional nueve días después de esta declaración de Arafat. Diecinueve años después, en 1993, y en presencia de Bill Clinton los líderes de dos países que llevaban más de cuatro décadas en guerra se estrecharon la mano, su gesto era la rúbrica a un tímido acuerdo en forma de tratado preliminar y ambos, Rabin y Arafat, compartieron un año después el Premio Nobel de la Paz con Peres.Mucho tiempo antes, siendo un adolescente, Arafat empezó a luchar con los grupos armados palestinos que intentaban impedir la creación de un estado judío en Palestina, Fue en 1957 cuando el líder palestino creó el movimiento Al Fatah que años más tarde formaría parte de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), organización que Arafat llegó a presidir y al frente de la cual consiguió que en la cumbre árabe de Rabat en 1974 se considerase a la OLP como "única y legítima representante del pueblo palestino”.
Fue “el presidente de todos los palestinos” y “el padre del nacionalismo palestino”, considerado por muchos el símbolo de la causa palestina y para otros un vil terrorista sobre su muerte circulan casi tantas teorías como las que circularon sobre su vida. Yasser Arafat murió sin ver cumplido su sueño de fundar un Estado palestino independiente con capital en Jerusalén y cinco años después de su muerte la causa de su fallecimiento continua siendo una incógnita. Mahmud Abás, su sucesor, no fue capaz de lograr el avance de las negociaciones de paz y de evitar la división de la población palestina. Desde el año 2007 la franja de Gaza está bajo el control de Hamás, organización que se impuso a Al-Fatah.
En la ciudad cisjordana de Ramala fueron millares los palestinos que recordaron a Arafat en el quinto aniversario de su muerte; en Gaza el gobierno de Hamás prohibió celebrar la efemérides e incluso llevó a cabo arrestos intimidatorios para impedir los homenajes según denunció el partido nacionalista aunque el Ministerio de Interior del Gobierno de Hamás negó las acusaciones.
La controversia sigue rodeando la figura de un hombre que después de escapar a la muerte en múltiples ocasiones sucumbió a ella por causas desconocidas. El informe del hospital militar de Percy que no indicaba la causa del fallecimiento fue un buen caldo de cultivo para todo tipo de especulaciones.
El enigma sigue rodeando su muerte mientras su pueblo vive un doble calvario, la opresión a la que está sometido por Israel y las confrontaciones entre palestinos, el panorama no es para nada esperanzador. La amenaza de Abu Mazen de renunciar a su cargo como como Presidente de la Autoridad Palestina, no se presentará las elecciones convocadas para el 24 de enero, hace que la posibilidad de que Hamás gane por un margen amplio cobre más visos de realidad.
Pilar Rego - Educadora Social.