7 de octubre de 2010, 15:30
NUEVATRIBUNA.ES - 25.2.2010
...Quizás sea por la falta de apoyo de las otras fuerzas políticas, tan críticas como usted pero a las que no logra convencer de que su alternativa es mejor para España. O quizás porque en su fuero interno piense que tal estrategia es profundamente equivocada por la sencilla razón de que si se sale de la crisis con este Gobierno a la cabeza, toda su argumentación se va al traste. O lo que es peor, quizás piense que menuda papeleta le queda en el supuesto de que el Sr. Zapatero dimitiera y le dejara al frente del barco sin ninguna solución alternativa y con la tropa que usted tiene.
Sí señor, tropa. Ya lo ha dicho usted en otra ocasión, con varios dirigentes populares esperando tras la puerta con el cuchillo bien afilado para darle la puntilla, política se entiende. No me malinterprete que no le deseo mal a nadie. No creo que piense lo mismo la Aguirresconi quien sí parece postulada para su sucesión, sin remilgos ni cortapisas de ninguna clase encabezando la derecha de la derecha aupada por el populismo italianizante de los Camps y compañía. Por no hablar de Ruiz-Gallardón, siempre al acecho protegido por el paraguas de su moderación. De Rato de momento no hablamos, aparcado como está en la presidencia de CajaMadrid. De momento, pero no se le olvide que su capitanía general está en Madrid muy cerca de los palacios del poder.
Otro aspecto importante es su origen. Piense quien ha sido el último gallego en el poder. Y ya en la democracia tres presidentes son castellanos y uno andaluz. ¿Le dice eso algo?
Aunque a mí personalmente lo que más me preocupa es sus imagen. Suárez y González llegaron a la presidencia con el carisma del líder. Aznar y Zapatero bajo el prototipo del hombre normal. Usted no responde a ninguno de esos modelos. Habla desde su altura física sobre el pedestal que le proporciona su condición de registrador. Usted da la sensación de hablar desde una atalaya alejada del populacho dando lecciones a pobres ignorantes. Quizás sea por aquella concepción de “que ahora puede llegar a presidente cualquiera que sea español y haya cumplido dieciocho años”. Efectivamente de eso se trata, que cualquiera pueda llegar a presidente del gobierno sin pasar por el pedigrí de los registros de la derecha.
Para terminar, su cara no inspira confianza. La mitad de ella es blanca por la barba propia de un hombre de su edad, color que cambia radicalmente cuando el pelo se incorpora a las patillas donde se convierte en un moreno propio de chaval de dieciocho años. Con esa imagen da usted la sensación que ni chicha ni limoná.
Quede con Dios y encomiéndese a Él para que la crisis dure mucho y su cabeza, política se entiende, no cuelgue como la de Holofernes de la mano de alguna Judith candidata.
José Luis Egido - Periodista.
...Quizás sea por la falta de apoyo de las otras fuerzas políticas, tan críticas como usted pero a las que no logra convencer de que su alternativa es mejor para España. O quizás porque en su fuero interno piense que tal estrategia es profundamente equivocada por la sencilla razón de que si se sale de la crisis con este Gobierno a la cabeza, toda su argumentación se va al traste. O lo que es peor, quizás piense que menuda papeleta le queda en el supuesto de que el Sr. Zapatero dimitiera y le dejara al frente del barco sin ninguna solución alternativa y con la tropa que usted tiene.
Sí señor, tropa. Ya lo ha dicho usted en otra ocasión, con varios dirigentes populares esperando tras la puerta con el cuchillo bien afilado para darle la puntilla, política se entiende. No me malinterprete que no le deseo mal a nadie. No creo que piense lo mismo la Aguirresconi quien sí parece postulada para su sucesión, sin remilgos ni cortapisas de ninguna clase encabezando la derecha de la derecha aupada por el populismo italianizante de los Camps y compañía. Por no hablar de Ruiz-Gallardón, siempre al acecho protegido por el paraguas de su moderación. De Rato de momento no hablamos, aparcado como está en la presidencia de CajaMadrid. De momento, pero no se le olvide que su capitanía general está en Madrid muy cerca de los palacios del poder.
Otro aspecto importante es su origen. Piense quien ha sido el último gallego en el poder. Y ya en la democracia tres presidentes son castellanos y uno andaluz. ¿Le dice eso algo?
Aunque a mí personalmente lo que más me preocupa es sus imagen. Suárez y González llegaron a la presidencia con el carisma del líder. Aznar y Zapatero bajo el prototipo del hombre normal. Usted no responde a ninguno de esos modelos. Habla desde su altura física sobre el pedestal que le proporciona su condición de registrador. Usted da la sensación de hablar desde una atalaya alejada del populacho dando lecciones a pobres ignorantes. Quizás sea por aquella concepción de “que ahora puede llegar a presidente cualquiera que sea español y haya cumplido dieciocho años”. Efectivamente de eso se trata, que cualquiera pueda llegar a presidente del gobierno sin pasar por el pedigrí de los registros de la derecha.
Para terminar, su cara no inspira confianza. La mitad de ella es blanca por la barba propia de un hombre de su edad, color que cambia radicalmente cuando el pelo se incorpora a las patillas donde se convierte en un moreno propio de chaval de dieciocho años. Con esa imagen da usted la sensación que ni chicha ni limoná.
Quede con Dios y encomiéndese a Él para que la crisis dure mucho y su cabeza, política se entiende, no cuelgue como la de Holofernes de la mano de alguna Judith candidata.
José Luis Egido - Periodista.