martes. 30.04.2024

De Sol a Sol III: Protegiendo a los menores

¡Qué emoción! ¡Cómo me ha recordado Canalda aquellos buenos tiempos en que en España se protegía de verdad a los menores! Contaba ayer un tertuliano tedetero, emocionado ante la investigación que va a hacer el Defensor del Menor madrileño para saber si se han producido amenazas veladas a los “chavales sanotes” de las jornadas de integrismo católico en Sol.

¡Qué emoción! ¡Cómo me ha recordado Canalda aquellos buenos tiempos en que en España se protegía de verdad a los menores! Contaba ayer un tertuliano tedetero, emocionado ante la investigación que va a hacer el Defensor del Menor madrileño para saber si se han producido amenazas veladas a los “chavales sanotes” de las jornadas de integrismo católico en Sol. Fíjense, todavía queda hombría en este desdichado país del zapaterismo declinante para defender a estos inocentes de los nuevos Herodes a los que molesta su exhibición de papolatría eclesiástica. Y no es mérito suyo, que por algo le ha dado el cargo Aguirre, que él lo único que hace es poner a su jefa por delante en la fila de cruzados de la causa, antes de que el lacrimógeno Gallardón vuelva a llevarse la foto.

Porque quién duda que donde más seguros están los menores es entre el frufrú de sotanas y rojos solideos, como diría aquél descreído de Valle – Inclán. Y que no vengan los de siempre haciendo aspavientos por incidentes aislados, en el mundo anglosajón que quede claro, en donde algunos eclesiásticos entendieron de manera sui géneris aquel mandato evangélico de: “dejad que los niños se acerquen a mí”. Como reveló el affaire Maciel y al parecer pasó en algún monasterio de la diócesis de Múnich – Freising cuando la regentaba el entonces arzobispo Ratzinger y en el coro de Ratisbona, que dirigía su hermano Georg 1.

Por eso, la tarea de cualquier defensor del menor que se precie es investigar si se faltó al respeto a los impúberes papistas e incluso el Santo Oficio – habría también que devolverle esa anterior denominación a la Congregación para la Doctrina de la Fe – debería abrir una indagación para ver si algún peregrino, ante la infame presencia de laicos y cristianos disconformes, ha experimentado estigmas en forma de llagas e iniciar así el camino hacia una futura turbo – beatificación de esta Santidad de la restauración tridentina, como se ha hecho con sus máximos exponentes hasta ahora: San Josemaría y el Beato Wojtila.

Porque no se debía haber autorizado ninguna manifestación para rechazar que el Estado se gaste, en plena crisis, una millonada en esta fiesta, que eso sí es fanatismo como ha dicho Rosa Díez y que se haría en cualquier caso semejante. Por ejemplo, si Mohamed VI, como el Papa también jefe de un estado y cabeza de una religión (Emir de los Creyentes), quisiera un día emprender un viaje oficial a España y celebrar un acto religioso con los 800.000 marroquíes y musulmanes españoles de ese origen. Seguro que habría la mismita colaboración y dispendio, habida cuenta además de que en este caso los reyes español y marroquí se consideran primos. Imagínense, Madrid despejado a porrazos para que la morisma pudiese rezar a gusto en Cibeles mirando hacia La Meca.

Pero qué quieren que les diga, hay quien pregunta por qué a Canalda no se le ha ocurrido preocuparse por los menores de Somalia que están muriendo de hambre como moscas o por qué no investiga las condiciones en que malviven los niños en la Cañada Real a 14 kilómetros de Sol o si va a abrir una encuesta sobre el deterioro en la enseñanza pública madrileña como resultado del recorte salvaje que su jefa está haciendo en profesores y centros.

Mi amigo Josito dice que cada día entiende menos a la gente de la derecha española, tan ansiosa por tomar La Moncloa. Si ya han conseguido todo lo habido y por haber ¿para qué apresurarse con lo único que les falta?


1 Ver prensa de marzo y abril de 2010 y en concreto: Público de 5/03 y El País de 14/04.

De Sol a Sol III: Protegiendo a los menores
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