viernes. 26.04.2024

Belle de Jour

Estimada Vicepresidenta Doña Soraya Sáenz de Santamaria: Usted es la mujer más deseada del congreso de los diputados, créame si le digo que no necesita ser Belle de Jour, no insista por ahí en ese papel Catherine Deneuve se muestra fuera del alcance de sus posibilidades. Usted ha dado sobradas muestras de solvencia política sus años de oposición se han saldado con un rotundo éxito.

Estimada Vicepresidenta Doña Soraya Sáenz de Santamaria:

Usted es la mujer más deseada del congreso de los diputados, créame si le digo que no necesita ser Belle de Jour, no insista por ahí en ese papel Catherine Deneuve se muestra fuera del alcance de sus posibilidades.

Usted ha dado sobradas muestras de solvencia política sus años de oposición se han saldado con un rotundo éxito. Muchos hubiéramos deseado que su ingrata labor no hubiera incluido el desprecio por las instituciones del Estado, que causan un daño irreparable a la convivencia democrática, pero es sin duda la contribución que hemos tenido que pagar para que ustedes alcanzaran el poder.

No le parece que conseguido el objetivo, usted merece un descanso en esa tarea no siempre leal. Que trabajo le costaría hacerse acompañar los viernes por alguno de sus compañeros del Consejo de Ministros cuando hubiera que utilizar la insidia como forma de gobierno y cederles esa tarea. Al fin y al cabo, no todos despiertan las pasiones ocultas que Usted parece despertar. Le recuerdo que en la sociedad de la información la imagen es muy importante.

Que trabajo le costaría, digo, ceder por ejemplo a De Guindos o a Montoro o al propio Wert, la tarea de lanzar insidias veladas contra los sindicatos en un momento de abierta y sana confrontación democrática. No guarde cuidado la igualdad de oportunidades no va a resentirse por ello, los hombres del PP pueden seguir insultando aunque seamos menos de la mitad de la población y si por un momento la cosa se desequilibrara, ¿Cuál es el problema? Ahí esta De Cospedal para restablecer el equilibrio de inmediato. Pero de verdad a Usted Doña Soraya no le pega. Hágame caso pruebe con cualquiera de las propuestas que le sugiero, ellos estarán encantados de relevarla en el insulto y nosotros mantendríamos intacto su glamour.

Comprendo que le resulte difícil ceder ese papel porque insultar y lanzar insidias veladas contra personas es una demostración de poder hacia fuera y hacia dentro.

Pero para saber que los únicos consejeros de los consejos de administración de las Cajas de Ahorro que no se llevan el dinero a casa son los que representan de los Sindicatos en esos consejos, no hace falta ser responsable del CNI. Cualquiera sin tener que ser espia, puede informar que no son precisamente los representantes de los sindicatos en los consejos de administración de las cajas de ahorros los que “no” se llevan el dinero a su casa, mas bien es al contrario, son todos los demás incluidos sus amigos del PP los que se quedan con el dinero, los mismos que animan a los gestores de esas entidades para que convoquen cuantas más reuniones mejor para aumentar sus dietas. Si Sra Vicepresidenta son sus compañeros de partido y usted lo sabe perfectamente.

De verdad Doña Soraya, no lo necesita, tienen un inmenso poder legítimo otorgado por las urnas, puede que Usted todavía no alcance a verlo, pero lo tienen ya lo creo que lo tienen y, si en algún momento albergara la mas mínima duda, pídale a Doña Esperanza Aguirre que acuda en su auxilio prestándole el alza que suele acompañarle siempre en sus actos públicos por si es la mas baja de los comparecientes y, comprobara que por encima de la mesa del consejo de ministros solo se extiende una inmensa llanura esperando que su gobierno la siembre de minas contra personas.

Haga un esfuerzo, devuélvame algo de paz en estos días llenos de zozobra, colabore para que de una vez por todas se borre de mi mente la imagen que acude invariablemente cada vez que comparece. La imagen de aquella asistente presidencial que retrata Clint Easwoot en su estimable “Poder absoluto”. Demuéstreme que usted no es así que eso solo ocurre en America. Devuélvame para siempre a esa moza de Valladolid que aprendió a montar en bicicleta en Berlanga de Duero un precioso pueblo de Soria donde todavía la adoran.

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