Mari Carmen Parra era una de las comunicadoras que recordaba la muerte de una de las deidades de la televisión tradicional, en abc.es el pasado 5 de septiembre: "Mañana de muchos recuerdos en 'El programa del verano' (Telecinco). Y es que, el matinal de la cadena de Mediaset ha rendido tributo a María Teresa Campos y ha dedicado el programa íntegramente a la mítica comunicadora (...), congregando en la mesa de debate a compañeros y amigos de la periodista malagueña". ¡Ojo! "Uno de estos colaboradores que ha participado en el homenaje ha sido Alessandro Lecquio", añadía Parra, "que en un momento dado del programa se ha salido completamente del guion para ensalzar a Ana Rosa Quintana en detrimento de María Teresa Campos".
Salirse del guion: he ahí el patrón: "En serio, no es el día para hacer el comentario, finalizó Patricia Pardo afeando a Alessandro Lecquio", concluye el artículo; salirse del guion estipulado: he ahí... la razón de Estado. Y, ¿cuál es la razón de Estado en el mundo de la televisión? Respuesta: "Moreno Bonilla exigía 'rigor' a la Aemet en plena DANA al tiempo que Canal Sur retrasaba dos horas el informativo por una corrida de toros". Se trata del titular de otro artículo: el de Natalio Blanco para Diario 16, un día después, trabajo en el que se hace saber algo más: "Los trabajadores de la radiotelevisión pública de Andalucía han exigido respeto también para la audiencia".
En realidad, el "informativo se emitió finalmente a las diez y media de la noche pese al compromiso que Canal Sur tiene de servicio público con sus telespectadores, más si cabe en un día tan intenso", recuerda Blanco. Los consumidores de informaciones inminentes estaban, sin embargo, a otra cosa y, por todo ello, "Pablo Iglesias desata la polémica con su mensaje de despedida a María Teresa Campos", según el titular del artículo de Jesús Rico para elPlural.com publicado ese 6 de septiembre.
"El taxi nos dejó en el centro comercial. Allí, mientras comprábamos la ropa y los zapatos de rejilla, me confesó: Los hombres más interesantes sois los más silenciosos". Ahora, se trata de la reciente novela de Jesús Carlos Gómez Martínez Matar es fácil (Siníndice Editorial): "Era una mujer resultona, simpática, dicharachera. A gusto hubiese jugado con ella, pero mis planes eran otros: quería cantar en ese hotel, ganar pasta y que se olvidaran de mí", continúa el autor en las primeras páginas de un texto ágil, mucho más significativo que las improvisaciones de los tertulianos más populares.
Matar es fácil; morir a lomos de la marginación... también: "Fue en el año 1978 cuando Jiménez lanzó Se acabó, cuyo primer sencillo se convirtió en un absoluto éxito en España y México, con una letra desenfadada sobre una mujer harta de una situación de maltrato", rememoraba la redacción de Público el jueves día 7 tras la muerte de la cantante de Triana María Jiménez, cuyos restos mortales habían sido "trasladados al tanatorio de la SE-30 de Sevilla a la espera de decidir si se monta la capilla ardiente en el Ayuntamiento de la capital andaluza, han informado a EFE fuentes funerarias".
María Jiménez no era María Teresa Campos; la imagen de la cantante sevillana no responde al guion televisivo establecido. Matar es fácil; marginar algunas historias, también.
